Cultura en paro: ¿Qué piden los artistas al comité nacional de paro?
A pesar de las tensiones en la representación de los diferentes sectores durante el Paro Nacional, éste ha servido para poner sobre la mesa los temas urgentes de la cultura en el país y comenzar a activar los cambios necesarios.
Aunque en estos días se ha hablado poco del Paro Nacional, lo cierto es que las organizaciones sociales continúan adelantando encuentros para concretar la agenda de este año y llevar a buen término las conversaciones con el gobierno. Entre estos se encuentran los artistas y gestores, quienes el año pasado tuvieron gran protagonismo debido a las manifestaciones culturales que se dieron junto a las movilizaciones.
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Reconocer que existían intereses y necesidades comunes, llevó a los miembros de los diversos sectores culturales a crear la Mesa Amplia para el Arte y la Cultura (MAAC) la cual hoy congrega a más de 15 organizaciones, entre creadores y gestores, quienes se han esforzado por crear puentes entre el sector cultura y las demás causas sociales involucradas en el paro.
¿Cómo se han organizado los artistas?
La MAAC ha venido reuniéndose en la sede del Círculo Colombiano de Artistas – CICA en Teusaquillo. Allí, artistas y gestores, se han dado cita para definir una agenda concreta así como nuevas formas de discusión e interlocución entre el gobierno y el sector cultura. Distintas organizaciones como la ACTV (que agremia a los trabajadores del cine y la televisión), la Unión Nacional de Artistas-UNA, Corporeconciliación, Mesa Circense de Colombia, el Paro Suena, la Asociación Colombiana de Actores-ACA, entre otras, descubrieron que, a pesar de las divisiones era necesario utilizar una misma bandera para que esas necesidades diversas tuvieran un espacio real en la agenda nacional y no solo durante el paro.
De estas reuniones y asambleas posteriores nació el pliego de peticiones de los artistas, el cual se sumó a las 104 propuestas enviadas al gobierno. Este año, artistas y gestores, han continuado con su labor de poner la discusión cultural sobre la mesa. Sin embargo, las dificultades en la representación de los sectores han hecho más lento este proceso, no solo afectando al cultural, sino a los demás sectores involucrados.
Las organizaciones sociales programaron una asamblea en el Teatro Jorge Eliecer Gaitán para los días 30 y 31 de enero. El objetivo de la reunión era discutir la agenda de movilizaciones de este año y las condiciones de la negociación. Para ello, delegados de las diferentes organizaciones vinieron a Bogotá desde todos los departamentos del país para ser escuchados. Sin embargo, este esfuerzo de las asociaciones y del Comité Nacional (e incluso de la administración distrital, que puso a disposición el espacio) se vio atascado por la cantidad de gente que intentó ingresar sin inscripción previa, alegando que no había quien los representara dentro. En medio del desorden y las quejas, ese día los artistas y gestores culturales se quedaron sin hablar.
Debido al sobreaforo y los peligros que, según declaraciones del Cuerpo de Bomberos de Bogotá, podía provocar éste sobre la estructura del Jorge Eliécer, el 30 de enero no pudo cumplirse el orden del día, en el cual estaba dispuesto un espacio para discutir los temas culturales. Este era el momento para que la MAAC leyera su declaración de intenciones para este 2020 con una propuesta que incluyera los intereses de todos los sectores y reconociera las necesidades más urgentes. Al final, el problema con el aforo y las tensiones internas impidieron que se llevara a cabo el evento y derivaron en la aparición de un nuevo frente con propuestas que iban más allá de las planteadas por el Comité Nacional.
Al día siguiente había dos frentes de negociación con el gobierno: el Comité Nacional de Paro, que celebró una reunión en Cafam Floresta y se paró desde la orilla de la negociación a partir de representantes, y el Comité Ampliado de Paro, que se reunió en la Cancha Acústica de la Nacho desde la orilla asambleísta. Ambos frentes han liderado discusiones desde ese entonces con la bandera de mantener el paro. Sin embargo, el Comité Ampliado proyecta una agenda de movilizaciones más fuerte y es difícil que haya un acuerdo entre ambas partes. Aunque los artistas han participado de estas discusiones, lo cierto es que esta división ha afectado también su voz y representación frente al gobierno
Las peticiones
De las primeras reuniones llevadas a cabo durante diciembre y enero salieron varios puntos importantes para mejorar la situación actual del sector cultural. En estos 5 puntos se resumen los objetivos generales de la MAAC:
- El 2% del presupuesto debe ir a la cultura como el mínimo recomendado por la UNESCO que actualmente no llega al 0.18% para el 2020.
- Que los trabajadores de la cultura tengan beneficios laborales como cualquier otro trabajador colombiano, que se reconozca su condición de intermitencia laboral como recomienda la ONU y como lo implementó Brasil desde 2017.
- Que se le dé prioridad a los artistas colombianos cuando el Estado contrata a nivel nacional, pues, por ejemplo, para la celebración distrital de Navidad se contrataron unas compañías artísticas traídas desde Francia en vez dar la oportunidad a lo nacional.
- Que se revalúe la implementación, a través del Plan Nacional de Desarrollo, de la economía naranja.
- Se rechaza la Ley TIC pues se rifa el espectro electromagnético entre multinacionales y empresas grandes que controlarían el conocimiento y producción de contenidos.
Con estos cinco puntos la MAAC se sentó a hablar con el Comité Nacional de Paro desde el año pasado. Esas peticiones fueron las que lograron entrar dentro de los famosos 104 puntos que recogían el descontento general de los sectores sociales que se sumaron al paro el 21N. La MAAC, al ver que las supuestas conversaciones nacionales no estaban funcionando del todo (en parte por la magnitud del pliego) decidió encontrar dentro de estos puntos uno que pudiera cobijar a todos los sectores de la cultura. Este punto fue el ajuste del presupuesto para el sector cultural.
“Por esa necesidad de unificar en un solo punto sus peticiones, la MAAC, para este Paro Nacional, está exigiendo que el 2% mínimo de presupuesto sea destinado al sector cultural”, dice Diego Parra, delegado de la ACTV. Según cuentan, esto aseguraría más convocatorias y programas de becas para artistas nacionales. Así mismo, señalan que mejoraría las condiciones laborales y de infraestructura en regiones donde es urgente que las administraciones locales pongan su mirada.
Si bien la petición de los artistas se resume en un ajuste del presupuesto, los otros temas continúan en la agenda de los artistas buscando soluciones urgentes. Por ejemplo, el tema de la economía naranja –que ha sido una de las banderas del gobierno de Iván Duque así como uno de los puntos más criticados por los artistas– genera bastantes dolores de cabeza, pues pone en peligro la producción cultural al dejarla en manos de los grandes empresarios de la cultura y de las inmobiliarias que entrarían a jugar un papel importante con las ADN (Áreas de Desarrollo Naranja). La especulación con terrenos devaluados y el “darles una nueva vida” a través de la mercantilización de la cultura como producto valorizado o en la privatización del patrimonio cultural, son apuestas que ponen en peligro la cultura en el país y su lugar social.
“Somos conscientes de que [los demás puntos] son una deuda histórica del Estado con el sector cultura, pero en este momento es necesario priorizar temas para seguir siendo parte de la agenda nacional”, comenta Guillermo Zapata de El Paro Suena sobre los demás temas de la agenda. Puesto que quieren seguir trabajando sobre los problemas del sector cultural más allá del paro Nacional, se han creado dentro de la MAAC diferentes comisiones, las cuales trabajarán para conseguir avances a corto, mediano y largo plazo. Con todo, son realistas con la necesidad de sentar precedentes jurídicos y legislativos desde los que estos puntos estén más cerca de hacerse realidad.
¿Qué sigue para la cultura?
En el último mes el gobierno nacional anunció la creación de un Consejo Nacional de la Cultura, una figura polémica que ha aumentado las tensiones durante las negociaciones. Este Consejo funcionaría como intermediario entre el sector cultura y su interlocutor natural, que vendría a ser el MinCultura. El problema ha sido que el Consejo Nacional escoge arbitrariamente con quien habla y qué temas negocia poniendo en riesgo la legitimidad del Comité Nacional de Paro y aventurandose a que termine en “una naranja ya mordisqueada” –como comenta Luis Barrero de la ASIFA, quien además propone invitar también a la mesa a ese consejo– como resultado de unas negociaciones inexistentes.
Pareciera entonces que el gobierno busca dividir al máximo los frentes de conversación y negociación para diluir las propuestas y peticiones de un comité que, en medio de discusiones de egos y divisiones internas, pierde fuerza cada día que pasa.
A pesar de las dificultades de juntarse para representar a un sector tan diverso, la necesidad de desmarcarse de partidos políticos y el estar presentes en las movilizaciones convocando, haciendo pedagogía y tejiendo puentes entre otros sectores, la MAAC busca perfilarse como un ejercicio que se replique en las regiones para que también allí lleguen las discusiones sobre cultura que en muchas ocasiones pasan desapercibidas. La Mesa Amplia sigue con sus puertas abiertas para que más colectivos (de las regiones, de los barrios o de las universidades) se sumen y así fortalecer un sector capaz de hacer una diferencia en el cauce de las marchas a través del arte y la cultura.