Estos casos le limpian el terrero al decreto que regula el cultivo de marihuana con fines medicinales y científicos en Colombia. Catalina Sánchez y Natalia Tangarife nos contaron cómo pudieron reemplazar el Rivotril, la fenitoina y otros fuertes anticonvulsivos que le suministraban a sus hijos (de 2 y 4 años) por pequeñas dosis de cannabis, obteniendo resultados mucho más satisfactorios.