
Las huellas asquerosas del hombre en la arena uruguaya
El fotógrafo Nico Scafiezzo hizo un seguimiento de lo que los turistas van dejando a su paso por las playas uruguayas: envolturas de pruebas de embarazo, encendedores y otros objetos que solos parecen inofensivos, pero que pueden llegar a representar hasta 20 toneladas de basura marina al día.
Las más de 40 playas que tiene Uruguay reciben demasiados turistas cada año: en 2015, la cifra casi alcanza los 3 millones de personas. Lamentablemente, muchas de estas son poco cuidadosas con la naturaleza y riegan basura a diestra y siniestra. Por más pequeño e inofensivo que parezca un tarro vacío de bloqueador solar, una envoltura de chocolates o un encendedor, todo suma.
La ONG Ocean Conservancy aseguró en su informe del año pasado que la contaminación en el mundo es tan grave que para 2025 podría haber una tonelada de plástico en el mar por cada tres de pescado.
Aunque desde el año 2009 se vienen organizando jornadas de limpieza en las costas uruguayas, la marea y los visitantes traen cada día nuevos desperdicios, por lo tanto la basura termina convirtiéndose en parte del paisaje.
Beachcomber es un proyecto que surgió en 2013 cuando el fotógrafo Nico Scafiezzo recorrió distintas playas del departamento de Rocha (al este de Uruguay) junto a su esposa. Lastimosamente, la basura (y uno que otro animal muerto) fue una de las constantes del viaje.
“Además de las medidas que tomen los gobiernos, la responsabilidad debe ser colectiva. Debemos mejorar el entorno para las futuras generaciones. La verdad, estos cambios parecen ser una utopía”, comenta el fotógrafo.
En Montevideo, la multa por botar basura en espacios públicos es de aproximadamente 60 dólares, sin embargo, la vigilancia parece complicada, especialmente en temporada de vacaciones.
La mayoría de visitantes llega a fin de año, en el verano sudamericano. Aunque durante esta temporada la asociación Compromiso Empresarial para el Reciclaje (Cempre) organiza jornadas diarias de limpieza, la basura parece emerger de la arena.
(En Cuba sus deportistas tienen otro tipo de lucha: la de salir adelante con el boxeo)
Durante estas épocas, se recogen diariamente alrededor de 13 toneladas de basura. En 2010 los uruguayos llegaron a un récord de 20 toneladas en un solo día.
Los desechos más comunes son las colillas de cigarrillos. Las aves suelen confundirlas con comida y al comerlas se intoxican.
Nunca se sabe qué clase de basura aparecerá en la playa. Lo más raro que Nico encontró fue esta envoltura de una prueba de embarazo marca Evatest.
La recolección de basuras trae otro problema: reducción de arena en las playas. Esto, además de disminuir el espacio para los visitantes, hace que las olas se acerquen más a tierra firme.
(En San Andrés también se vive otro problema, pero este tiene que ver con la educación de sus niños)
La mayoría de cadáveres que llegan a las costas pertenecen a aves, aunque a veces también se encuentran tortugas y hasta ballenas muertas.
Ocultos en la arena se pueden encontrar peces muertos, incluso personas: en septiembre del año pasado, la policía de Rocha desenterró dos cadáveres humanos en Playa Grande, ubicada en el pueblo de Punta del Diablo.
No toda la basura es de turistas. Algunos residuos llegan desde los ríos o incluso desde las cañerías de las ciudades.
Las playas no están exentas del vandalismo. El diario uruguayo El Observador denunció que los baños son destrozados por los turistas, lo que ha llevado a que varios se cierren y sean reemplazados por baños portátiles.
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