Vale Verga Roadtrip: un viaje por Colombia compartiendo el amor por la serigrafía y las calcas
Bogotá, Cali, Barranquilla y Cartagena recibieron la visita de los colectivos de arte urbano Tome pa’ que Pegue y Vale Verga, quienes llenaron sus mochilas de stickers y piezas de arte realizadas en el reconocido Taller 75 Grados de México. Fueron casi 3.000 kilómetros y 18 días en carretera, conociendo espacios que le aportan al crecimiento del street art en cada ciudad.
El roadtrip de las bandas de rock, de las de antaño, lo hace pensar a uno en conciertos cada dos días, viajes en avión privado y destrozos en los hoteles. Y en sus miembros andando con maletas cargadas de guitarras, micrófonos y piezas de batería. Todo muy emocionante. Pero el roadtrip de dos colectivos de arte urbano, si bien no está exento de foforro, se convierte en un intercambio cultural entre los que llegan y los que están en cada una de las ciudades que pisan. También, en vez de instrumentos y equipos, las mochilas van repletas de calcas y serigrafías.
Con la intención de compartir y difundir la experiencia en la creación de arte urbano, nos juntamos dos parches: el equipo de Tome pa’ que pegue, organizadores de la jornada de intercambio de calcas más grande de Colombia y los mexicanos de Vale Verga, que en su país son conocidos por el trabajo autogestionado y la elaboración de serigrafías y pines, estos últimos bajo el nombre de Puro Pin.
Fueron cuatro ciudades (Bogotá, Cali, Barranquilla y Cartagena), 18 días en carretera (entre el 24 de julio y el 10 de agosto) y casi 3.000 kilómetros recorridos (todos en flota, obvio). No faltaron las trasnochadas en hostales, playas o calles, pero tampoco los eventos que convocaron en cada ciudad a exponentes locales de las diferentes disciplinas que acoge el arte urbano: ilustradores, diseñadores, grafiteros, artistas e impresores.
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Este es un recuento fotográfico de un tour que fue posible gracias a la autogestión y al amor por los stickers, la serigrafia y el streetart.
BOGOTÁ
El pistoletazo de arranque fue el 19 de julio, en el espacio de co-working Casa Aichh, con una exposición de serigrafías del que quizás es el mejor impresor del continente, el maestro mexicano Negret. Su Taller 75 Grados tiene un trabajo de registro tan impresionante que sus piezas suelen etiquetarse como reproducciones de arte y por fin había una buena muestra para mostrar en Bogotá.
La capital no solo es reconocida por el ajiaco, Monserrate y el Transmilenio, también es un epicentro para la contracultura gráfica. Bogotá es, sin temor a equivocarme, la ciudad que más artistas urbanos produce en el país. Esto se debe a las facilidades de conseguir insumos o generar espacios, sumándole la gran demanda que tienen las calcas: las dos ediciones que ha tenido el Tome pa’ que Pegue en la ciudad se desbordaron... Otros factores importantes son la gran cantidad de talleres de impresión y de grafica dispuestos a apoyar todo tipo de proyecto como fanzines, serigrafias o cartelismo.
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En Casa Aichh, en medio de un ambiente en el que se respira serigrafía, carpintería, troquel y sobre todo skate, montamos dos muestras simultáneas: una serie de serigrafías ilustradas por los mexicanos de Vale-Verga, Christian "Sweet" Ilustración, Bitasi ART, Youko Horiuchi, María Fernanda Razo (con una obra original) y de los colombianos Enka, Gavilán, Don Motta, Javi Sánchez y Danny Debruce. Al tiempo, en el segundo piso, los asistentes pudieron encontrar la muestra Vale Verga, compuesta de 22 piezas intervenidas en forma de pene -tal cual- por los ilustradores y artistas más representativos de México.
Durante la jornada se estamparon camisetas, se entregaron pines de ambos parches y, sobre todo, hubo una compra importante de serigrafías. Ese billete era la gasolina para el tour que arrancaba…
CALI
Nos subimos a la flota para enfrentar nuestros primeros 517 kilómetros de viaje con botellita de guaro y los mexicanos con los propios sombreros de mariachi. Nos esperaban dos eventos para compartir con los artistas de la ‘Sucursal del Cielo’: una exposición de nuestras serigrafías el 26 de julio y un Tome pa’ que Pegue el día 29, como el que ya se había realizado un mes antes en Medellín (reviva en fotos la primera invasión del Tome pa que pegue en Medallo). A la capital mundial de la salsa llegamos atraídos por el crecimiento que han tenido en los últimos años la gráfica y el street art, que generan proyectos como Gráfica Mestiza, unos colaboradores indispensables para hacer viables todo tipo de proyectos como el nuestro.
Con eso en la cabeza escogimos un hostal en el barrio colonial de San Antonio, que se ha convertido en uno de los epicentros caleños de la movida underground. En este lugar no solo hay restaurantes de comida típica, sino que se encuentran dos spots claves de la contracultura caleña: Lipsum y La Grafiteria, a unas pocas cuadras de allí, exactamente en el barrio La Merced. Estos espacios tienen los stocks más grandes de aerosoles de la ciudad, además de obra y productos de creadores representativos del arte urbano local, nacional e internacional. También es el punto de encuentro para eventos, charlas y talleres del gremio. Otro lugar que los ‘mexas’ no se podían ir sin conocer es La Linterna, un espacio icónico y mágico, ideal para los amantes y exponentes del cartelismo. Justamente La Linterna fue la sede de la exposición de las serigrafías que llevábamos con nosotros.
El día de la muestra, junto a los maestros Olmeo Franco, Jaime Garcia y Héctor Otálvaro, sacamos las fichas técnicas de las piezas. Como tenía que ser, la tarjetera tenía todo el toque de La Linterna pues era bastante antigua. Con todo ya listo, fue entrando el público y se armó un ambiente de fiesta, que dio tiempo para que todos pillaran de primera mano el proceso de trabajo de los manes de La Linterna y tuvieran la posibilidad de comprar sus trabajos. Fue tal la acogida de los caleños que la expo se reactivó al día siguiente, para que nadie se quedara sin ser parte de este intercambio en uno de los lugares más importantes para la impresión tipográfica. De paso nosotros conseguíamos más combustible para el tour.
Una vez cayó el telón de la exposición, lo siguiente que tuvo Cali para nosotros era una batalla de tags organizada por la Mesa de Gráfica Urbana. Los jurados de la competencia fueron Jesús Rodríguez, de Gráfica Mestiza, Mesek, uno de los mejores writers de la ciudad y Ratón, un muralista uruguayo experto en personajes. Los artistas que llegaron a la final de la batalla fueron Bemva (en letras) y Solarte (en personajes). Al final, el Rey del Borondo fue Bemva. Pero eso no fue todo: hubo tiempo para una batalla rápida de personajes, en la que resulté ganador. El premio fue un arsenal de aerosoles, que devolví para que entre todos los asistentes pudieran intervenir un puente al lado del evento.
La despedida de la ‘Sucursal del Cielo’ comenzó el domingo en la mañana, con el Tome pa’ que Pegue que se celebró en La Grafiteria. Mientras se montaba la expo, sacamos tiempo para hacer un grafiti en homenaje a VSK junto a Mesek, Bemva y Ratón, y en pocos minutos vimos que la Calle de la Escopeta se llenó de gente, que ya el lugar no daba abasto. Hubo calcas por todos lados, ventas e intercambios y, claro, casa llena para esta segunda versión del Tome Pa que Pegue de Cali.
No me podía ir de Cali sin rendirle un tributo a la salsa, menos después de haberla escuchado día y noche, y fue con este muro, Sonido Bestial, en el que nuevamente trabajé con Messek.
BARRANQUILLA / SANTA MARTA / CARTAGENA
Según el cronograma, la siguiente parada para la expo era Medellín, pero finalmente no se concretó el espacio. En todo caso tocaba pegarse la pasada para que los ‘mexas’ conocieran el metro, y yo dejar un muro. Otra que no podía faltar: antes de tomar el bus de 14 horas hasta la ‘Puerta del Sol’, nos metimos una buena bandeja paisa de despedida.
‘La Arenosa’ nos recibió con toda, con un calor bravo que solo calmaron algunas Costeñitas. Lo primero en esta ciudad fue ir a conocer el sitio donde haríamos la exposición de serigrafías, Bunt, un espacio de ambiente bacaneado que mantienen firme dos artistas empíricos: Nicolás Ayala y Roberto ‘Keko’ Angulo. Juntos decidieron darle vida hace dos años a este café, en principio pensado para mostrar su obra. Pero la cosa se les salió un poco de las manos y se convirtió en un sitio para que los artistas independientes puedan compartir y presentar sus proyectos.
Mientras los de Tome pa’ que Pegue decidimos pasar la tarde relajados en Puerto Colombia gracias a la invitación de Nicolás, que además es surfista y tiene una casa frente al mar, los chicos de Vale Verga parcharon con Nitto, integrante del colectivo independiente La Tiendita del Sticker. Además de ser un espacio permanente, La Tiendita del Sticker también es un evento que funciona tres o cuatro veces al año, y en el que participan miembros de la movida del sticker como DH o Joyce Obregón, quienes buscan generar un espacio para esta técnica que poco a poco coge fuerza en la ciudad.
El día del evento, ya con las pilas recargadas, nos levantamos bien temprano para ir a conocer uno de los spots más importantes de la cultura popular barranquillera: Todomono. Este proyeto empezó a funcionar hace diez años, como marca de camisetas, con la idea de reflejar lo más popular y cotidiano de la ciudad. Hoy en día es un lugar insignia para la ciudad y ya cuentan con tres tiendas (dos en Barranquilla y una en Miami). Fernando Vengoechea y Johnny Insignares son las mentes detrás de este proyecto que ha puesto a más de uno a sentirse barranquillero y costeño.
La imagen que uno tiene de Barranquilla es la que promueven el Carnaval y los partidos de la Selección Colombia en el Metropolitano, pero estando ahí uno se da cuenta que es una ciudad con poco movimiento, más para ir a descansar. En cuanto a los stickers y el arte urbano la movida es más bien baja: del terminal a la zona norte, donde nos hospedamos, recorrimos casi toda la ciudad y vimos uno que otro grafiti. A diferencia de Bogotá, las señales de tránsito están impecables.
En todo caso, la aparición y consolidación de espacios como Bunt o La Tiendita del Sticker, hasta el mismo Festival Internacional de Arte Urbano Killart, le están abriendo paso a una nueva ola de gráfica callejera a la ‘Puerta del Sol’.
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Para colaborar en ese crecimiento, montamos una vez más la expo del Tome pa’ que Pegue, y su compilación de los stickers mas representativos de Colombia. En esta oportunidad contamos también con algunos exponentes latinos y hasta del mismísimo Obey, todo esto acompañado de música en vivo y bodypaint. ‘Keko’ Angulo afirmó que nunca había visto el lugar tan lleno, y es que cayó todo el parche de grafiti, calcas y de skate al evento, sumándose los curiosos y los artistas que querían comparar o cambiar calcas.
Will, miembro de La Tiendita del Sticker, y uno de los organizadores de Killart, se levantó un par de aerosoles para pintar. No podía perder la costumbre del tour y dejé esta pintada.
Estando en Barranquilla, no podíamos dejar de ir a Santa Marta. Allí estuvimos un día, para después llegar a Taganga, donde se repitió la pintada. Finalmente cerramos el tour con el viaje a Cartagena, ciudad en la que además teníamos planeada una charla para hablar sobre los proyectos de Tome pa´que pegue y Vale Verga bajo el marco de Lo Doy Porque Quiero Cartagena, una iniciativa de conversatorios que se organiza en el hotel Townhouse.
A Cartagena también le dejé un regalito: un caimán en la terraza del Music Hostel donde nos estábamos quedando.