“Somos un antisistema que se está volviendo sistema”: Entes y la exploración del Strappo en Perú
Cansado de un arte urbano en vía de convertirse en mero objeto decorativo, este artista limeño decidió apostarle a una técnica que saliera de lo cotidiano. Aprovechamos el paso de su exposición ‘Manifiesto Descolonizado’ en el Museo de Arte Contemporáneo para charlar con él sobre su obra como artista y gestor en América Latina.
2018 fue un año movido para la política peruana. Apenas estaba en marcha el primer mes del año y miles de personas ya salían a protestar por el indulto al ex presidente Alberto Fujimori. Dos meses después el mandatario Pedro Pablo Kuczynski decidió renunciar a la presidencia, luego de que el Congreso de la República amenazara con destituirlo por acusaciones de corrupción en las que estaba involucrada la constructora brasileña Odebrecht, que ya había repartido “mermelada” por estos lados.
En octubre de ese mismo año, la libertad del ex presidente Fujimori se interrumpió cuando la Corte Suprema ordenó su retorno a la cárcel, mientras que su hija Keiko, quien comandó la oposición a la administración Kuczynski, fue enviada a prisión por haber recibido dineros también de Odebrecht para su campaña presidencial en 2011. Al mismo tiempo, el suicidio del ex mandatario Alan García, a quien la presión por las acusaciones de corrupción sumado a no obtener asilo político cobró su vida en abril de 2019, recorría el mundo.
A la derecha, Entes y Oz Montania.
Pero la complejidad del panorama político peruano no sólo dejó presidentes en desgracia y una ciudadanía desconfiada. Gracias a sus desatinos, la escena del grafiti y el arte urbano ha tenido una importante evolución y los artistas se han lanzado a realizar obras con un fuerte carácter político necesario para los días que vive el país.
Foto de Daniel Sierra
Entre estos está Entes, (37 años) un artista limeño que se ha apropiado de los muros para manifestarse sobre las circunstancias sociopolíticas y para generar un sentido de identidad entre quienes cruzan delante de sus obras, muchas de las cuales contienen un alto componente indígena y raizal. “Perú está en una sacudida política demasiado fuerte como para distraerse por grafiti, el problema en este instante para ellos es que es que los están metiendo a la cárcel. Hay mafias organizadas dentro del Congreso y eso es más trascendental que el grafiti, por ende, la movida se da la oportunidad de crecer”, cuenta este artista que ha dedicado 21 años de su vida a la pintura.
Entes siempre tuvo la necesidad de pintar y el hip hop, al que siempre fue cercano, lo llevó a querer involucrarse más con lo que veía en las portadas de los casetes y música de la época.
“En esas portadas venían grafitis. Lordz of Brooklyn o Snoop Doggy Dogg tenían gráfica negra dentro de su portada y por eso inicié a pintar, me parecía chévere hacerlo sobre otro soporte que no fuera solo el papel”. A finales de los noventa Entes pasaba el tiempo con una pandilla de Universitario de Deportes, un equipo de fútbol de Lima. Era con este parche con quienes rayaba las calles de su barrio Chorrillos con mensajes y tags en torno a la barra. Sin embargo, siempre supo que podía llegar a hacer más cosas con el spray.
En 2007 entró a la escuela de arte Corriente Alterna becado por la juiciosa labor de intervenir las paredes peruanas. Allí, el ejercicio académico le permitió consolidar su trabajo y encontrar el lenguaje apropiado para su proyecto como artista. “Logré hacer algo que quise durante toda mi vida: tener dos personalidades. Una que pinta en la calle esos personajes y otra donde el artista puede ser artista contemporáneo, puede hacer instalación y lo que quiera. Me siento libre y cómodo en las dos áreas”, explica.
Durante diecisiete años Entes trabajó en conjunto con Pésimo (2000-2017), otro gran referente del arte urbano y el grafiti peruano. Junto a él Entes se formó como gestor cultural cuando, en 2012, sacaron adelante el Latidoamericano, un festival que nació al ver lo que estaba pasando con los artistas representantes del arte latino en ese entonces. Cinco ediciones en Perú y una en Paraguay (apoyados por otro virtuoso del aerosol, Oz Montania), hicieron que todo el mundo volteara a ver el proceso latinoamericano llevando artistas de gran factura como Gleo, Inti, Apitatán, Werc, Dmjc Cru, Decertor y muchos más.
A la izquierda muro realizado junto a Andrewhem y Jade. República Dominicana, 2015.
Hace dos años Entes dejó de trabajar con Pésimo, pues cada uno decidió que era momento de enfocarse en sus proyectos personales. “Fue una época increíble. Viajamos mucho representando a Perú y Latinoamérica pero cada uno necesitaba desarrollar y potenciar sus propios proyectos. Es importante ese descanso y la puerta de volver hacer algo juntos está abierta. Ya veremos”, cuenta.
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Para este artista contemporáneo y grafitero, actualmente el neo muralismo o street art ha llegado a ser una línea recta donde todos hacen lo mismo. Ante esta situación, Entes rompió esa forma ya clásica de estudiar e interpretar lo que la calle le decía y decidió explorar a fondo el strappo, una técnica que conoció en el 2009 cuando un artista –mediante el uso de resina y fibra de vidrio– empezó a arrancar grafitis de la calle y a venderlos dentro de una galería. “Me parecía increíble lo que él hacía, pero estaba robando, no había pintado. Siempre he sido un artista inquieto en busca de hacer cosas diferentes para saciar mi propia sed, de evolucionar que es bien importante dentro del grafiti. Lo común es que alguien que pinte en la calle lo haga en un lienzo, lo he hecho yo y lo hacen todos, pero en un momento me sentí completamente preso de eso”, cuenta.
Meeting of Styles. Perpiñán (Francia), 2018.
El strappo le permitió desarrollar un proyecto al que le empezó a trabajar cuando aún estudiaba arte. Consiste en tener estos segmentos de las paredes donde se ve la suciedad, el afiche corroído, el tag o el grafiti dentro de un lienzo y que afianzó cuando comenzó a entrar a espacios abandonados para pintarlos e invadirlos como su taller. El factor diferencial era que, al terminar, extraía las piezas. “He tenido problemas con los policías porque ellos no entendían cómo entraba a un sitio y me llevaba lo que hacía. La primera vez que arranque un grafiti voló mi cabeza, eso hizo que todo cambiara”, afirma Entes.
La Habana, Cuba.
Si bien Latidoamericano ya no se desarrolla más, bajo la misma línea de acción y muy cercano a Entes surgió el proyecto Puro Muro, en el que la organización corrió por cuenta de Alejandra Escudero, fotógrafa, realizadora audiovisual y compañera sentimental del artista peruano. Este evento abriga no solo artistas de América Latina, sino que también vienen duros desde China, Alemania, Estados Unidos y más rincones del planeta. A través de Puro Muro, Alejandra quiere afianzar la importante participación de la mujer dentro del street art y el grafiti exponiendo el indudable talento de las chicas que están en la escena.
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El año pasado un proyecto privado llamado Fugaz le entregó a Entes una casa ubicada en la provincia constitucional del Callao con el objeto de que la tomara como taller y pudiera experimentar sin tener la policía encima, como le venía pasando durante los últimos años. Por el gran tamaño de la casa, cuando el artista terminó sus obras le propuso a la gente de Fugaz hacer un museo en la casa, una idea a la que le venía echando cabeza durante años y que logró hacer realidad.
Galería El Artista. Cuba, 2019.
La curaduría de los 25 artistas que intervinieron el Museo de Arte Urbano la hizo Entes junto a Alejandra y este es el primer museo que va a tener paredes reales como acervo, lo que quiere decir que los artistas han pintado en paredes sabiendo que luego Entes las va a extraer. “Eso no lo tiene nadie en el mundo, desde ahí partimos. Tenemos amigos muy queridos trabajando en el proyecto como Lesivo, Toxicómano, Erre, Mart Aire, Oz Montania, Fefa Cox, Min, Skore, Ache, Enemigo X y muchos más. Llegamos a una técnica con Deox y Zag que son mis hermanos que me han ayudado en todo este tiempo para enrollarlos y transportarlos. La idea es llevarnos las piezas y exponerlas en todo lado”, asegura. A futuro la idea es trasladar el festival Puro Muro a Paraguay también y seguir invitando artistas para que intervengan el Museo de Arte Urbano para luego extraer esas piezas y exhibirlas alrededor del mundo.
Lesivo y Entes en proceso. Puro Muro (2019)
Este artista reflexiona y es enfático en que el street art se volvió estético, se volvió bonito y ya no dice nada. “Eso me da pena y me motiva a tener una búsqueda constante. Desde mi punto de vista siento que cada vez más se vuelve estética y un panel para que impriman en una marca para poner en tu casa, un print que vale nada. Se volvió una línea de ovejas que siguen un patrón que manda Europa o Estados Unidos y no me parece adecuado, por eso busco hacer algo más sucio e independiente. Somos un antisistema que se está volviendo sistema”.
‘Manifiesto Descolonizado’ estará exhibida hasta el 24 de agosto en el Museo de Arte Contemporáneo.