Para los colectivos y restaurantes veganos en Bogotá la lucha no es solo animalista
Estos espacios y grupos han sabido llegar más allá de su nicho y vincular su labor activista a otras luchas como el feminismo o la educación popular. Aquí le dejamos un directorio con algunos de estos nombres y lo que nos contaron sus fundadores.
La discusión viene siendo la misma hace ya un buen rato: es vital reflexionar sobre cómo los lhábitos alimenticios nos están empujando a un desenfrenado cambio climático y a continuar con una opresión animal cuyo desenlace ha sido–con datos de sobra– fatal. Ante los daños irreparables, para muchos la solución está en cambiar estos hábitos y organizarse para generar un cambio individual y colectivo.
En los últimos años han surgido en Bogotá varias iniciativas que están dando la pelea por disminuir el daño ambiental y reivindicarse con el planeta. Cada vez hay más espacios que aportan a la concientización desde diferentes ópticas y que buscan generar hábitos de consumo libres de sangre. Restaurantes veganos frecuentados por veganos y no veganos, así como colectivos enfocados en difundir la lucha por la liberación animal, son algunos de estos proyectos que han sabido hacerse un lugar en el activismo capitalino.
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La mayoría de estos proyectos no solo llevan la lucha vegana y animalista como bandera, sino que también son afines a otras luchas. Atravesados por el feminismo, el antiespecismo, las disidencias de género y el activismo popular, estas iniciativas (en su mayoría lideradas por mujeres), son prueba de lo cercanas que llegan a ser las luchas por la reivindicación de los derechos.
A continuación, les dejamos un directorio de algunos espacios y colectivos a los que pueden acudir si quieren hacer parte del cambio.
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Carrera 9a # 60-44, Chapinero
Tel: 2101721
A dos cuadras del Parque de los Hippies se encuentra ubicado hace diez años este espacio gastronómico y cultural que, además de ofrecer quince diferentes platos a la carta, tres menús del día y bufett –todo vegetariano/vegano–, abre sus puertas a diferentes actividades culturales enfocadas en promover un estilo de vida saludable a través del consumo consciente, respetuoso de la vida, el medio ambiente y los animales.
Autogestionado con la ayuda de revistas, clases y conferencias en colegios y universidades, así como gracias al trabajo de voluntarias y voluntarios, este espacio que tiene su origen en Medellín como movimiento animalista, ofrece talleres y programas gratuitos como “Carnívoros anónimos” o “Activismo”, en los que se guía y acompaña a personas que quieran dejar de consumir alimentos de origen animal. También llevan a cabo actividades ambientalistas como las visitas a eco-aldeas, donde se educa a las personas acerca de la cultura orgánica.
“Nosotros estamos enfocados en hacerle entender a las personas que mediante la alimentación pueden hacer más activismo que en marchas y política” –comenta Sandra Muñoz, fundadora del restaurante– “Muchas personas en sus vidas cotidianas no tienen conocimiento acerca de qué es el planeta, qué es la educación ambiental, qué es el vegetarianismo, el veganismo; entonces nos motiva eso, llegar a esas personas, que conozcan, así quieran o no quedarse”.
Abren de lunes a viernes de 11:30 am a 4:00 pm y sábados de 11:30am a 3:00pm.
El rango de precios va desde 8k a 20k.
Calle 69a # 9-65, Quinta Camacho
Tel: 7586463
Frente al parque Giordano Bruno en Quinta Camacho funciona hace seis meses Elektra, un vegan fast food que, cual banda de punk, arranca en el garaje de una casa cultural proponiendose como una escena alternativa y diferente del veganismo. Enchulado por murales de Inspektor de Bikinis, el restaurante se enfoca en ofrecer a sus comensales un lugar en el que veganos y no veganos puedan sentarse cómodamente a comer un sándwich vegano y tomarse una pola al son de clásicos del punk.
Además, Denise Monroy, creadora del proyecto, lleva ocho años trabajando alternamente en ampliar la oferta gastronómica vegana con el desarrollo de productos lácteos a base de nueces y coco con fermentación natural como yogurt de coco, queso gouda, mozzarella, roquefort y camembert.
“Nosotros trabajamos para crear una carta con productos veganos para no veganos y creo que ese camino ha hecho que mucha gente venga al restaurante y empiece a darse cuenta que reducir el consumo de productos de origen animal es una opción deliciosa. Hay carnívoros que van una vez por semana a Elektra y eso es un paso gigante en una dieta más incluyente –afirma Denise. Lo más interesante de Elektra es cómo ese espacio conecta diferentes generaciones. Todos estamos cómodos entre el punk, el pink y la buena comida”.
Elektra funciona de martes a sábado de 12 del día a 10 pm y los domingos de 12 del día a 5 pm. Los platos van desde 8k a 16k.
Calle 45 # 22-55, La Hoguera
Tel: 3116999271
Ubicado en la Hoguera, un espacio cultural seguro para la diversidad y punto de encuentro de varias disidencias que funciona a puerta cerrada, Navegante nace literalmente por un antojo de Adriana Cuca, una de las dos cabezas fundadoras de este proyecto. Cuenta Adriana que uno de los obstáculos durante su transición al veganismo fue la dificultad de conseguir en Bogotá opciones veganas que le gustaran. Antojada de una empanada, decidió hacerla ella misma y fue así como, en compañía de Andrés Quitian, el segundo integrante de esta dupla de mochileros, empezaron a vender empanadas en la calle en bicicleta, para posteriormente moverse por domicilios desde Engativá hasta el centro. Hace poco empezaron a funcionar en la Hoguera donde el reto principal ha sido demostrar que se puede comer rico y sin sangre.
Navegante se propone como un colectivo abierto para todo aquel que quiera aportar. Hace poco se unieron con Vaginas Ruidosas, un colectivo de mujeres y disidencias de género para trabajar en conjunto por la reivindicación con los animales y la causa feminista. Además, Navegante también apoya desde el mercado, comprando las verduras directamente al campesino que las siembra. Su oferta gastronómica se enfoca en la comida rápida, toda hecha de manera artesanal por ellos mismos.
“Lo que siempre tratamos de demostrar con Navegante es que es una cocina sin pretensiones. Nos gusta decir que es cocina popular vegana porque por ejemplo, tenemos platos peruanos, platos mexicanos, que en un lugar normi te cobran veinte– dice Andrés–. Aquí puedes venir y por un precio razonable comer rico, quedar bien, irte llenito. Es comida hecha con amor”.
Navegante funciona de martes a sábado de 12:00m a 3:00pm con un menú de almuerzo que cambia todos los días. Luego, de 3:00 pm a 8:00pm, tienen las opciones de comida rápida. Recuerde tocar la campana a la entrada cuando llegue.
Los precios van desde los 3k hasta los 12k.
Calle 64 # 3A-29, Chapinero
Tel: 3099633
Casa Lélyté, que significa crisálida en lituano, está ubicado en la falda de los cerros orientales. El concepto del lugar es “cocina vegetal experimental”, un eufemismo que busca evitar que la gente salga corriendo cuando se le habla de comida vegana. El restaurante propone un espacio para cambiarle el chip a aquellos para quienes la proteína animal es lo principal en un plato. La oferta gastronómica es cocina de autor y a través de sus preparaciones experimentales pretende demostrar que en el mundo vegetal hay un sinfín de opciones deliciosas.
El aporte a la causa animalista no es únicamente la reducción del consumo de carnes y lácteos, sino más allá de eso, crear conciencia en aquellos que no son veganos para que su consumo sea menos violento con el planeta. Además, todos los vegetales que se usan en sus preparaciones provienen directamente de agricultores de Chía, Cajicá o la Calera. Por otro lado, el espacio abre sus muros a artistas emergentes que quieran dar a conocer su obra. Cada cuatro meses se hace un evento en el que el artista expone sus piezas y además, tiene la posibilidad de saber a qué sabe su obra, reinterpretada en la cocina.
“Se tuvo que quemar la Amazonía y la mitad de Australia. Han tenido que pasar eventos bien malucos para que la gente por lo menos un día a la semana coma sin carne”. Opina María Angélica Bernal, la cabeza detrás del proyecto. “Ahorita, afortunadamente la gente está cambiando el chip y está entendiendo que no es como: me voy a volver vegetariano o vegano estricto, no, es más bien pura consciencia, estilo de vida”.
Casa Lélyté funciona de lunes a sábado entre las 12:00m y las 10:00pm.
Los platos están entre los 15k y los 32k, casi todos para compartir.
Cra 9 # 60-96, Chapinero
Tel: 3202334948
Desde hace seis años funciona en una esquina de la calle de los anticuarios esta cocinita que se precia de ser la primera en ofrecer comida rápida vegana en Bogotá. Sus clientes habituales son tatuadores y gente de bandas, aunque no faltan las señoras que los visitan diciendo sentirse jóvenes entre tanto mechudo perforado. El reto más duro de afrontar fue apuntarle a un nicho tan cerrado como el vegano desde la comida rápida, pues en sus inicios la demanda era mínima. Ahora tienen siete variedades de hamburguesa, salchipapa, paella, lasagna, y picada, entre otros. Todos estos platos son preparados fusionando sabores locales con sabores del mundo.
La cocinita verde le apunta a una producción limpia. Todo lo que usan es ecológico, no usan plásticos ni icopor. Por otro lado, están comprometidos con el apoyo a nuevos proyectos emergentes. Todas las marcas que entran son artesanales, independientes y autogestionadas. En lugar de gaseosas ofrecen kombucha de DAR Alimentación Consciente, una bebida artesanal fermentada por las manos de sus creadores. También tienen chips de garbanzo de Palamano Snacks, unos chicos que montaron una cocina en la casa de los papás. La Cocinita hizo presencia en las jornadas del Paro Nacional donando refrigerios para los manifestantes, apoya con comida a fundaciones como Tapitas por Patitas y dona alimentos para perros y gatos periódicamente.
“Le apunto al público joven porque siento que es el futuro, siento que los jóvenes son los que han hecho el cambio con el tema del veganismo en el mundo. Lo volvieron una moda que genera un impacto ambiental muy bueno, es una moda que ayuda, que salva y que se convierte en un estilo de vida” Afirma Melanny Vázquez, heredera del proyecto. “Hay unos que siguen, otros no, pero con el intento se genera el cambio”.
Abren de lunes a jueves de 12:00m a 9:00pm, viernes y sábado de 12:00m a 10:00pm y los domingos de 12:00m a 5:00pm. Los precios van desde los 10k hasta los 16k.
MUCHAS ZORRAS
Colectiva antiespecista y feminista
Este parche se organizó como una colectiva antiespecista y feminista conformada por un grupo de mujeres que buscaban reforzar sus ideales, al tiempo que transmitir, a través de la pedagogía, una manera consciente de habitar y consumir en el mundo. Según comenta su cofundadora Alejandra González, también buscaban entender y recalcar la necesidad de exponer su postura feminista para así poder acabar con los aspectos misóginos y machistas que hay en el movimiento animalista y vegano en el país.
En medio de las actividades en las que trabajan, llevan a cabo un proyecto de adopción y rescate de animales maltratados o en situación de abandono, encabezado por Paula Moreno, cofundadora de Muchas Zorras junto a Alejandra.
(Lea ‘La performance, ese ejercicio descarnado del activismo animalista’)
Uno de los planes que tienen a corto plazo es sacar un fanzine que informe acerca del antiespecismo en relación al feminismo y las aristas que hay alrededor de estos dos temas dando a conocer el camello que vienen consolidando desde hace cuatro años. “Queremos seguir hablando de cómo las mujeres hembras humanas y no humanas son explotadas por la industria. Es muy importante entender que las luchas deben converger”, aseguran.
Dentro de los proyectos que esperan concretar en el transcurso de este año está ir a diferentes ciudades y pueblos donde nunca se ha hablado ni de feminismo, ni de antiespecismo, pues consideran de gran relevancia educar y transmitir nuevos conocimientos a la mayor cantidad de personas posible para que cambien sus hábitos de consumo.
Para hacer parte de esta iniciativa colectiva lo único que tiene que hacer es comunicarse con ellas a través de redes sociales o caerles cuando estén en medio de alguna actividad.
SEVERAS FLORES
Colectiva Libertaria Trans Feminista
Severas Flores es una colectiva conformada por personas disidentes de género. “Maricas asignadas como hombres al nacer y de diferentes identidades de género que le apostamos a la construcción colectiva de la revolución anarcovegana”. Así lo explica Ahmoxis, integrante del grupo.
En el 2015, después de haber hecho parte de organizaciones de educación popular y de parches feministas y trans, decidieron articularse en un proyecto político, educativo y de comunicación que recogiera múltiples posturas e intereses por construir estrategias y posibilidades para la transformación social. La colectiva se mueve bajo la premisa de resistir las violencias del heteropatriarcado, capitalista, colonial y especista mediante el encuentro, el apoyo mutuo, la educación y el trabajo colectivo para aprender nuevas maneras de relacionarse y de crear comunidades diferentes no solo entre humanos sino también con los animales.
Anualmente desarrollan un festival llamado MarikaFest, una actividad que tiene como objetivo promover la comida vegana como una alternativa deliciosa, fácil, barata y poderosa para detener la masacre a los animales. “En general en nuestras actividades promovemos una crítica al capitalismo y al consumismo mediante procesos encaminados a la auto sostenibilidad, la autogestión, el apoyo a iniciativas locales, agricultura urbana y la soberanía alimentaria. El veganismo que promovemos es un veganismo que le apunta a la transformación social mediante la desnaturalización de la división humano-animal que sustenta la explotación de los animales porque nos han enseñado que los humanos son y deben ser superiores”, sustentan.
Si usted quiere hacer parte de Severas Flores, cada año este parche saca una convocatoria para nuevos integrantes. Si usted es de los que quiere rebelarse frente a la opresión a animales humanos y no humanos, contáctelos a través de la página de Facebook.
CORAZÓN ANIMAL VEGANO
Colectivo pedagógico
Este colectivo se mueve desde la pedagogía y el activismo. Por un lado, se dedica a la difusión de información desde las redes, en la calle, colegios, universidades y diferentes espacios en los que se pueda mover el mensaje. Por el otro, al dar alternativas a los hábitos de consumo con productos vegan, buscan desmentir que el veganismo es de elite y demostrar que los fondos que adquieren de éste sirven para apoyar campañas de activismo, brigadas de salud y rescates.
“Nuestro objetivo es lograr la liberación animal y el fin del especismo. Reconocer a los animales que sufren en los mataderos y en condición de calle, como víctimas de una violencia que normalizó el Estado y la sociedad. Difundimos el veganismo popular, brigadas de salud, adopciones, activismo, visibilizando su sufrimiento, explotación e indiferencia hacia los animales”, explica Paula Moreno, cofundadora de la colectiva que trabaja tiempo completo por los animales desde hace nueve años.
Otra de las aristas claves en medio de Corazón Animal Vegano es el activismo, para trabajar en procura de la liberación animal. Rescatar, esterilizar animales en condición de calle, prestarles un hogar de paso a los que tengan condiciones especiales como discapacidades sin importar la especie, son algunas de sus líneas de acción. Este equipo, que además cuenta con médica veterinaria, gastrónoma y diseñadora gráfica adaptó una casa cultural para promover el veganismo, brindar atención veterinaria, vender comida y ser hogar de paso.
Si usted quiere hacer parte de CAV los únicos requisitos que debe cumplir son: asistir a los eventos y formar parte activamente en las actividades o colaborar mediante donaciones y difusión.
