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Jamie Prado, el DJ norteamericano que encontró sus raíces colombianas

A los cuatros meses lo dieron en adopción en un hogar de paso en Bogotá y fue bautizado en Boston (EEUU) como Nathan Hayes. Cuando cumplió 30 años, tomó un avión a Bogotá y fue a visitar a los niños que estaban en el sitio en el que él pasó su infancia para ofrecerles su música, house con ritmos caribeños.

 

Ma. Camila Alzate Férez / @camialzatef

En medio de una crisis emocional a los 30 años, Nathan Hayes se encontró, en una casa de Carolina del Norte (EEUU), con una pila de papeles en donde estaba su nombre real: Jaime Prado. El hallazgo no lo tomó por sorpresa, pues desde niño era consciente de que no compartía los mismos genes de sus papás, unos caucásicos del medio oeste de Estados Unidos que para nada se parecían a él, un moreno de estatura media.

La adopción no era un misterio en las conversaciones familiares sino todo lo contrario. Su madre solía llevarlo a festivales peruanos o mexicanos en donde se sentía cerca de la cultura latinoamericana. “Siempre estuvieron felices de que yo sintiera que parte de mi identidad permanecía ahí conmigo”, afirma el DJ, quien al enterarse de su nombre real, Jaime, decidió bautizar a su proyecto musical enfocado en el house como Jamie Prado.

Su familia lo adoptó a los cuatro meses de nacido en un hogar materno de Bogotá, y lo rebautizaron como Nathan Hayes en Boston. En esta ciudad, cuando las fiestas lo empezaron a sacar del cuarto, se enamoró del punk y del ska. Tocó con un par de bandas de estos géneros hasta que por un cambio de parches terminó metido en uno de los clandestinos raves de esta ciudad.  

Allí, descubrió una vaina no tan distante al ska, el drum & bass. Un tipo de electrónica en el que los breaks son a 160 – 190 pulsaciones por minuto, combinados con unas contundentes líneas de bajo. Conociendo la escena local y juntándose con el parche correcto se acercó y le cogió confianza a los sintetizadores.

Fue así como nació Atlantic Connection, su primer proyecto profesional. Entre 2001 y 2009 grabó siete vinilos con sellos especializados de este género, se mudó a Los Ángeles,  viajó a festivales de Europa y firmó con grandes agencias de la escena. Sin embargo, un empleo como asistente ejecutivo en Nickelodeon le dio un giro a su vida. En esa industria duró unos meses, volvió por un corto periodo a la música y rentabilizó sus contactos para convertirse en productor musical de los VMA’s y creador de algunos soundtracks de series como Jersey Shore y Washington Heights.

 

 

En esas llegó a los 30 años y la inquietud se apropió de él. “Lo veo en el papel y pienso ‘tengo otro nombre atado a un lugar’. Fue una revelación difícil de procesar”, explica. La pieza que le faltaba a ese rompecabezas estaba en Bogotá, por lo cual tomó un avión hacia la capital. “Miré a la gente y pensé que se veían como yo, que sonaban como yo, cosas que nunca experimenté antes porque siempre fui el diferente”.

Estando en Bogotá, se animó a ir al hogar donde lo habían dado en adopción. “Me reuní con la fundadora, quien estuvo presente en el momento de mi adopción. Le pregunté sobre mi permanencia en el hogar y sentí un cierre”, cuenta.  Eso le dio un nuevo aire a su vida y volvió a Los Ángeles para experimentar con el house, ya bajo el nombre de Jamie Prado y sacó dos álbumes: Road to Indio y Return to Indio, que están impregnados de sonidos caribeños.

 

 

Las ganas de devolverle algo a su hogar de paso cuando niño en Bogotá, lo hicieron volver  en marzo de este año y compartir su música con los niños que se encontraban allí. “La idea era darle a los niños un día distinto, también presentarles una manera válida de expresión. Les hice saber que no había ninguna diferencia entre ellos y yo. Que mis frutos son producto del trabajo arduo”, cuenta.

En esa visita también escuchó Bomba Estéreo por primera vez y se enamoró de su música. Hizo dos remix de 'Algo está cambiando' y 'Mar (Lo que siento)', que de alguna manera representan eso que quiere lograr: una mezcla entre los sonidos autóctonos y la electrónica. El mánager de la banda colombiana lo contactó para incluirlos en el álbum de remixes de Amanecer.

Jamie Prado se siente colombiano, e incluso bogotano, hasta el punto que piensa establecerse definitivamente en la ciudad. Le interesa combinar esos sonidos propios de su tierra con el concepto que tiene del house. No le pierda la pista a este DJ colombo/norteamericano del que seguramente volverá a oír.

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