
Estos historiadores quieren que la memoria del país la construyamos todos
Desde el año pasado, un grupo de estudiantes y profesores de la Universidad Nacional y la Universidad de los Andes trabaja en ‘Historias para lo que viene’, un proyecto sombrilla que quiere llevar el conocimiento histórico a las personas ajenas a la academia y entender en qué puntos se toca la vida propia con la historia del país y cómo se tiende a recordar el pasado a través de las emociones.
Si bien el proyecto había comenzado unos meses antes del plebiscito del pasado 2 de octubre de 2016, fue el resultado que favoreció al NO el que hizo que el plan tomara más fuerza. Después de aquel domingo se realizaron varias sesiones de ‘Clase a la calle’ (iniciativa hija de ‘Historias para lo que viene’), la cual consistía en impartir clases en lugares públicos.
Varios profesores salieron de las aulas y empezaron a pregonar, tal como lo hacen los cuenteros, en el Chorro de Quevedo y las escalinatas del Palacio de Justicia, para quienes quisieran oírlos, sobre temas históricos.
Bajo este mismo proyecto, pero con otras características, empieza el sábado 11 de marzo ‘Historia para todos’, una serie de talleres —con enfoques no tradicionales— de construcción de conocimiento.
Esta primera sesión servirá como prueba piloto y se realizará en la Biblioteca Gabriel García Márquez del Parque El Tunal. En esta oportunidad se ofrecerán cinco sesiones de dos horas, en las que se abordará la historia de Colombia desde la Colonia hasta el proceso de paz con las Farc.
Pero estos talleres no pretenden ser una cátedra en la que alguien impone su conocimiento. “No es una sesión en la uno se para en frente de la gente y explica [un tema], sino que se trata de buscar la respuesta a
preguntas gruesas, como ¿quiénes son las víctimas?, o ¿cuál es el origen de la violencia?”, explica Constanza Castro, profesora de Historia de los Andes quien participa en la iniciativa.
Con este objetivo, las metodologías de ‘Historia para todos’ difieren de las aplicadas en clases tradicionales. Para la primera sesión, por ejemplo, los organizadores tienen pensado hacer dos líneas de tiempo, una grupal y otra personal, para que la gente vea en qué puntos se toca la vida propia con la historia del país y cómo se tiende a recordar el pasado a través de las emociones.
Las sesiones no estarán separadas por periodos, sino por procesos históricos más grandes. Constanza asegura que lo importante es preguntarse ¿por qué ocurrió tal o cual cambio? Los temas están organizados así:
1. Pensar la historia.
2. Tránsito de la Colonia a la República.
3. El final del Siglo XIX y la reacción conservadora.
4. Imperialismo y nuevos actores sociales.
5. Violencia y las raíces del conflicto armado.
“La idea es establecer un diálogo: no se trata de negar el conocimiento que las personas tienen, sino de saber qué es lo relevante para ellas y qué entienden por historia —aclara x, estudiante de Historia encargado de algunas sesiones—. La historia no es un solo relato, sino que se construye de muchas y distintas voces”. Para Constanza es muy importante que “la gente sepa que los procesos sociales cambian, no son estáticos”. De esta manera, ‘Historia para todos’ es una iniciativa gestionada para un público no especializado.
Luego de estas cinco sesiones esperan organizar las experiencias, hacer una autoevaluación y conocer qué es lo que se le está preguntando a la gente para poder reorganizar los siguientes cinco talleres, que se impartirán en cinco diferentes sedes de la red distrital de bibliotecas.
Aunque el aforo para esta primera sesión ya se completó, los nuevos ciclos —que se realizarán en otras bibliotecas— comenzará en un mes y medio, así que esté pendiente de la página en Facebook y prográmese.