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Los peores y mejores murales de Bogotá según cinco artistas urbanos

La mayoría le tiran a los manchones grises de la Alcaldía para tapar obras de otros creadores, pero también alguno se atreve a señalar trabajos de gente reconocida como Toxicómano. Pero para no dejarlo todo en la crítica, Zokos, Ledania, Cazdos MDC, Skore 999 y Franco también nos hablaron de sus grafitis favoritos y las razones para escogerlos.

Andrés J. López / @vicclon

En Bogotá hay grafitis que han puesto a hablar a todos y no precisamente por su belleza: el que hizo Justin Bieber en 2013, los tags de distintos artistas urbanos o los rayones de los barristas. Estos trabajos no respetan estrato y se encuentran en los sitios más feos y abandonados de la ciudad, pero también en los más lujosos. A fin de cuentas, el arte urbano, con o sin permiso, buscar ser visto por el mayor número posible de personas, y en todos los lugares imaginables. Las obras que se exhiben en esta enorme galería callejera no siempre son del agrado de todos. Hay trabajos que, ya sea por su técnica, color o mensaje, en vez de admiración, generan rechazo.

Esta dualidad no es solo apreciable por parte de los transeúntes. Los propios grafiteros, por una u otra razón, encuentran obras que no son de su agrado o, que por el contrario, se ganan su admiración. Le preguntamos a los artistas urbanos bogotanos Cazdos MDC, Ledania, Skore 999, Zokos y Franco que nos dijeran cuáles son los trabajos callejeros que más y menos les gustan.

 

Zokos

Desde hace unos cinco años, Ricardo Correa, mejor conocido en las calles como Zokos, dejó de hacer tags para dedicarse a trabajos más elaborados, algo que se nota a simple vista en sus murales y cuadros como Midnight Sun, E-18 y Amenaza. Por eso, cuando escogió su pieza de arte urbano favorita era obvio que se iría por una igual de compleja a lo que él suele hacer.

El mural que más aprecia Zokos es Bad Hunter, realizado por el artista australiano Fintan Magee durante su visita a Colombia en 2013. Este trabajo está ubicado en la calle 80 con carrera 83. “He visto este muro desde hace casi tres años, y siempre me ha cautivado por la paleta de colores y la expresión; me parece bastante pictórico”, comenta Zokos.

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Imagen tomada del Flickr de Fintan Magee

 

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Fotografía de Yurika MDC

 

 

Por otro lado, los “grafitis” que menos le gustan son aquellos que está haciendo la Alcaldía de Bogotá para censurar el trabajo de los artistas urbanos. “Fuera que al menos los pintaran bien, pero dejan unos manchones grises que lo que hacen es rayar más a los artistas y provocarlos a que sigan pintando”, afirma.

 

Ledania

El mural que más ha sorprendido a esta artista de 28 años, sin duda uno de los orgullos locales gracias a su neomuralismo, también fue hecho por un extranjero y no por un creador local, pero el haber sido testigo de su elaboración fue suficiente para que se convirtiera en su favorito en la capital.

Se trata del mural que hizo el argentino El Marian en diciembre del año pasado durante el Festival Revitalización, que buscaba darle una nueva cara a las fachadas del barrio Santa Fé. “Yo estaba pintando al lado de él y vi todo el proceso de creación del muro. Me atrajeron mucho los colores que usó y su técnica, que es totalmente opuesta a lo que hago”, cuenta Ledania.

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Fotografía de Kicho Cubillos

 

 

Al igual que Zokos, Ledania también le tira a  los “grafitis” grises de la Alcaldía. “No se dan cuenta pero también están grafiteando; están cambiando una pared por otra. Ellos dicen que lo que hacemos es antiestético pero pintan con un color de obra negra feísimo”, comenta.

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Fotografía de Alejandro Clark

 

 

Skore 999

El estilo de Skore abarca murales con distintos formatos, letras, caracteres y tags como en Sangre Reptiliana, El Guardián del Barrio o Supervivencia Animal, que dan cuenta de lo familiarizado que está con todos los trabajos urbanos que se ven en las calles.

Pero entre todo lo que ha visto, el trabajo que más le ha impactado ha sido el mural de Zokos, ubicado en la carrera 13 con calle 46, y que fue realizado después de la convocatoria Memorias del futuro que hizo Idartes en 2014. “No había visto nada de este muro en redes sociales sino que me estrellé con él de repente. Esa pared estaba desperdiciada y era invisible para muchos, pero ahora es inevitable verla detalladamente”, dice sobre este coloso.

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Fotografía de Kicho Cubillos

 

 

El trabajo callejero que menos le gusta a Skore es un muro hecho en 2014 por el bogotano Bohz y el puertoboyacense Swipin, que se encuentra en la carrera 30 con calle 63. “Usualmente se me graban solo los grafitis que me gustan, pero me acuerdo de este por su gama cromática tan paila. Esas cabezas tienen una muy mala elección de colores”, afirma.

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Fotografía de Kicho Cubillos

 

 

Franco

El trabajo favorito del creador del Sr. Frijol ya no está, pero se quedó en la memoria de este artista porque, a diferencia de los otros, este grafiti era móvil.

En 2011 Saks, Stope y Edge se metieron en la estación del Tren de la Sabana para hacer el primer End-to-end, un grafiti que va de un extremo a otro en uno de los vagones. “Muy poca gente se ha metido en este lugar a pintar. Para mí fue muy especial la acción de haber hecho un grafiti en el único tren que tenemos y, aunque fue muy efímero, alcanzó a rodar por toda la ciudad”, recuerda Franco.

Para Franco hay trabajos que, más allá de verlos feos, le “rayan la cabeza”. Este es el caso de un dibujo que se encontraba en la calle 19 con carrera 30, y del cual ya solo queda un manchón blanco. “Me parecía muy maluco este rostro porque lo veía muy desproporcionado, además Posi -el autor- no tuvo buen gusto a la hora de elegir los colores”.

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Imagen tomada de Google Maps

 

 

Cazdos MDC

Contrario a los otros trabajos, este artista eligió uno que se aleja de lo urbano: Nudobilia X, un mural dedicado a Omar Rayo que se ubica en la Avenida Caracas con calle 19. Este enorme muro hace parte de la cara del Centro de Bogotá desde 1988 y, aunque ya parecía estar en el olvido, el año pasado fue restaurado. “Esto le demostró a todos los creadores del street art que no solo los mensajes literales son válidos, sino que también hay pinturas abstractas importantes dentro del arte contemporáneo”, dice.

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Fotografía de Kicho Cubillos

 

 

El trabajo que menos le gusta sí hace parte de la corriente urbana. El mural de Toxicómano, en la carrera 13 con calle 14, no le cuadra por distintos factores. “Además del mensaje tan extraño que tiene (“Los feos somos muchos más”) los colores son bastante raros. Me parece que este muro es un acto de reivindicación de esa Bogotá Humana… incluye a Tripido, el grafitero asesinado. Me recuerda a esos trabajos medievales en donde las autoridades contrataban al artista para hacer un encargo que los hiciera quedar bien”.

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Imagen tomada del libro Más Que Muros. Fotografía de Angélica Montes.

 


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