Productos de salud y belleza a base de marihuana para hacerles el quite a los petroquímicos

Mujeres y hombres en todo el país se aplican a diario, varias veces al día, productos para el cuerpo cuyas materias primas pueden fácilmente derivar del petróleo, como el aceite mineral y la parafina líquida, y contener compuestos químicos que prolongan la vida útil de dichos productos. 

La proyección de las cifras de la Cámara de la Industria Cosmética y de la Andi plantean que para 2020 las ventas de este sector financiero lleguen a 3.414 millones de dólares. Incluso se anunció hace unos meses la construcción de una nueva y moderna planta en Funza (Cundinamarca).

Sin embargo, a pesar de los números, muchas personas, especialmente personas jóvenes, han venido tomando conciencia de los riesgos ambientales y para la salud que acarrean los petroquímicos y las sales que contienen artículos tan elementales como el champú.  

En el marco de estas pequeñas revoluciones individuales, marcas nacionales han empezado a producir una variedad de productos corporales fabricados con semilla de cannabis, demostrando una vez más que la marihuana es más que porros pegados con saliva. 

Desde hace tres años, Luisa Chima tiene una empresa que se llama D’Luchi, la cual cuenta con un laboratorio propio. Hace año y medio, desde que se empezó a hablar más de la legalización de la marihuana, D’Luchi decidió lanzar una línea cosmética y terapéutica a base de cannabis, teniendo en cuenta todos los usos que se le pueden dar al cáñamo y los beneficios que puede generar en las personas. 

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Esta línea, llamada La Receta CBD, tiene en su catálogo un champú que, gracias a los ácidos grasos omega 3, 6 y 9 del cannabis, ayuda al crecimiento del pelo, detiene la caída y restaura las puntas secas y el cabello dañado. Ofrecen también los clásicos ungüentos con cannabis y otras plantas naturales que ayuda a tratar dolores en articulaciones e inflamaciones.

Al tener alto contenido de sales minerales, ácidos grasos y vitaminas, el cannabis puede ser mezclado con biotina, pantenol, aminoácidos de seda, entre otros, para potenciar sus beneficios, consiguiendo productos que fortalecen las uñas, mejoran alergias y afecciones de la piel como resequedad o acné. Ayudan a regenerar, hidratar y revitalizar la piel y los tejidos celulares más rápido de lo normal, por lo cual podrían ser utilizados en el tratamiento de cicatrices. Además, son adecuados para todo tipo de pieles, incluyendo las que son muy sensibles y fáciles de irritar. 

Compran el aceite de semillas de cáñamo a proveedores certificados y aseguran fabricar sus productos bajo altos estándares de calidad en el laboratorio cosmético certificado por el INVIMA. Testean los productos en alrededor de 70 personas voluntarias, por medio de quienes saben si funcionan o deben ser reformulados. 

Este aceite no tiene ningún efecto psicoactivo, lo que hace que su uso esté legalmente permitido. Las únicas autoridades con las que tienen contacto son las sanitarias y al no requerir permisos especiales, estos cosméticos se pueden transportar, vender y comprar como cualquier otro.

Es bien sabido que la marihuana tiene efectos antiinflamatorios, paliativos, analgésicos, antibacterianos y antivirales en el cuerpo y que sus cualidades nutritivas consiguen numerosos efectos positivos para la salud. Lo que tal vez muy pocos sabíamos es que mezclado con el aloe sirve para fabricar champús o acondicionadores capilares que nutren en cuero cabelludo, o que gracias al ácido gamma linolénico, que es hidratante, ayuda a combatir la resequedad y problemas como la caspa.

Mientras están a la espera de los permisos que el gobierno otorgará a partir del próximo año, preparan, a base de cáñamo, una línea capilar y un lubricante femenino capaz de potenciar los orgasmos.

Dentro de las políticas de la empresa se encuentra la de no tener cultivos propios con la finalidad de apoyar a los cultivadores y campesinos de la región quienes les proveen la sábila y que aún no cuentan con mercados establecidos para sus cosechas. En cuanto a la marihuana, por ahora tienen las 19 plantas permitidas por la ley, destinadas a la investigación y el desarrollo de estos productos. Todas la pruebas y ensayos que han realizado hasta el momento, las han llevado a cabo en un pequeño laboratorio que tienen junto a sus cultivos.

Foto cortesía Ananda Internacional

Diego Gonzáles, Gerente General de Ananda Internacional, se acercó al cáñamo a raíz de una experiencia que vivió con un familiar al que le diagnosticaron cáncer. Personalmente cree que la gente debería apostarle, ahora más que nunca, a los insumos naturales y evitar la compra convencional porque está comprobado que la  síntesis química ha traído múltiples problemas para la salud, aunque supuestamente dichos productos están pensados para el bienestar y la exaltación de la belleza. 

Que hoy existan estas opciones en el mercado puede ser una invitación a evaluar con detenimiento a quién le entregamos nuestro dinero, en qué invertimos y qué clase de productos compramos, si fueron fabricados con sales y otros derivados perjudiciales para el cuerpo o el planeta que habitamos. Lo ideal, claro, sería volver a lo artesanal.