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Aaron Swartz: en el nombre de Internet

Algunos lo han elevado afirmando que fue un niño genio. Muchas opiniones se cruzan en la red, pero lo cierto es que con 26 años este activista de Chicago logró defender sus ideales y los de toda una generación digital, pagando, al final, un precio bastante caro: su vida. 

Desde muy temprana edad, Aaron Swartz dedicó su vida a la libre propagación de la información en internet, creando y encontrando formas para que el contenido privado fuera de dominio público, razón por la cual fue reconocido como genio de la informática y la cibernética.

Cuando tenía 12 años desarrolló un sistema informático con uso de herramientas de código abierto; a los 16 fue coautor de RSS 1.0, una herramienta con la que se pueden publicar artículos en simultáneo de varios medios a través de la fuente a la que pertenece; en los años siguientes fundó Watchdog.net, Jottit, la red social Reddit.com y ayudó en la creación de Creative Commons. Por si fuera poco, también dirigió Open Library, una biblioteca que permite el acceso a obras de dominio público.

Entre sus aportes también se suma la creación de Tor2web, utilizado para navegar de forma anónima en Internet.

Cuando tenía 12 años desarrolló un sistema informático con uso de herramientas de código abierto; a los 16 fue coautor de RSS 

Pero todo se complicó en 2010, cuando Aaron cometió delitos cibernéticos descargando documentos de JSTOR, una base de documentos académicos de alta calidad. Luego, en 2011, fue encarcelado y recibió acusaciones de robar más de 4.8 millones de documentos, realizar fraude informático y entrar de forma ilegal a un ordenador protegido.

Un año después parece librarse de los cargos en su contra menos de los federales, frente a los cuales siempre se declaró inocente. Para saldar esta deuda debía pagar 35 años de cárcel, además de multas por más de un millón de dólares. Con semejante presión circulando por su cuerpo, el 11 de enero de 2013 se suicidó.

Como reacción a su muerte se reunieron más de 30 mil firmas para lograr la destitución de la fiscal que estuvo detrás de su caso, quien el día de su muerte retiró los cargos que le eran impuestos.

Ya pasaron dos años y algunos medios siguen cuestionando la “neutralidad” con la que la parte acusatoria dice haber tratado el caso. El Instituto Tecnológico de Massachusetts (de donde Aaron descargó los documentos) está pensando en cambiar definitivamente sus políticas con respecto a la privacidad de datos.

Por su parte, Brian Knappenberger, director del conocido documental We Are Legion: The Story of the Hacktivists, escribió y dirigió The Internet's Own Boy: The Story of Aaron Swartz, un documental que ha gozado de buena crítica desde su lanzamiento, el año pasado.

Si bien la muerte de Swartz tocó ciertas fibras mundiales y movió ciber masas, sus ideas e impulsos han abierto a fuerza de codazos una zanja para la crítica y el debate sobre la libertad de la información. Mas aun: de la información académica.

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