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Foto por Betty Laura Zapata / @bettylaurazq, cortesía de Everyday Mujeres

“Para fortalecernos y generar cambios tenemos que trabajar colectivamente”: tres apuestas por la visibilidad de las mujeres fotógrafas

La inequidad en el gremio y la falta de visibilidad hacen parte de la realidad que golpea cada año a las fotógrafas del continente. El trabajo colectivo y la divulgación de sus obras en redes sociales se han convertido en los caminos en que las mujeres latinoamericanas han logrado abrirse campo en un medio que todavía las excluye.

Daniela Pomés Trujillo / @danipomes

¿Dónde están las mujeres fotógrafas? ¿Qué estamos haciendo para visibilizar su trabajo? La reciente creación de la Red de Fotógrafas Colombia, una plataforma, como ellas mismas la describen, de “Trabajadorxs de la industria fotográfica y audiovisual en Colombia que trabaja en pro de un gremio más justo e igualitario”, da cuenta de la fuerza que está agarrando esta conversación. 

Cada vez es más frecuente encontrarse con la creación de espacios no mixtos o que priorizan la visibilización del trabajo fotográfico femenino, muchos de ellos a través de redes sociales y otros canales de comunicación, espacios que ponen sobre la mesa las preguntas sobre la visibilización del trabajo de las fotógrafas, así como la discriminación y las violencias a las que deben enfrentarse en su día a día. 

 
Fotografía por Jessica Orellana / El Salvador

Las problemáticas que afectan los entornos laborales y el desarrollo profesional de las mujeres que se dedican a la fotografía se reproducen de forma sistemática en diferentes latitudes de América Latina como lo atestiguan los testimonios de varias fotógrafas. Estas problemáticas recurrentes sobrepasan fronteras y culturas, y se reproducen casi idénticas en los diferentes contextos, haciendo cada vez más persistente la molestia compartida que se ha convertido en el incentivo para la creación masiva de plataformas enfocadas en la mirada y el arte fotográfico de las mujeres.  

Situaciones de acoso, abuso de confianza, violencia sexual, el no tomar el “no” de una mujer en serio o subestimar las capacidades físicas e intelectuales de las mujeres por su género, son el pan de cada día en los contextos laborales de muchas fotógrafas. Añadido a esto están también la falta de oportunidades laborales y de visibilidad de su trabajo, un problema que ellas ubican en el hecho de que el gremio de la fotografía ha sido comandado históricamente por hombres.

 
Fotografía por Cristal González Rios / Venezuela

Por ejemplo, en Colombia, según cifras tomadas de la compañía Comscore y compartidas por la Red de Fotógrafas Colombia, el porcentaje de mujeres fotógrafas que trabajan actualmente de planta en los medios nacionales y regionales más consumidos del país es del 18%. Las plazas restantes, o sea el 82%, están ocupadas por hombres.  

Teniendo en cuenta que, según cifras del Ministerio de Educación entre 2001 y 2018 se graduaron de programas académicos asociados a la fotografía en Colombia 1.028 hombres y 955 mujeres (52% hombres y 48% mujeres), es claro que el tema no es de falta de mujeres capacitadas para trabajar. Estas cifras dejan ver que en el paso a la vida profesional la participación femenina es inequitativa de forma significativa. Esto, según opinan algunas mujeres del gremio, responde a realidades que atraviesan puntualmente a las mujeres y que buscan la desaceleración de su crecimiento laboral y profesional. 

4_vanexa_romero_el_tiempo.jpg"Colombia 26 de abril de 2020. Bañarse cada vez que se retorna a casa, se ha convertido en un ritual normalizado para prevenir el coronavirus". Fotografía por Vanexa Romero compartida por Sara Aliaga en Everyday Mujeres
 

Ante estas y otras problemáticas, redes sociales como Instagram y sus mecanismos de categorización que aportan para tener mayor alcance como los numerales, han sido las grandes aliadas de las mujeres que han sabido convertirlas en sus plataformas de visibilización colectiva e incluso de democratización de la imagen y la información. 

Por eso hoy en día se pueden encontrar variedad de perfiles con enfoques diversos pero que convergen en el objetivo de visibilizar el trabajo de mujeres y personas diversas. Las mujeres fotógrafas de todo el continente han sabido armar en estas redes un lugar propicio para guerrearse los espacios de los que se les ha excluido y divulgar al tiempo que su obra las diversas agendas que existen detrás de su trabajo. Estos son algunos ejemplos de este ejercicio colaborativo.

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Red de Fotógrafas Colombia

Aunque desde hace tiempo las fotógrafas detrás de esta iniciativa ya tenían en mente la idea de crear una red, el homenaje publicado por El Espectador en el marco del Día de la Reportería Gráfica y dentro de la cual no se incluyó a ninguna mujer, fue el detonante para que La Red de Fotógrafas Colombia terminara de consolidarse. “Nos reunimos, creamos un grupo, invitamos a varias fotógrafas y sacamos el comunicado ¡Paridad En Medios Ya!” cuentan sus creadoras.

 
Fotografía de portada por Camila Díaz / Colombia

 

“Nos inspiramos en la Red de Fotógrafas México y otras colectivas que están trabajando en la misma línea.  Desde hace un tiempo veníamos hablando con algunas compañeras sobre la necesidad de agremiarnos por temas que se han repetido como acoso, abuso sistemático del poder y también el tema de la paridad. Somos conscientes de que en estos tiempos para fortalecernos y generar cambios estructurales tenemos que trabajar colectivamente”, cuentan. Si bien la Red fue organizada por cinco fotógrafas hoy en día la componen un grupo de más o menos setenta fotógrafas, una invitación que quieren extender a más mujeres. 

Su primera acción tuvo lugar el 5 de marzo con la creación de piezas gráficas que compartieron masivamente y en las que cuestionaban la publicación de El Espectador. “El objetivo no fue un escrache o un boicot, sino crear esta conversación. Desde la Red estamos abiertas al diálogo, hemos querido invitar y hacer esta pregunta muy respetuosamente a los editores y que nos cuenten ¿qué está pasando? y cuál es su compromiso de cara a la igualdad en sus equipos de trabajo”, cuentan.

Aunque a raíz de la publicación Fidel Cano, director del periódico, se pronunció al respecto, para ellas la respuesta no fue la esperada. “Fue un pronunciamiento que normalizó el hecho. Dijo que sí, que era verdad que no había fotógrafas en el medio, pero que no podía hacer nada porque no iba a prescindir de ninguno de sus fotógrafos para incluir una mujer. Todavía se sigue pensando que nosotras estamos buscando con esto que se cumpla con una cuota de género. Nosotras lo que queremos son oportunidades para demostrar que somos muchas las fotógrafas talentosas en Colombia. No queremos ocupar cargos sólo por el hecho de ser mujeres”, dicen.

Pero, si bien este fue el detonante del ejercicio, el tema de la paridad es sólo uno de los temas que como Red quieren abarcar. Según explican, la creación de espacios seguros y libres para todas aquellas que se consideren mujeres –pues se proponen como una Red transincluyente, interdisciplinaria e interseccional– es otro de los objetivos. 

 

 

Aunque por ahora la red se encuentra en su fase inicial de estructura y organización, asesorándose, hablando con otras redes y colectivas para generar articulación, muchos propósitos están claros, entre ellos desmontar el acoso sistemático en la profesión, generar espacios de visibilidad seguros y críticos, crear protocolos de denuncia y acompañamiento y crear un archivo fotográfico de fotógrafas colombianas, tejer alianzas con festivales de fotografía, academias y espacios pedagógicos, entre otras. 

 
Fotografía de portada por Paula Thomas / Colombia

“También, estamos enfocadas en descentralizar la mirada de las mujeres. Que no se cuente el país solamente desde las grandes ciudades, sino que podamos tener contacto con todas las fotógrafas que se encuentran en la periferia, en otras regiones, fotógrafas afro, fotógrafas indígenas. La historia en Colombia y en el mundo ha sido contada desde ojos masculinos. Ya es hora de que este país sea contado desde la perspectiva de las mujeres fotógrafas. Hay fotógrafas que han hecho cubrimientos en Colombia del tema de conflicto armado y se ha invisibilizado completamente su trabajo”, cuentan.

Entre las acciones que han concretado hasta ahora está el comunicado que sacaron luego de la denuncia por violación entablada por Diana Quiroz y la articulación que lograron con las organizadoras del 8M para que la primera línea del cubrimiento fuera exclusiva de mujeres, mientras extendían un llamado a los medios para que envíen mujeres a los cubrimientos. “Si es una movilización convocada y organizada por mujeres ¿Por qué no contarlo desde la perspectiva, la visión y la mirada de la mujer?”, dicen. 

(Vea aquí nuestro documental sobre el 8M)

Ahora están enfocadas en escuchar las necesidades de todas. Teniendo en mente que las necesidades y perspectivas no son las mismas para todas las mujeres fotógrafas, se están asesorando con otras redes y colectivas en temas de protocolos, de derechos de imagen, qué hacer en caso de violencias sexuales o de acoso y temas jurídicos y psicológicos, entre otras cosas. 

Así mismo, cuentan que otro de sus objetivos es trabajar horizontalmente con sus compañeros fotógrafos. “Esta Red no es una construcción para la guerra de géneros. Algunos compañeros piensan que es algo en contra de ellos. Sabemos que hay muchos que están perdidos con el tema y queremos ayudar a dar luces sobre cómo aportar a la conversación de la equidad. Para la construcción de estos espacios es necesaria la unión de todos los actores del gremio, tanto hombres como mujeres”, agregan.

Aunque reconocen que es agotador “dar estas conversaciones en contextos tan forzados y tener que estar haciendo pedagogía”, esperan que en un futuro cercano no se hable de paridad, sino que sea lo normal en el medio fotográfico.

Su galería de Instagram también está en construcción, pero planean usarla como una plataforma para mostrar del trabajo de las fotógrafas en Colombia. “El tema de la falta de oportunidades y de visibilización ha hecho necesario agrupar el trabajo, colectivizar para generar visibilidad, crear redes para que editores o gente que quiera comisionar trabajos a mujeres busquen a través de estos casi que directorios”, agregan.  

Fotógrafas Latam

Fernanda Patiño y Lorena Velasco, nacidas en Pasto y Popayán respectivamente, son las fundadoras de la comunidad Fotógrafas LATAM. Con más de 38.000 seguidores a la fecha en su red de Instagram, estas dos mujeres provenientes del sur de Colombia cuentan que en principio las unió el sentir común de ser fotógrafas emergentes abriéndose lugar en la fotografía lejos de las grandes ciudades donde se ha dado el espacio para lograr visibilización. 

Fernanda es enfermera profesional, fotógrafa experimental con énfasis en psicopatología emocional y gestora cultural.  La conjugación de los saberes del cuidado provenientes de la enfermería con sus habilidades fotográficas la ha llevado a crear su proyecto personal La Fotografía de las Emociones. Por su parte, Lorena es fotógrafa, directora y docente del Fotoclub Universitario de Popayán de la Universidad del Cauca y su trabajo fotográfico se caracteriza por ser introspectivo, y por la búsqueda de identidad en temas culturales y familiares.

 

Fotografías por Catharina Suleiman / Brasil 

En febrero de 2018, junto con la creación de sus redes sociales principales (Instagram y Facebook), nació oficialmente esta plataforma. Con el tiempo se fue ampliando a otras redes, se creó su página web y el canal de YouTube que hoy en día es el medio por el que comparten contenidos audiovisuales, encuentros y charlas. Luego, en diciembre de 2019, se conformaron oficialmente como Fundación Fotógrafas Latinoamericanas. 

Ellas cuentan que la creación de esta plataforma “Nace de la necesidad de hacernos visibles por medio de la imagen, de contarnos entre nosotras mismas, de acompañarnos como un espacio de expresión personal y colectiva referente a hechos sociales y también íntimos que nos identifican y logran empatizar con otras realidades y territorios. Actualmente hay una puerta abierta para empoderarnos desde la imagen, desde el acto de manifestar, de crear y de acompañarnos colectivamente”. 

(Le puede interesar ‘La mujer que se queda y la mujer que resiste: de ellas habla el muralismo de Florencia Durán’)

La necesidad conjunta de que las mujeres fotógrafas emergentes, como ellas en ese entonces, tuvieran mayores oportunidades de hacer visibles sus miradas, y extenderlo no sólo a toda América Latina, sino al mundo entero fue el impulso del que surgió esta plataforma, cuentan sus creadoras. 

“En medio de una conversación –cuentan Lorena y Fernanda– nos surgió la idea de crear una página de Instagram con el ánimo de publicar trabajos de calidad hecho por mujeres fotógrafas latinas emergentes. La respuesta fue casi mágica. La comunidad empezó a crecer, a pedir. Se creó una expectativa a la que sentíamos que debíamos responder y por ese hecho, decidimos fortalecernos con la comunidad misma”. 

A pesar de que ambas fotógrafas son de nacionalidad colombiana, decidieron extender esta iniciativa a todas las mujeres latinoamericanas. “Sentimos que era necesario un espacio para poder expresarnos, pero también para poder comprender las diferentes realidades desde otras latitudes, y el cómo la manifestación por medio de la imagen se traduce en necesidades colectivas”, cuentan. Así, desde la unión y la colectivización de la mirada femenina latinoamericana, han buscado empoderarse y empoderar a otras por medio de la producción de imágenes. 

 

Fotografías por Ana Robles / Argentina

Además, cuentan que esta comunidad que han gestado no sólo apela a lo puramente visual, sino también a “lo narrativo y lo investigativo desde el oficio de la fotografía como un medio profesional, tomando en cuenta el contexto histórico y el reconocimiento en relación con el género masculino. Abogamos por la igualdad y la importancia del oficio de la fotografía de las mujeres latinas por el mundo como un medio de profesionalización, de independencia y empoderamiento”.

Una vez más, el numeral juega un papel importante en la unificación de esta red creada por Fernanda y Lorena. #fotografas_latam y #fotografaslatam son las rutas que proponen a las mujeres fotógrafas que quieran mostrar su trabajo a través de Fotógrafas LATAM.  “Diariamente hacemos revisión de las galerías de selección desde Instagram. Las imágenes que usan nuestros hashtags pasan a ser evaluadas. Indagamos el perfil de las fotógrafas, su historial fotográfico, su evolución, sus redes, su enfoque y hacemos una selección representativa del perfil de la fotógrafa”.

Además de estas selecciones, cuentan que tienen otras dinámicas como los Lunes de Proyectos Fotográficos, un espacio en el que una vez al mes transmiten en vivo proyectos de mujeres que ya cuentan con un trabajo más investigativo o un proceso académico relacionado con el quehacer en el medio visual. Adicionalmente están los #JuevesdeEmbajadora, #FotografaDestacada, #MartesdeReferente, y sesiones #EnvivoLatam

Con respecto a la curaduría, estas mujeres cuentan que se piensan la fotografía como un medio único de expresión personal y colectiva y desde ese pensamiento se desarrolla el enfoque. “Desde lo documental, hasta el arte contemporáneo. Más allá del género nos interesa sobre todo el enfoque autoral, la mirada auténtica de la autora y que el mensaje sea contundente”. 

(Lea ‘La narrativa fotográfica del estallido social latinoamericano’)

“Estamos abiertas a las nuevas estéticas y a la experimentación. Este espacio está abierto a las diferentes visiones de mujeres y quienes se identifiquen como mujeres. Nuestra misión apunta a la igualdad y paridad desde la diversidad tanto de la imagen como de sus autoras. Tenemos claro que el componente estético es importante, pero queremos ir más allá. Nos enfocamos en las historias, en los procesos, en los territorios, en las denuncias y las expresiones, ese es nuestro que hacer como plataforma comunitaria, una voz colectiva por medio de la imagen”, agregan.

 

Fotografías por Graciela López / México

Estas creadoras celebran el trabajo de iniciativas como la de Guerrilla Girls, una colectiva neoyorquina conformada por artistas feministas y antirracistas que hace activismo contra la discrminación de las mujeres en los circuitos artísticos. También resaltan plataformas como FEEM (Fotógrafas en el mundo), Femgrafía, Foto Féminas y Fotógrafas Del Norte.

Por estas problemáticas, también ponen a disposición su plataforma como un espacio seguro de encuentro y acompañamiento, y también de denuncia. “Creemos fielmente en la defensa de la igualdad y de los derechos de las mujeres en el oficio fotográfico. “Desde nuestras acciones con la comunidad buscamos apoyar desde diferentes frentes como el recurso de la imagen como un medio de denuncia y expresión de diferentes realidades y territorios, además, la generación de recursos y oportunidades laborales, cátedras de libre acceso y de reproducción”, dicen.

Por lo pronto, esperan seguir aportando a la visibilización y a la apertura del mercado laboral de las fotógrafas latinoamericanas. Actualmente tienen abierta la convocatoria LATINAS que es una exhibición que se llevará a cabo en París, en agosto de este año. También planean lanzar una plataforma educativa con oferta de programas de corto plazo y workshops prácticos, entre otras proyecciones.

Everyday Mujeres

Everyday Mujeres es un portafolio colectivo en Instagram que nació en medio de la pandemia. La mexicana Alejandra Rajal, una de sus cuatro creadoras, cuenta que en medio de cuarentenas e incertidumbre mantenían reuniones virtuales entre amigas y colegas fotógrafas en las que compartían sus experiencias de pandemia, cómo la estaban viviendo en los diferentes países y cómo se sentían a nivel personal, entre otras cosas. De esas reuniones surgió la primera idea que derivaría en un proyecto más amplio. Acordaron registrar estas experiencias personales desde la visión particular de cada una para luego compartir el resultado y hacer feedback entre todas. 

“En una de esas pláticas que teníamos entre las organizadoras vino la idea de Everyday Mujeres. Sara Aliaga (Bolivia) tuvo la idea de hacer la cuenta. El objetivo entonces fue ese, crear un espacio para que se pudiera propiciar el trabajo de fotógrafas. Lo pensamos como un espacio inclusivo y aceptamos también el trabajo de fotografes no binaries e incluso de hombres. La idea es mostrar dos enfoques: la parte de la mirada de mujer y la parte de cómo vemos a las mujeres desde otros ojos en todo el mundo”, cuenta Alejandra.

2_em_ana_maria_buitron.jpg"A mi abuelo con quién a veces fuimos cómplices, pero nuestras memorias son pocas. A mi abuela con quién no coincidíamos y casi no hablábamos" Fotografía por Ana María Buitrón / Ecuador, cortesía de Everyday Mujeres.
 

Junto a Sara y Alejandra, estuvieron también la boliviana Lesly Moyano y la peruana Florence Goupil en la materialización de esta galería que inició formalmente a finales de septiembre. En diciembre compartieron su primera selección de fotografías.  

Everyday Mujeres está ligado desde el nombre a Everyday Everywhere, una plataforma con más de 219.000 seguidores de todo el mundo, que busca construir una comunidad global de storytellers a través del numeral #everydayeverywhere. The Everyday Projects recoge miles de galerías especializadas en Instagram como Everyday Latinoamérica, Everyday Homeless, Everyday Social Justice, o Everyday de diferentes países.

“La primera ronda de fotógrafas fue a través de invitación. Tratamos de invitar fotógrafas de diferentes partes de Latam, para tener representación de diferentes lugares. Teníamos de Argentina, Colombia, Venezuela, El Salvador, fotógrafas en situación de migración que viven en el Reino Unido y Estados Unidos. Se trató de mostrar diversidad en lo referente al territorio. En la segunda ronda invitamos a nuestras seguidoras a mostrar su trabajo con nosotras y seleccionamos al final alrededor de 12 personas con diferentes abordajes fotográficos: fotoperiodismo más clásico, documental de largo aliento, archivo y fotografía artística”, cuenta Alejandra. Explican además que, aunque la cuenta no está enfocada únicamente en la comunidad de mujeres latinoamericanas, proyectan tener también invitadas de otros países. 

(Conozca ‘La cotidianidad selvática y rural en las fotos de María Parra’)

Por otro lado, uno de los puntos más fuertes del proyecto son los lineamientos éticos que deben cumplir los portafolios que comparten. Al respecto dice Alejandra que no aceptan fotografías que involucren explotación de menores de edad, que falten al respeto a las comunidades minoritarias o que revictimicen a las mujeres. “Sabemos que las mujeres vivimos cosas muy fuertes y muchos de nuestros trabajos recogen temas como feminicidios, violencia sexual, etc. Requerimos que las fotografías tengan un pensamiento y un desarrollo detrás. Los procesos de selección dependen mucho del tipo de trabajo y de fotógrafa, procurando que sea un espacio inclusivo”, agrega. 

3_em_nathalie_sayago.jpg"Durante el último trimestre del año 2019, Colombia vivió una serie de manifestaciones o Paro Nacional de manera no consecutiva y estas se realizaron en diferentes ciudades del país". Fotografía por Nathalie Sayago / Venezuela, cortesía de Everyday Mujeres.

Con respecto al tema de la participación de mujeres en el mercado laboral, las fotógrafas de Everyday Mujeres consideran que, aunque los espacios se presenten como mixtos, eso no quiere decir que sean equitativos. “Muchas veces el trabajo de las fotógrafas mujeres es poco contemplado y no sólo el de las mujeres. Nosotras lo vemos más allá de un tema de género. Si bien no es lo mismo ser una fotógrafa mujer a ser un fotógrafo hombre, tampoco es lo mismo ser una fotógrafa no binarie a ser una fotógrafa cis, no es lo mismo ser una fotógrafa indígena a ser una blanca”, comentan. 

Por eso, uno de los principales objetivos de este portafolio colectivo es ser inclusivo en el sentido más extenso de la palabra, que recoja a todes, como dice Alejandra, y que sea más que nada equitativo, con el ideal de que estas dinámicas algún día se vean representadas en la realidad de la industria. 

“Lamentablemente las mujeres fotógrafas no tienen las mismas oportunidades que los hombres del gremio. Se nos permite acceder a los espacios, pero las oportunidades de desarrollo, de crecimiento por temas sociales, económicos, políticos, etc., lamentablemente siguen siendo limitadas para fotógrafas y fotógrafes y para cualquier persona que se salga de la norma. Esas condiciones que son injustas y acarrean muchas violencias se siguen perpetuando en nuestra sociedad y en nuestro gremio”, agrega. 

“El espacio lo hacemos partiendo de que nosotras también hemos vivido esas experiencias y también de que sabemos que tenemos un privilegio al haber podido desenvolvernos como fotógrafas profesionales, que nos permite poder abrir estos espacios para otras personas que están buscándolos –cuenta Alejandra–. Usar las plataformas que tenemos para poder apoyar a otras. Crear espacios seguros, espacios donde haya conversación, donde estemos en constante crecimiento. Siempre cuestionándonos, preguntándonos cómo tomar acción con base en lo que nos pasa”.

“Estas plataformas han ayudado a que se impulse el trabajo de las mujeres y reivindicar este rol que tenemos y nuestras diferentes formas de ver el mundo y contar historias. A veces creo que es bueno decirles a las personas que se cuestionen un poco cómo vemos el mundo porque el mundo se ve a través de las personas en los medios. Por ejemplo, si hay diez medios contándonos una historia... ¿y si quienes contaron esa historia fueron todos hombres? ¿realmente estamos viendo una mirada diferente?”, se pregunta Alejandra y agrega: “Hay que cuestionar las narrativas que estamos obteniendo”. 

4_em_violeta_capasso.jpg"Verano con 30 grados en el Delta del Tigre. Agu y Eva, 2018" Fotografía por Violeta Capasso / Argentina, cortesía de Everyday Mujeres.

Acerca de otros proyectos que como el de ellas, buscan visibilizar y reivindicar el trabajo fotográfico colectivo, resaltan las iniciativas que buscan impulsar el trabajo de fotógrafas en las regiones porque, según dice Alejandra, dentro de Latinoamérica también hay centralización, “casi todo se centraliza en México, Brasil, Argentina y Colombia”. Revelarse Colectiva de Perú, IMPrudencia Colectiva de El Salvador son dos ejemplos de este trabajo más enfocado en las regiones. También, a nivel Latinoamérica resalta a Ruda Colectiva, que muestra el trabajo de once fotógrafas de diferentes latitudes y a Ayün Fotógrafas. Cuenta Alejandra que en México, como en Colombia, está en construcción la Red Fotógrafas de México, que ya cuenta con más o menos 200 integrantes. 

Para concluir, Everyday Mujeres espera seguir creciendo como una plataforma inclusiva y generar cada vez más y mayores reflexiones en torno al rol de la mujer y las personas diversas en el arte de la fotografía. Por ahora se sienten muy orgullosas del camino que han andado y de las respuestas positivas de las personas que las siguen. 

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La aparición masiva de este tipo de colectivas y galerías fotográficas abren la posibilidad de encontrar otras narrativas, de ver las historias que siempre han contado los mismo a través de otras miradas. La creación de redes, la colectivización y la juntanza se han convertido en el camino que muchas fotógrafas han encontrado para hacerle frente a las problemáticas a las que se enfrentan a diario. En este camino, las redes sociales han sido las plataformas aliadas para hacer visible el trabajo de las mujeres fotógrafas que por tanto tiempo han tenido que disputarse los espacios dominados por los hombres y que hoy en día siguen trabajando para acabar con la falta de equidad, la precarización laboral y la falta de oportunidades.

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