Mestizua: una apuesta por revitalizar Sogamoso a través del arte
Durante la primera edición del festival Mestizua, Sogamoso le abrió las puertas al arte y la cultura. A través de murales, talleres y conversatorios el festival puso a hablar a los asistentes sobre temas claves para la región como el liderazgo femenino y la problemática actual de los páramos.
El pasado 11 de julio tuvo lugar el Festival Mestizua, una iniciativa artística y cultural que le apostó a revitalizar Sogamoso. Este ejercicio sin antecedentes en la capital de la Provincia del Sugamuxi, buscó llevar el arte urbano a una ciudad donde la oferta cultural es escasa o nula. Con la intención de que los pobladores conozcan, se sientan identificados y se apropien de espacios para generar cambios a nivel comunitario, el festival se tomó los muros de la ciudad, así como una de sus galleras.
Intervención de Guache en su natal
“Estamos convencidos que la revitalización de espacios públicos transforma los entornos de las personas. El muralismo se presta como una herramienta artística que genera desarrollo social, económico y turístico en la ciudad y al tiempo desarrolla capacidades críticas, reflexivas y expresivas en la población”, señaló Gherald Rincón, directora general de Mestizua, nombre que construyeron con la mezcla entre mestizaje y la palabra ‘Zua’, que hace referencia al sol en chibcha.
A la izquierda intervención de Sonomi-e y a la izquierda Dexpierte Colectivo en acción
La persona que inspiró este proyecto fue el muralista sogamoseño Oscar González, mejor conocido como Guache, un artista que ha alcanzado con su gráfica ciudades como Chicago, Buenos Aires o Lyon, lo que le ha posicionado en el circuito del street art internacional aunque su trayectoria sea poco conocida en su tierra natal. “En enero de este año vi un video de Guache y le escribí a ver si estaba interesado y dijo que sí. Le planteamos el festival de muralismo, hicimos autogestión y él se encargó de los muralistas. Oscar es parte fundamental de esta organización”, explica Víctor Vianchá, quien se encargó de la parte logística y jurídica de esta iniciativa colectiva.
Muro de Sumercivos
Con la intención de que el festival no se centrara únicamente en el muralismo, la Colectiva 34 –apelativo que escogieron como referencia a los Héroes de la Ramada, figuras de la independencia en Boyacá masacrados en 1819 a manos del General Barreiro– estructuró una serie de Concervezatorios, eventos de charla y cerveza que se centraron en diversas temáticas de interés común entre los sogamoseños.
Una charla sobre la situación actual de los páramos boyacenses entre el líder social Wilson Castillo y el artista José Ismael Manco, un taller de muralismo, un campeonato de tejo feminista y un recital protagonizado por poetisas locales, fueron algunas de las actividades que se desarrollaron en la gallera, un espacio en el que de vez en cuando aún tienen lugar estos espectáculos de maltrato animal y que es poco convencional para este tipo de encuentros culturales. “Si bien esa gallera se usa una vez al mes para peleas de gallos, queríamos entrar y mostrar cómo esos entornos pueden ser muy interesantes para hacer este tipo de actividades”, asegura Gherald.
Intervención realizada en la carrera 26
Muro de Podri2 y GreenAmarilla. Foto de Andrés Salcedo.
Artistas locales y provenientes de diferentes rincones del país aceptaron la cita para darle una nueva cara a los muros de la ciudad del sol. Guache, Alejandra Medina, Atomic, InDios, Podri2, Dexpierte Colectivo, Sonomi- e, Delacalle, Álvaro Rojas, Sumercivos, Danny Rebel, Andrés Camacho, José Ismael Manco, Jacob Pava, Ricardo Torres, GreenAmarilla, Deimos Type y Tonra fueron los encargados de dar color a la ciudad en la primera edición del festival.
Tonra interviniendo uno de los spots de Mochacá, barrio tradicional de Sogamoso
“A veces siento que faltan más propuestas frente al arte urbano y que ésta exista es muy interesante porque la movida allá va a ser más visible y se va a incentivar más a los artistas de la región”, comenta el manizalita Tonra. Por su parte, el artista sogamoseño Podri2 considera que estas iniciativas son positivas pues “la movida cultural en Soga está muerta y hay muchos pelados haciendo cosas, pero no tienen los estímulos para ejecutarlo. En Bogotá y Tunja hay convocatorias y becas, pero en Paipa, Duitama y Sogamoso está muerto”.
A la izquierda el trabajo de Delacalle y a la derecha la intervención del artista tunjano InDios. Fotos de Apuestalarte
Para cerrar Mestizua con broche de oro, el 13 de julio se llevó a cabo un mercado campesino con el que se quiso exponer la riqueza agrícola y el importante rol de los campesinos en las dinámicas alimentarias de la zona urbana sogamoseña. “Es un orgullo que estuviera presente nuestra cultura popular y campesina. Fue una muestra de algunos territorios que le apuestan no solamente a la seguridad alimentaria sino a la soberanía alimentaria, rescatando nuestras raíces e identidad, de donde viene nuestra gastronomía e inclusive nuestra crianza”, explica Ivonne Ramírez, quien se encargó de este ejercicio. Ese mismo día en horas de la noche, se realizó un mapping o proyección de imágenes dibujadas en vivo sobre la Casa de la Cultura, a cargo de Guache.
Para Ricardo Plazas, productor general y creativo del festival, la expectativa para la próxima edición es consolidar el público, los apoyos y fortalecer el sector cultural que es un tema que se ha dejado de lado durante las últimas administraciones. Es claro que este tipo de ejercicios cambian la cara de Sogamoso, fomentan el arte e incentivan a los más jóvenes para que le metan la ficha a su ciudad y la pongan en el radar de los turistas nacionales y foráneos.
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