Latora 4Brazos: el templo de las buenas fiestas
Latora es un epicentro bogotano de la música alternativa. A los gestores de este bar y sala de conciertos les gusta tomar riesgos y apostarle a una especie de espíritu under tropicalizado.
Luis Gabriel Ortiz era músico antes de crear Latora 4Brazos. Al comienzo desempeñaba múltiples funciones, desde DJ, barman y aseador, hasta bouncer y técnico de mantenimiento.
Un año meses después se asoció con Luis Felipe Ríos, que llegó para abrir un escenario donde las bandas y promotores independientes propusieran sus proyectos. “Fuimos desarrollando una ‘agenda paralela’, en la que se programaba lo que bookeábamos directamente de nuestra preferencia. Y ya llevamos seis años dándonos gusto”, dice Luis Felipe.
Luis Gabriel y Luis Felipe le agradecen mucho a Gabriel Sanabria (Sabriel). “Él entró a ayudarnos en un momento en el que no teníamos un norte claro, y nos organizó. Hoy centraliza las propuestas artísticas que recibimos, toma decisiones claves de programación, y maneja la comunicación del bar. Es nuestro principal e irreemplazable aliado y amigo. Las parejas, hermanas, amigos también han sido fundamentales. Lo que hemos logrado es trabajar continuamente con amigos, promotores, cada uno aportando lo suyo para el bienestar de todos”.
“El bar es empujado por el amor a la música, que buscamos alimentar trayendo toda clase de bandas y dj’s, y poniendo a sonar todos los géneros para crear una experiencia completa”, explica Luis Gabriel. “La programación responde a nuestros gustos personales, a la personalidad del bar, y a la lectura de las tendencias que hacemos en comité”, complementa Luis Felipe.
Latora 4Brazos está inspirada en la escena underground europea, pero con una onda tropicalizada. “Lo de los dos ambientes se dio por puro gusto y necesidad: ¿cómo programar techno y folklor en una sola noche? Así nació el doble booking, doble cantidad de artistas en un sólo espacio. Ha sido exigente pero también un hit: en Halloween tuvimos a Abelardo Carbonó y a Daniel Maloso en la misma fiesta. Un lujo...”, celebran los anfitriones de este templo de la noche capitalina.
