La sonrisa de Jaime Garzón ya tiene su lugar en la Nacho
Aprovechando la fecha de su cumpleaños, un grupo de estudiantes pintó el rostro del humorista político en la fachada del Auditorio León de Greiff, a pocos metros del Che. Lo hicieron entre música, vídeos de Heriberto de la Calle y con la presencia de Marisol Garzón, hermana de Jaime.
El 24 de octubre nació Jaime Garzón –ayer hubiera cumplido 56 años- y fue la fecha elegida por un parche de estudiantes de la Universidad Nacional para estampar, por fin, su rostro en la fachada del Auditorio León de Greiff, a pocos metros del Che Guevara, pintado en 1981 por los hermanos Sanjuán.
La iniciativa para pintar a Garzón, quien fuera estudiante de Derecho en esta universidad, fue del colectivo Al Carajo, que impulsó a través de las redes sociales un evento convocando a toda la comunidad. Todo empezó como consecuencia del debate que se reavivó durante las últimas semanas por las intervenciones que hicieron del rostro del Che, unos para quitarlo, y otros para repintarlo. Fue el mismo grupo de estudiantes que repintó al Che el pasado martes el que asumió la pintada de Jaime Garzón.
“Que hayan borrado al Che impulsó la idea, pero nosotros siempre hemos reivindicado a Jaime Garzón y decidimos aprovechar la situación, y que justo nos coincidió con su cumpleaños para realizar la intervención”, afirmó Juan Diego Escobar, estudiante de Ingeniería Mecatrónica.
Pasadas las cinco de la tarde empezaron a acomodar los andamios, esperaron que llegaran los dos galones de pintura vinilo necesarios, y que cayera la noche, pues el proceso de pintada se iba a hacer mediante la proyección de la imagen en la fachada con un videobeam.
Sin micrófono, la Plaza Che se convirtió en un escenario de debate a grito abierto y el ‘aplausómetro’ fue la primera medida para decidir qué imagen de Jaime Garzón se iba a pintar. Fueron dos las opciones, pero finalmente prevaleció la opinión de Ana María Coy Hererra, egresada de Artes de la universidad que, enfundada en su overol naranja de trabajo, argumentó que retratar al periodista y humorista con su sonrisa ‘Quac’ requería de menos detalle y era más fácil de realizar.
“Respeto al Che, sé que tiene un significado más allá, y es como para que no se vuelva a repetir jamás una masacre ni la presencia militar en la Universidad, pero creo que la iconografía de la universidad debe ser de gente que propone, que crea. Jaime Garzón no solo creó toda una mirada al periodismo en Colombia, sino que sigue proponiendo y estando vigente”, dijo Ana María.
Y entonces sonó ‘Canela’ –esa canción que premonitoriamente Garzón cantó meses antes de morir, de manera singular y con un adiós de carnaval- en el parlante que habían llevado los estudiantes, y “Chucho” un estudiante de Cine, dio la primera pincelada. También, en la fachada, mientras se subían grupos de a cuatro a pintar, se proyectaron videos y charlas que dio Jaime Garzón en vida, entre ellas una que dio en febrero de 1998 en la Universidad Nacional.
Marisol Garzón, hermana de Jaime, estuvo durante todo el proceso, y se dirigió a los estudiantes. “Me alegró mucho que estuviera nuevamente la imagen del Che, y creo que cuantas veces haya que pintarla, pues se vuelve a hacer. Esas lógicas de andar borrando no deberían funcionar, menos en un escenario tan significativo como la Universidad Nacional. Creo que él [Jaime Garzón] estaría muy contento de estar acá”, dijo Marisol, que fue la encargada de recibir, años atrás, el grado póstumo de su hermano como abogado de la Nacional.
Marisol también aprovechó para pedir que se deje de hablar de “polarización” en la Universidad Nacional, que la gente se una, se escuche y se tomen decisiones en conjunto, y en su idea fue apoyada por los estudiantes. “La Universidad es para debatir, para las ideas, no esperamos que todos estén de acuerdo a que estos íconos estén ahí [Jaime Garzón y el Che Guevara]. Lo que esperamos es poder expresarnos con libertad, con tranquilidad. Por eso, cualquiera es libre de usar este espacio para expresar lo contrario”, afirmó Juan Diego Escobar.