Pegatina Criolla y sus figuras freaks
Pinta historias cotidianas desde hace más de ocho años. Este ilustrador y muralista bogotano se ha abierto un espacio en el arte urbano local con sus personajes imperfectos y sus evocaciones entre irónicas y surreales.
Sus armas son el lápiz, el papel y un computador engallado con todo lo que el Ilustrator y el Photoshop pueden ofrecer. Pero cuando de pintar un muro se trata, su acompañante es el vinilo. Pegatina Criolla tiene un sello propio, una muy bien definida voluntad de estilo, una estética que se mueve entre el humor y la crítica, entre cierta inocencia postadolescente y una imperfección en el trazo que da gusto contemplar.
Las divertidas situaciones cotidianas y los personajes y figuras un tanto freaks (ataviados con sombreritos) que conforman su trabajo en la ilustración y en el muralismo, les dan vida a las historias que, con destreza y escasos pero eficaces recursos técnicos, Pegatina plasma en papeles, pantallas o paredes.
Estudió varios semestres de diseño gráfico antes de dedicarse de lleno a bocetear, colorear y rumiar las reflexiones que acompañan sus ilustraciones.
Pegatina Criolla quisiera que en Colombia el arte urbano se tomara más en serio. “El muro, que es lo mío, es una herramienta de transformación, porque permite un diálogo con la ciudad y los ciudadanos. Lo que pasa es que en este país no estamos acostumbrados a solucionar los problemas hablando sino a las patadas”.
Pega, como lo conocen en el medio editorial y en el underground bogotano, prefiere, como parte del juego de máscaras que permite el arte, mantener su nombre de pila oculto y su rostro lejos de los reflectores.
Reconoce que muchos de los crews de muro no tienen un mensaje político ni les interesa el ego ni los likes en Facebook. Sencillamente, hacen lo que les gusta e intentan ir más allá de la moda. “Pintar un muro es un proceso íntimo. Es un gusto que se va afirmando con la experiencia y el aprendizaje que te deja cada pared pintada”, dice.
En mayo de 2012 pintó su primer muro en el barrio 20 de Julio. La dueña de la casa le pagó quince mil pesos por tres días de trabajo, durante los cuales hizo bocetos, preparó el vinilo y pintó un ave multicolor que, tres años después, permanece intacta. Pegatina gastó en pintura y herramientas el doble de lo que le pagaron.
Luego, con su primer crew, Detestables, pintó varios muros en la Zona de Tolerancia y en las calles aledañas a la Plaza España. Para Pega este fue un ejercicio valioso de resignificación del espacio a través del arte. “Soy como un Robin Hood del dibujo. No robo dinero, sino el ego a las personas para que todos vivamos mejor, y claro, la ciudad me presta sus muros para hacerlo”.
"Pegatina Criolla tiene un sello propio, una muy bien definida voluntad de estilo, una estética que se mueve entre el humor y la crítica, entre cierta inocencia postadolescente y una imperfección en el trazo que da gusto contemplar"
La calle, las conversaciones ajenas, (¿acaso las noticias que le llegan de oídas y los comentarios insulsos que encuentra en las redes sociales?), forman parte de sus inspiraciones a la hora de ilustrar. Y en cuanto a los artistas locales que admira, en un par de entrevistas ha mencionado a Ark, Jim Pluk, Dipacho y Eloctrobudista.
Entre los encargos más interesantes que le han hecho cabe mencionar las ilustraciones para Échele Cabeza cuando se dé en la cabeza, un colectivo de investigación que difunde información sobre sustancias Psicoactivas (SPA) y que busca promover el autocuidado de los jóvenes.
“Ahora estoy preparando El viaje del granjero, un personaje que tiene su casa enganchada a una caña de pescar que lleva sobre sus hombros. Es una metáfora de la vida y el desarraigo.”
Pegatina Criolla es uno de los artistas invitados a Xpo JovenES 2015, que se realizará en Corferias del 24 al 26 de septiembre.
¿Qué es Xpo JovenEs?
Es la primera feria especializada en juventud que sirve de plataforma estratégica para contribuir al posicionamiento de las y los jóvenes como la clave para la transformación del país, destacando de ellos cómo su quehacer aporta al desarrollo y la paz de Colombia. Esta primera versión se lleva a cabo gracias a un trabajo intersectorial de la Dirección del Sistema Nacional de Juventud "Colombia Joven" de la Presidencia, con los ministerios de Cultura, Educación y Agricultura; el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena; y la Cámara de Comercio, y cuenta con importantes aliados del Gobierno Nacional, la Cooperación Internacional, la empresa privada y la sociedad civil organizada, en torno al objetivo común de creer en el potencial creativo, innovador y trasformador de la juventud colombiana.