La vagancia productiva de Garavato hecha stencil
Este artista local se ha movido como un nómada por varias ciudades del país y del mundo, de Girardot hasta Nápoles (Italia), siempre recogiendo plumas y tintas que guarda como tesoros de viaje. Se define a si mismo como un vago productivo a la hora de cranear sus obras, que lo han llevado a exponer en Europa.
Un “garabato” es un trazo irregular e ilegible hecho por un niño cuando aprende a escribir o por un adulto en momentos de afán y tedio. El trabajo de este Garavato, de 35 años, nada tiene que ver con ese término. Empezó como varios en este cuento: dibujando a Bugs Bunny detrás de los cuadernos; después no lo dejaron estudiar arte, y no lo admitieron en Arquitectura en la Nacional. Por eso optó por Diseño industrial en la Universidad Autónoma de Manizales.
Mural de Garavato (izq) en Manizales. Foto de: Apitatán.
Es un artista, aunque no le gusta ser llamado como tal. Tiene conflictos con la terminología arte-urbano y mucho más con la etiqueta de grafitero; prefiere que lo traten de diseñador o de ilustrador, pues afirma que su rutina de trabajo es más una línea de producción: investiga, busca referencias, desarrolla bocetos en tinta y luego de ensayar varias veces, presenta un producto final.
Ilustración para PaperWallet.
Este vago productivo, como se hace llamar, ha tenido un proceso diferente al de sus contemporáneos como Toxicómano: de la oficina a la galería y por último a la calle, escenario en el que espera enfrentarse al muro solo con la lata. Hasta ahora solo lo ha hecho con el stencil, pintando aves, sus cráneos insignia y sobre todo a los simios, presentes en la mayoría de sus publicaciones, incluyendo el Sticker Bomb 3.
Muro pintado en el pasaje Schwarzenberg para la galería Neurotitan en Mitte, Berlín (Alemania).
Viene de esa escuela amante del papel. Por donde va recoge plumas y tintas, a las que llama “tesoros de viaje”. Garavato se mueve como un nómada: nació en Girardot, vivió en Manizales, La Dorada, Chía, Medellín, Neiva, Bogotá y varios años en Buenos Aires. De ahí su interés por las aves y su relación con la migración, la libertad y la independencia.
Foto de: Garavato
Sus “bebés” y obra insignia son los simios, protagonistas de Evolución y Libertad, la primera exposición individual que hizo en Nápoles (Italia). Allí llegó después de conocer a un par de extranjeros en una banca en el Parque Santander, quienes luego de unos ajiacos y un par de copas de ron, revelaron su identidad: Maurizio Siniscalco, galerista y Salvino Campos, fotógrafo brasilero.
Por invitación del primero, los simios y aves de Garavato cruzaron el charco hasta tierras italianas. “Llegué con una silla desarmada, posters, serigrafías y allá me dediqué cuatro días dibujando y finalizando bocetos, 16 más pintando tablas (skate) y lienzos, hasta el día de la inauguración.” Un sueño de esos difíciles de creer, dice el ilustrador.
Foto de: Garavato
Entre sus referentes están Hans Rudi Giger, un diseñador e ilustrador suizo que se hizo popular por sus creaciones para Alien y el historietista Frank Miller, de quien rescata el uso de la tinta. Obey, el famoso artista neoyorquino reconocido por sus grandes murales y por participar en la campaña electoral de Obama, es la primera imagen para Garavato. “Los colores, lo sencillo, la calle y un nombre, que nadie sabía quien era”. Tampoco deja de lado el empujón que le han dado artistas nacionales como Felipe Bedoya y Armando Mesías.
Foto de: Juliana Pachón
“Desde los 14 años escucho punk y hardcore, de ahí reivindico los valores de ‘hágalo por usted mismo, respete y tenga una actitud positiva”. Con esta filosofía se acerca a los muros, toca puertas, “conecta sus puntos hacia atrás” y crea conexiones humanas. Fue de esta manera como terminó recorriendo Colombia en 32 días, pintando 12 muros de 7 ciudades; exponiendo en el Puma Urban Arts y en otros espacios de Buenos Aires, y pintando stencils a gran formato en Praga, Berlín, Toulouse, Lurcy Lévis (Francia), Nueva York, Buenos Aires, Río de Janeiro, Sao Paulo y Juiz de Flora (Brasil).
Foto de: Garavato
Hoy reparte su tiempo en algunos proyectos comerciales como los pósters del Festival Rock & Shout y del concierto de Iggy Pop y algunos personales como una ilustración para el libro de los 50 años del Museo de Arte Contemporáneo, y la ilustración de una canción para Triple X. “Son proyectos de amigos, no se gana mucho pero estás apoyando a alguien que se la está jugando igual que uno”, afirma, Garavato, uno de nuestros #CreadoresCriollos.