
Dos mujeres que manejan a toda
Así es un día de entrenamiento con dos mujeres que se han dedicado a un deporte considerado por muchos exclusivo para hombres.
A diferencia de otros deportes, en el automovilismo profesional colombiano no hay campeonatos exclusivos para mujeres. Por eso, en las distintas categorías que se disputan a nivel local como piques, cuarto de milla, circuito, time attack, camper cross y karts hay mujeres poniendo en aprietos a los hombres.
Miriam Gil y María Paula Martínez son dos de ellas; no solamente han participado en varias carreras de autódromo, sino que se encuentran adelantando entrenamiento para las competencias que se aproximan.
Saben que el automovilismo no es fácil. No sólo por el machismo que permea todas las actividades, también se requiere dinero para engallar el carro, modificar el motor, comprar repuestos, uniformes y gasolina.
“Mantenerse en el deporte es difícil, siempre se está en búsqueda de buenos patrocinadores y sólo los obtienes siendo una buena corredora”, explica María Paula, quien aparte de correr estudia sicología en la Universidad de la Sabana.
Ella tenía 20 años cuando manejó por primera vez el carro de carreras de su padre, un Chevrolet Swift GTI. Desde entonces se fue llevando todo por delante, incluso, la idea de que una mujer no es buena conductora. “Te fue bien para ser mujer”, le dijo hace un tiempo un compañero de carreras, después de eso, María Paula le ganó más de una vez en carreras de circuitos.
Miriam Gil es una joven venezonlana que se ha hecho conocer en la escena del automovilismo colombiano. Desde pequeña sentía una gran pasión por la velocidad, comenzó su carrera en Karts a los 16 años y ahora, después de 13 años, se está preparando para participar en la KWC, una competencia mundial que reúne los mejores representantes del automovilismo. El circuito se disputará en Italia este año.
Pero Miriam sabe que vivir de este deporte es muy difícil, por eso su afición la combina con la otra carrera, la de Administración de Empresas que cursa en el Politécnico Grancolombiano. Y para ratificar eso de que vive corriendo, además de estas dos actividades también trabaja en el departamento comercial de varias empresas.