El comunismo cubano con wifi

La Habana pasó de ser una ciudad atrapada en los años 50 donde la música, el ron y el tabaco predominaban, a conectarse con el mundo a través de Internet. La red, que hasta hace unos meses era solo para los hoteles y a un costo muy alto para sus habitantes, hoy invade la capital de la isla con más de 20 zonas comunes con wifi.

Durante las actuales noches cubanas, muchas familias ya no salen a caminar, conversar o compartir un par de tragos, sino que ahora hijos, padres y abuelos pasan las horas pegados a sus smartphones, en torno a la revolución digital.

Es una costumbre cubana del nuevo milenio: los isleños se reúnen en el malecón tradicional (11 kilómetros de recorrido junto al mar), pero en vez de hablar entre ellos, frente a frente, se ensimisman en computadores y smartphones, los cuales se empezaron a vender en Cuba desde el 2008.

Además del salario promedio, que es de unos 25 dólares, un cubano recibe una libreta de abastecimiento con 5 pesos cubanos convertibles (CUC), equivalentes a cinco dólares. Un CUC alcanza para 15 minutos de internet, pero también para cinco cajitas de ron Planchao, cuatro cervezas, tres almuerzos y muchos viajes en bus.

La compañía de comunicaciones gubernamental ETECSA ofrece Internet comercial desde 2009, pero los altos costos convirtieron este servicio en un lujo de unos pocos. Cuentan que algunos cubanos que han escapado ayudan a los que continúan en la isla a través de Ding, la página para recargar celulares de manera online.

Así como se hacía en Colombia 10 años atrás, los cubanos recargan actualmente sus dispositivos con la tarjetas Nauta, con las que pueden navegar hasta 5 horas.

Hasta hace poco ingresar a Facebook desde la isla tomaba más de media hora, y Youtube era un sueño. Las pocas conexiones estables que había se disponían para médicos, artistas y políticos, eso sí, con accesos limitados según la profesión.

El uso masivo de Internet en Cuba llegó con los sucesos históricos que ha vivido la isla recientemente: la visita de Obama y los Stones, la grabación de Rápido y Furioso 8 y el desfile de Chanel.

Vale la pena resaltar que en Cuba ya se consiguen Coca-Cola, Heineken, Puma, North Face, Adidas y Nike, pero el demonio más seductor es la tecnología y la informática.

Los teléfonos inteligentes llevaron una nueva forma de comercialización y de trabajo para los cubanos. Muchos celulares se venden a precios inalcanzables, otros llegan a través de familiares en el exterior o los ingresan las azafatas de Cubana de Aviación.

¿Terminarán los cubanos como nosotros, convertidos en zombis dependientes de los celulares?

Como dice ‘Fue un placer’, la canción de Los Aldeanos: “La vida moderna tiene más de moderna que de vida”.

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