Rostros y testimonios de los jóvenes que mueven las campañas de Iván Duque y Gustavo Petro

Detrás de las movidas de las dos campañas que este domingo se juegan la presidencia, la de Iván Duque y la de Gustavo Petro, no solo hay ex presidentes impopulares, congresistas electos y gremios empresariales con intereses en la decisión final. Ambos candidatos, uno absorbiendo mayoritariamente el voto joven (Petro, según la última encuesta Invamer de cara a segunda vuelta, tiene al 55,2% de los votantes entre 18 y 24 años), y el otro sacando pecho de su juventud (Duque tiene solo 41 años y sería el presidente electo más joven en la historia del país), han tenido las espaldas custodiadas por grupos de jóvenes que se han movilizado, volanteado y difundido el mensaje de cada campaña.

Foto cortesía de Colombia Humana

Estas agitadas elecciones, de cierta manera, han servido para romper con esa estigmatización según la cual los jóvenes se limitan a expresar su inconformismo en Twitter, Instagram o Facebook. Lo cierto es que la población juvenil se ha pellizcado y, en parte, este fenómeno explica que la abstención en la primera vuelta haya sido la más baja de los últimos 20 años, con un índice de 43,63%.

 

Foto de Daniel Sierra

¿Quiénes son esos jóvenes que agitan con vigor las toldas del movimiento Colombia Humana y del Centro Democrático? ¿Cuáles son las ideas y pensamientos que motivan a cada parche de jóvenes que apoya a los candidatos?

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El lunes 29 de mayo, con los resultados de la primera vuelta del día anterior en la mano, el colectivo Jóvenes con Petro se juntó en el Parkway, en la localidad bogotana de Teusaquillo. A esa reunión no solo cayeron seguidores de Gustavo Petro y Ángela María Robledo (candidata a la vicepresidencia) sino que llegaron jóvenes de otros partidos y campañas, que hasta entonces habían apoyado a Sergio Fajardo y a Humberto de la Calle.

Allí reunidos analizaron las impresiones generales de la campaña realizada hasta ese día y propusieron métodos y grupos de trabajo para hacerle frente a la abstención y estudiar bien el trabajo de los testigos electores en las urnas. Y claro, se cranearon el trabajo a seguir para darles vuelta a los resultados de primera vuelta.

Foto de Daniel Sierra

Laura Benavides, de 24 años y estudiante de Ciencia Política de la Universidad Nacional y con estudios en Saneamiento Ambiental de la Universidad Distrital, fue una de las que estuvo presente. “Los votantes jóvenes de Petro y Ángela María son votantes soñadores, transformadores; son votantes que se la juegan por la construcción de un país al tamaño de sus sueños”, dice. Influenciada por su padre, Laura comenzó su activismo político a los 17 años, cuando apoyó la candidatura de Petro a la Alcaldía de Bogotá.

Para esta campaña a la presidencia se vinculó como voluntaria en la recolección de firmas y, hasta el día de hoy, ha seguido esta línea ideológica, entre cuyas causas rescata el decirle “no” a la corrupción, el cuidado del ambiente y el cuidado de lo público. Para ella, el proyecto de Colombia Humana que plantea su candidato puede eliminar la segregación social y las brechas entre los ricos y los pobres.

Desde la campaña, Laura, quien también es miembro de la mesa de Género y Diversidad Sexual, ha querido reivindicar el papel de la vicepresidencia, pues las ideas de Ángela María Robledo las encuentra novedosas en comparación con las de otras mujeres que han estado en la arena política. “Creo que esta campaña ha sido un hito para nosotros y nosotras, porque el papel de la mujer en la campaña también ha tenido bastantes responsabilidades y un lugar fundamental. El hecho de tener a Ángela María como nuestra candidata vicepresidencial nos hace replantearnos como país esa política patriarcal, machista y racista, en que los hombres tienen el poder y la palabra”, dice.

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El viernes de la semana siguiente a la primera vuelta, un parche de jóvenes articulados en torno a la campaña de Iván Duque y Marta Lucía Ramírez (candidata a la vicepresidencia) se bajó de un bus que los dejó en la entrada principal de Unicentro, en el norte de Bogotá. Llegaron y ocuparon el semáforo de la Carrera 15, donde les mostraban a transeúntes y peatones un tablero con la pregunta “¿Sabe usted quién decide su futuro?”. Al respaldo del tablero aparecía un espejo que, para más señas, decía “Usted”. Quizás con la confianza que les da haber ganando en esta zona de la ciudad (en Bogotá, Duque solo ganó en Usaquén, Chapinero y Los Mártires), repartieron volantes y conversaban con el que les parara bolas.

 

Foto de Daniel Sierra

Una de las chicas que hizo parte de esta actividad fue Paula Santander, de 22 años y recién graduada de Gobierno y Relaciones en la Universidad Externado. A pesar de su corta edad, Paula considera que lo primero es establecer un compromiso real con el país, dejando de lado la costumbre que tienen los jóvenes de ver lo que pasa y criticar lo que no les gusta solo a través de las redes sociales. También le preocupa el desconocimiento que, dice, la población joven tiene del país.

“Tengo una afinidad con las ideas y con la visión de país de Iván Duque y el Centro Democrático: un país justo y libre. En el grupo de jóvenes que trabajamos con las universidades la tarea es ir a las calles, tratar de convencer al indeciso y, sobre todo, informar a las personas”, explica esta joven, quien también resalta a figuras del uribismo como el ex vicepresidente Francisco Santos y Luis Alfredo Ramos, jefe de debate de la campaña de Duque y de quien Paula dice que la justicia tiene una deuda muy grande con él, a pesar de estar bajo investigación por supuestos vínculos con paramilitares.

Sobre su candidato dice que es afín a la población juvenil. “Iván ha sido una persona cercana a los jóvenes para hablar sobre lo que nos falta en el país. En general estoy conforme con su propuesta programática, aunque hay propuestas abiertas al debate para mirar cómo se implementan. No me llena ninguna propuesta de Petro, creo que es solo discurso pero su capacidad de ejecución es nula: del dicho al hecho hay mucho trecho”, alega esta joven bogotana.

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David Racero, de 30 años, fue elegido representante a la Cámara por Bogotá el pasado 11 de marzo. Fue candidato de la Lista de la Decencia, un movimiento promovido por Petro, y hoy hace parte del equipo de coordinación política de la Colombia Humana, junto a María José Pizarro y Hollman Morris, concejal de Bogotá. Cómo él lo ve, el tema juvenil siempre es un tema paradójico, pues casi todos los políticos hablan de la importancia de la juventud, pero la participación y el empoderamiento de los jóvenes siempre son muy limitados.

 

Foto de Daniel Sierra

“Incluso en la izquierda venimos de una tradición en la que el tema de la juventud es tan importante que no se lo dejan a los jóvenes”, dice David, quien agrega que los jóvenes han sido una pieza fundamental para la creatividad y las iniciativas en la calle, así como en redes sociales.

David, filósofo de la Nacional, lleva ocho años activo en política desde que trabajó con la campaña de Petro para la Alcaldía. En esa ocasión tuvo la labor de coordinador de las juventudes y desde entonces ha estado vinculado a procesos populares e iniciativas sociales, así como a movimientos estudiantiles en la universidad. “El discurso de Gustavo Petro y la Colombia Humana conecta con la juventud, con las demandas, con los anhelos y contradicciones de nuestro tiempo: el compromiso con el medio ambiente, los animales, la corrupción. La campaña tiene una conexión muy directa con los intereses de los jóvenes”, dice.

Para David, el votante de Petro es un votante muy esperanzado, consciente de las problemáticas ambientales y lejanos a las políticas del uribismo. “Hay dos tipos de votantes: uno que viene de la Ola Verde, de ser interpelado por [Antanas] Mockus, por el proceso de paz, consciente de su realidad y de que no es momento de volver al pasado; por otro lado, están los votantes más jóvenes, los que apenas están empezando a votar y que con su espíritu rebelde buscan una política diferente”, opina David. Pase lo que pase en la segunda vuelta, David cree que ya hay un cambio en el pensamiento de los jóvenes y una apuesta por una Colombia distinta. 

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Después de quemarse en su intento por entrar a la Cámara el pasado 11 de marzo por el Centro Democrático, a Juan José Malvehy lo llamaron para apoyar la campaña de Duque. Este caleño, graduado de Derecho y Filosofía de la Universidad de los Andes y con maestría en Gobierno y Políticas Públicas, ha dedicado el cien por ciento de su tiempo a promover las propuestas del candidato uribista.

 

Foto cortesía de Juan José Malvehy

Al activismo político, Juan José llegó después del asesinato de un amigo que, dice él, “andaba en malos pasos por temas de drogas”. “Tengo la absoluta convicción de que la política es el instrumento idóneo para modificar las realidades”, afirma este joven de 28 años. Como ex basquetbolista profesional, está convencido de la utilidad del deporte para quitarles los jóvenes sin oportunidades al crimen. “La propuesta de Duque en torno al deporte y la economía naranja es la revolución más grande en el tema deportivo y cultural en la historia de Colombia. Hay que apostarle al deporte para reconstruir nuestro tejido social”, explica.

Cuando era mucho más joven tuvo la oportunidad de acercarse a movimientos de izquierda y conocerlos, ya que su abuela es feminista y de izquierda, e incluso tuvo la oportunidad de participar en un foro social en Venezuela cuando el país era gobernado por Hugo Chávez. “En ese viaje, y tras conocer el fracaso que se avecinaba por las políticas económicas de Chávez, decidí profundizar en otras tendencias políticas, encontrando en esta corriente la que más representaba mi forma de pensar”, asegura Juan José, quien tiene el rol de coordinador las agendas de Duque a nivel nacional.

Para Juan, el votante de Duque es un colombiano apasionado, trabajador y convencido de que si nos unimos, el futuro será mejor para todos. Por otra parte, cree que el votante promedio de Petro es un buen ciudadano pero “convencido por cantos de sirenas”. “El populismo es peligroso por lo bien que suena y lo mal que se ejecuta”, explica.

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Con un ambiente siempre festivo, liderado por personas como María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro y elegida como representante a la Cámara por Bogotá, las movilizaciones de la campaña de Petro también reúnen jóvenes de la Juventud Comunista Colombiana (JUCO) y la Unión Patriótica (UP). Uno de ellos es Juan Valbuena, abogado de la Universidad Javeriana y activista político desde hace diez años. Vinculado a la UP, Juan se ha pasado los últimos meses haciendo campaña también con la Unión de Jóvenes Patriotas, visitando universidades, barrios y colegios.

 

Foto cortesía de Juan Valbuena

“Los jóvenes han tenido un papel fundamental en esta campaña. El apoyo a Gustavo Petro fundamentalmente es juvenil, de esa juventud que se cansó de la política tradicional, que ya no cree en sus promesas y quiere un cambio en la forma de hacer política y en el país. Los jóvenes han tenido un papel como promotores y como votantes, siendo la principal fuerza de trabajo de la campaña. Si uno ve quien está haciendo campaña, va a encontrar gente muy joven”, dice Juan, de 26 años.

Como lo plantea la UP, Juan considera que la propuesta petrista es la garantía de hacer real la Constitución del 91, “de vivir una apertura democrática que garantice la construcción de una paz estable y duradera”.  Para él, muchos de los jóvenes que rodean a Duque hacen parte de la reducida facción joven de la derecha que está de acuerdo con políticas conservadoras, también es cierto que están aquellos jóvenes que votan por otra clase de compromisos más allá de lo ideológico. “Lo que encuentro es que son jóvenes que tienen ya unos compromisos burocráticos, familiares, con los aparatos políticos que defiende Iván Duque”, dice.

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Las campañas, como es normal, también se mueven en el exterior y países como Argentina si bien no resultan determinantes en el resultado final, pueden aportar hasta 20.000 votos. En la campaña en este país, Camilo Pérez Manrique ha liderado un trabajo que, dice él, consiste en plantear soluciones y unir a la sociedad tras muchos años de polarización, lo cual hace desde su posición de delegado del Centro Democrático. “Estoy a cargo de la campaña en Argentina, así como la organización electoral y fiscalización en Buenos Aires y Mendoza. Tengo a cargo un gran equipo de voluntarios del partido más algunos coequiperos  del partido Mira que nos respaldan en esta campaña”, explica.

 

Foto cortesía de Camilo Pérez Manrique

Este boyacense de 25 años, estudiante de Ingeniería Electricista en la Universidad de Buenos Aires, donde también se desempeña como Secretario General del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ingeniería, opina que para ser activista político se debe nacer con un ‘chip’ de liderazgo. Así, dice él, crecen las ganas de contribuir a la sociedad, en general con ideas y posteriormente obras propias más específicas que llevan a adquirir responsabilidades inquebrantables.

“Soy republicano, defensor de la institucionalidad. Una vez abierta la campaña presidencial en Colombia, formé parte de la coalición de sectores disidentes del Partido Conservador liderados por Andrés Pastrana; fuimos a una consulta que ganó Iván Duque y decidimos acompañar su propuesta”, cuenta este tipo, quien también es asesor y coordinador en un programa de inclusión digital del Ministerio de Modernización de la Nación Argentina.

De Petro le llama la atención la propuesta de la educación universitaria gratuita, lo que no le convence es la manera en qué plantea hacerlo. “Creo que no tenemos la forma aún de tener un gran crecimiento de la demanda inmediata, sin afectar la calidad de ciertas universidades públicas como la Universidad Nacional”, expica. Para Camilo, el voto por el candidato del uribismo es un voto de confianza y respaldo a un proyecto que les trajo frutos a la mayoría de colombianos en el pasado, mientras que el voto por Petro lo ve como un voto de inconformismo, más allá de la ideología, que guarda la esperanza de muchos jóvenes que no se sienten a gusto con un supuesto establishment.

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Músicos y artistas como Totó la Momposina, Edson Velandia (creador del video de ‘Iván Bang Bang’) y Doris Salcedo han puesto su cuota en las filas de la ‘Colombia Humana’. Otro de esos músicos es Eduardo Garnica, integrante de bandas icónicas de la movida alternativa de la capital como The Balde Boys y Arenga. Desde su mirada, este sociólogo de la Nacho, ha sido testigo de una campaña que considera inverosímil por lo movida que ha estado. Su gran aporte a la campaña ha sido una iniciativa llamada ‘Cien Razones, Cien Canciones’, con la cual convocaron a cien artistas para que dieran sus razones para votar por Petro.

 

Foto de Jimmy Zuleta

Sobre los votantes de Duque, Garnica comenta que, desde su punto de vista. el votante de Duque es un “joven viejo”, con miedo al cambio y a las nuevas perspectivas, algo contrario al votante de Petro, a quien ve como un “votante esperanzado”. Según cuenta, la experiencia de la campaña ha sido una experiencia de fiesta, una campaña vital y joven.

Y es que la campaña de Petro no sólo ha tenido una actividad joven desde los medios institucionales y los partidos. También en escenarios como calles, parques y universidades, la campaña ha contado con la participación de colectivos que con la elaboración de fanzines y otras producciones artísticas y audiovisuales, ha aportado a la divulgación del mensaje de la denominada como ‘Colombia Humana’. “Como músicos, estamos comprometidos con el arte, siendo autocríticos con lo que se ha vivido durante la campaña”, explica este músico de 26 años.

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Juan Pablo Sáenz es un joven fotógrafo que ha puesto sus servicios de foto y video a la orden de la campaña de Iván Duque. “Duque representa muchas cosas: la renovación de políticas, el apoyo a los jóvenes y la decisión de transformar un país inviable hasta ahora”, asegura este boyacense de 22 años. Su labor, dice, es la de “hacer ver lindo al candidato”.

 

Foto de Daniel Sierra

 

Una de las fichas a la que es muy cercano es a Gabriel Santos, una de las nuevas caras del Centro Democratico, que fue elegido el pasado 11 de marzo a la Cámara por Bogotá. “La vida de Gabriel [hijo de Pacho Santos] y su trabajo nunca había estado involucrada en algo público. Ver su trabajo y la evolución de sus ideas me ha llevado a enamorarme del partido y a su vez de la campaña”, cuenta el fotógrafo de 22 años.

Cuando Duque está en Bogotá este joven puede estar cerca al candidato por Gabriel y Pacho Santos, quienes hacen parte del círculo cercano y Juan Pablo trabaja con ellos. “Una persona que valora el trabajo de Duque es una persona que ha vivido la historia de este país y sabe lo que Álvaro Uribe ha hecho por y para Colombia”, dice. Para él, “hay muchos votos que van para Petro únicamente por no votar por Uribe; los votantes de él son personas que también piensa en lo mejor para el país”.