Los mundos apocalípticos y fantasiosos de Kochino
A este artista urbano bogotano le gusta sorprender al peatón que va desprevenido por las calles y se tropieza con sus obras, llenas de conejos, cerdos y otros animales propios de las fábulas infantiles. Conozca un poco más de la obra de este man, una de las mentes detrás de la galería Visaje Graffiti Colombia.
Kochino le huye a los espacios atestados de gente. Cada vez disfruta más el tiempo a solas, en su estudio, donde deja volar la imaginación y pinta acompañado de sus perros. Sus obras lo transportan a uno a otros universos y las hace, paradójicamente, para que sean disfrutadas por ríos de gente. Por ejemplo, en la Avenida Boyacá con calle 131 es posible ver un gran rocket que hizo junto a Dast en el que se transportan un dinosaurio, un zorro y un conejo.
Rocket, Avenida Boyacá con calle 131. Foto de Kochino.
Muchos de sus personajes se asemejan a los que aparecían en las fábulas que leía cuando niño, al tiempo que dibujaba y coloreaba en cuadernos y se encantaba más por las formas y los colores. Esa creatividad infantil, que perfeccionó durante su paso por la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad Nacional, lo ha llevado a sumergir cerdos, conejos y perros en escenarios apocalípticos.
Carrito de mercado hecho para Veeya en Sopó
La creación de escenas postapocalípitcas es la parte que más le gusta de su obra. “Son algo entre lo salvaje, lo urbano y las fábulas, y en ellas combino mis inquietudes personales y mis ideas”, explica Kochino sobre el proceso creativo detrás de ilustraciones como Después del fin, en la que se ve una Bogotá destruida, incluida la sede de la Casa Editorial El Tiempo, además de recrear una escena de guerra con tanques de guerra y conejos armados.
Después del fin, ilustración digital para la exposición 'Piratas Criollos'
Kochino –su nombre de pila es David Niño- no solo le ha puesto color a las paredes de la capital, también estuvo más de una década dedicado al sector editorial. En 2003 tuvo su primer trabajo como ilustrador: el libro infantil Buenas noches, mitos de origen de las culturas latinoamericanas (Editorial Norma), en el que trabajó junto al también ilustrador Rafael Yockteng. Para este encargo utilizaron técnicas análogas, acuarelas y acrílicos sobre el papel.
Cocina, ilustración para Veeya en Sopó
Después de eso, estuvo ilustrando libros para la Casa Editorial El Tiempo y para la Editorial Alfaguara, aunque de un tiempo para acá se ha alejado de ese tipo de trabajo y se dedica más a engrosar su obra personal, en la que el arte urbano tiene un espacio importante.
X2, foto de Kochino
“El arte urbano surge como una invitación a pintar en la calle por parte de Guache - otro artista-”, recuerda Kochino, quien también es consciente de las limitaciones que tienen las expresiones artísticas. “Al no tener lugar en la academia o en los espacios culturales tradicionales, tiende a ser visto como un hobby o una expresión espontánea”, afirma.
God saves the queen, acrílico sobre madera.
Ese pensamiento dio origen a Visaje Graffiti Colombia, una de las galerías más importantes de arte callejero que promueve actividades y eventos culturales. Visaje es una propuesta de Kochino, Mónica Mora, Vogel y Senil que pretende abrir las puertas a creadores locales.
En los puentes, carrera 9 con calle 92. Foto de Kochino.
“Parte del trabajo de Visaje es validar este arte y dar un espacio de difusión a los artistas destacados en el arte urbano local y nacional, quienes han respondido a la invitación a exponer en nuestro espacio y mostrar su obra. Tratamos de exponer a dos artistas por mes”, explica Kochino.
Señal de tránsito intervenida, técnicas mixtas sobre metal
Él, además de exponer en Visaje y otras galerías de Bogotá y del país, ha logrado que sus obras lleguen a Europa en dos ocasiones: en la exposición ‘Estudio mutante’, en Guijón (España) en 2008 y en la exposición ‘Bajo el concreto, la selva’, en Berlín (Alemania) en 2014.
Guerra global por los alimentos con Praxis. Foto de Praxis.
Actualmente, Kochino está dedicado a trabajar en un libro para jóvenes de un autor extranjero que espera terminar el próximo año, pues quiere dedicarle más tiempo a camellar en unos murales. Ya tiene algunas ideas, que seguro estarán ligadas a esos mundos apocalípticos y fantasiosos, a los que este creador criollo tiene acostumbrados a los desprevenidos transeúntes bogotanos.
Nuclear con Senil y Vogel
Para conocer más del trabajo de Kochino, uno de nuestros #CreadoresCriollos, no deje de entrar a su cuenta.