
Mikasa Bar: originalidad bajo la mata de mango
Desde que organizaron el exitoso concierto de Calle 13 en Cali, que los puso a prueba, no han parado sus aciertos. Hoy Mikasa Bar es un emblema de la noche indie caleña.
Herencia de Timbiquí, Bomba Estéreo y Monseiur Periné sonaron en Mikasa Bar antes de ser bandas famosas, se enorgullece Andrés Orozco, socio fundador. No lo menciona como dato menor, sino para mostrar que este espacio, recordado por su mata de mango en mitad del patio, siempre ha apostado por la independencia.
“Todo nació cuando nos unimos Alex Jaramillo y yo. Éramos productores de eventos, promocionábamos la cultura de la música electrónica, que estaba en mal momento por los estereotipos que tenía”, recuerda Andrés. “Acababa de llegar de Bogotá y llevaba varios años en el sector del entretenimiento, y estaba explotando mis conocimientos y contactos. Alex tenía Wonderland con una fuerte propuesta conceptual”.
Se conocieron e hicieron un evento, Alicia, un “éxito laboral y económico”. Mientras lo planeaban, hablaron de posibles negocios y nació la idea de Mikasa. “Desarrollamos un businees plan y salimos a vender acciones. Conseguimos 3 socios más y montamos Mikasa en noviembre de 2009”, cuenta.
La primera semana tuvieron a Ruben Wu, de Ladytron, y entraron en el radar del entretenimiento. Luego, el inglés Quantic les garantizó lleno total. La interacción en redes sociales, un lenguaje informal y los eventos conceptuales acabaron de posicionar esta marca como referente de la escena caleña.
Pero fue la organización de un concierto de Calle 13, un riesgo que asumieron sin experiencia ni plata, el que marcó un antes y un después en la historia de Mikasa. A partir de allí no para de lloverles ofertas de presentaciones. Draco Rosa, Zoé, Manu Chao son algunos de los nombres que le han granjeado una reputación a esta casa.