Calcas ya clásicas que forran las calles bogotanas
Seguro las ha visto en Transmi, en los baños de un bar de mala muerte en Chapinero, en los semáforos de la 13… Con estos adhevistos, artistas como Chirrete Golden, Carsal y Criptón, entre otros, mantienen vivo el toma y pega en la ciudad.
Una postal habitual mientras se transita por las calles capitalinas es la que ofrecen las calcas que forran a tope los semáforos y las señales de tránsito. En el Centro, en Chapinero o en Tesaquillo es posible que haya visto estos adhesivos, ya distintivos de los artistas urbanos de la capital. Ellos, por más que se ordene limpiar estos espacios, vuelven a llenarlos a tope, manteniendo viva esta expresión de arte callejero (lea también La noche de las calcas).
Píllese este listado de las calcas más representativas de los grafiteros, ilustradores y diseñadores gráficos que abundan en Bogotá y no dejan morir la cultura del sticker. Seguro las ha visto… más de una vez.
Si va en un bus por la ciudad, asómese por la ventana en el próximo semáforo y seguro ahí verá este diseño, convertido ya en uno de los más representativos de la capital. Aunque podría pensarse que es el mismo diseño, realizado con corte láser, El 2 camella al collage: cada calca consta de 3 piezas variando siempre colores y materiales y son 100% hechas a mano.
Economía de guerra, de la serie Pictogramas, lanza una crítica a la guerra como negocio y a la violencia generada por la ambición económica. Con más de 10 años dándole en forma a las calcas, Dj Lu recuerda que hace más de 7 años estaba pegando stickers y se lo llevaron a un CAI mientras los policías descifraban el significado de esos símbolos, a los que llamaron “panfletos”. Después de un análisis juicioso de un agente de la Dipol, el artista urano salió del lugar, no sin antes ser felicitado por su trabajo y compromiso con la paz de Colombia…
Al igual que El 2, el cuchito de Carsal es una calca que usted seguro ha visto por ahí pegada en las calles de la capital. El retrato en medios tonos que se ve en los adhesivos y los carteles hechos en serigrafía es el abuelo de Carsal y representa esa identidad autóctona que todos hemos ido perdiendo.
La famosa caja de leche de este artista callejero ya se veía pegada por ahí en esténcil desde 2005, pero fue al año siguiente cuando empezó a darle bombo en serigrafía. La idea le surgió después de ver a unos ‘chirris’ empacando pegante en una tetrapack. Por allá en 2009 la calca se convirtió en bombing con aerosoles, cuando Chirrete empezó a rayar como Sabor.
A diferencia de las calcas de los demás, este referente del esténcil recurrió a la cinta adhesiva transparente buscando un modo más práctico para hacer stickers, por lo cual es habitual verlo con cinta siempre en la mano. Una ventaja de este formato es que se pueden pegar tanto pedazos pequeños como tiras largas que ocupen un gran espacio. Siempre que le piden calcas, dice Stinkfish, se hace difícil pues deben pegarse de inmediato.
Foforros el Rey representa 100% la cultura popular colombiana, haciendo un juego de palabras con los icónicos Fósforos el Rey y apelando a la pola. Aparte de las calles y señales, está calca es usual verla en los baños de los bares y rockolas de la ciudad, allí donde el foforro se sale de control.
De 2012 para acá las calles y señales bogotanas se han visto adornadas con este visitante de otro planeta. Entre carteles y calcas este inmigrante plasmado en serigrafía artesanal representa la migración espacial por el rechazo y maltrato animal.
Aunque lleva poco dándole a esto, ya ha logrado bombardear muchas de las señales de la capital con su calca, transmitiendo un mensaje de anarquía en todo aquel que la vea. Estas son en serigrafía sobre distintos tipos de adhesivo, microperforado, transparente, blanco entre otros.