
Ojo al Sancocho le está dando otra cara a Ciudad Bolívar
El evento de cine comunitario y alternativo sigue dándole otra cara a Ciudad Bolívar, y empezó a expandirse a otras localidades de Bogotá. Hablamos con Daniel Bejarano y Janeth Gallego, dos de sus creadores, que nos contaron cómo les fue en esta edición y los planes a futuro.
El pasado 15 de octubre terminó la novena edición del Festival Internacional Ojo Al Sancocho en la localidad de Ciudad Bolívar, en donde se viene realizando año tras año desde 2007, cuando lo idearon Daniel Bejarano, Alexander Yosa y Janeth Gallego. Uno de los principales aportes de este proyecto ha sido la reducción, en un 200%, de los índices de violencia en la localidad.
“La cultura en esta zona creó una mayor autoestima y autoreconocimiento en los habitantes, por fin entendieron que aunque vivamos aquí no significa que no tengamos el derecho de ver y hacer cine. Nosotros también podemos ser importantes”, afirma Bejarano, estudiante de psicología y comunicación social. Por esta razón, el festival se ha convertido en un ejemplo a seguir para eventos similares alrededor del país: el festival de cine del distrito de Aguablanca en Cali, ‘La otra historia’ en la comuna 13 de Medellín y el Festival Mambe en Florencia.
La madurez que ha alcanzado el Festival Ojo al Sancocho se hizo evidente en esta última edición: recibió aproximadamente 3.250 asistentes entre los talleres, las muestras, la visita al Potocine, la actividad ruta al sancocho y cine en los barrios. A pesar del buen número, Daniel y Janeth reconocen que a veces no todo es color de rosa, pues a los talleres que hacen se inscriben 30 personas y al otro día solo llegan cinco. Las personas no van por no tener para el bus, tener que salir a buscar trabajo o por el simple miedo de salir a la calle y ser víctimas de un atraco.
Taller hecho en el barrio Lucero Medio (Ciudad Bolívar)
“No hay que resignarse, hay que seguir luchando porque a pesar de las dificultades que se vivan en el barrio, vale la pena vivir en él. Seguir construyendo tejido social y mostrarle a los pelaos que hay futuro”, comenta uno de los asistentes al festival, que ya ha recibido cuatro becas de la Secretaría Distrital de Cultura y ha sido reconocido por medios nacionales e internacionales como la BBC.
Más allá del reconocimiento al festival, también Ciudad Bolívar ha podido abrirle sus puertas al mundo. Desde la primera edición han llegado colectivos internacionales como Cine Nosso de Brasil. Pero también ha sido al revés: la productora Sueños Films Colombia –que apoya al festival desde el inicio en la producción de contenidos- ha viajado por Argentina y Ecuador, con quienes ha hecho co producciones con Organización Cine en Movimiento y el Colectivo Churo. Además, son cofundadores de las redes de cine comunitario de América Latina y el Caribe, lo que les ha permitido intercambiar modelos pedagógicos y fortalecer el cine comunitario en Latinoamérica.
Dentro de la programación hubo una importante muestra de varias producciones, entre las que se destacaron Pueblo sin tierra, un corto animado del Centro Nacional de Memoria Histórica; Al son de la cometa (Montes de María, Bolívar), Grima de Pierre Semet (Francia) y Potosí 10 años construyendo paz, película ganadora de varios premios internacionales.
Los invitados nacionales e internacionales en esta ocasión fueron más diversos: Citizen Art Days (Alemania), un grupo que se encarga de dictar talleres y presentaciones alrededor de Berlín; Cine en Movimiento (Argentina), que desde el 2002 se encarga de acercar herramientas audiovisuales para los niños y los jóvenes; el Colectivo Kuchásuto de San Basilio de Palenque, Bolívar, creado en 1999 y ganador del premio Santillana y El Resguardo Cañamomo y Lomaprieta (Rio Sucio/Supía-Caldas) nació en 1540 y es uno de los seis resguardos indígenas en Caldas.
Las actividades más relevantes de esta edición fueron la inauguración oficial de la sala de cine comunitaria Potocine, en el que se mostró un documental sobre el proceso de construcción de este espacio. También hubo talleres como ‘Transmedia, crossmedia y nuevas narrativas multimediales’ dictada por Manuel Tobar, director colombiano de la producción 4 Ríos. Por primera vez se realizó un taller de posproducción premiere a cargo de AM/PM Canal CBS de Estados Unidos, Ariana Williams Lionstar Productions, Ena Garrido, Rigo Santoyo y Akiem Brown.
Una de las novedades en esta edición del festival fue que se expandió a otras localidades de la ciudad, e incluso municipios cercanos: Rafael Uribe Uribe, Chapinero, Bosa, Soacha y el barrio popular San Luis en La Calera recibieron la programación del festival. A todo esto debe sumársele la construcción de la primera sala de cine autogestionada de Ciudad Bolívar, gracias a la cual la gente ahora podrá tener acceso a cine todos los días en el barrio Potosí, entre las 10 a.m y las 10 p.m.
Sala de cine Potocine. Foto cortesía de Apawki Castro
“En 20 años tal vez Ciudad Bolívar sea uno de los espacios más importantes y significativos para el arte y la cultura. Mi sueño es que este millón de habitantes pueda vivir de hacer cine y puedan tener una vida más digna. Suena utópico pero creíamos que hacer un festival internacional era utópico y aquí seguimos. Todo es posible”, dice Daniel Bejarano.