Cástrate para encontrar a Dios

Ya no es inusual presenciar las estafas de supuestos guías espirituales. Y no hay que ir muy lejos para probarlo: en nuestro país, por ejemplo, Álvaro Gámez, líder de la Secta de Salem, fue procesado por el delito de violación sexual de cuatro menores de edad y 27 mujeres.

En los últimos días, investigadores de Nueva Delhi, India, abrieron una nueva investigación contra el artista y guía espiritual Gurmeet Ram Rahim Singh por supuestos abusos sexuales y, tal vez lo más estrafalario de este asunto, por ser el responsable 400 castraciones masculinas.  

El gurú, que cuenta con cerca de 40 millones de seguidores en el mundo por su aclamada lucha contra la prostitución, el consumo de carne y las adicciones en general, también es una estrella musical en el país oriental, y se sospecha que su fortuna se acerca a varios millones de dólares.

Foto: Auroraaddy

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Pero esto no es lo único que reúne su inagotable tarjeta de presentación. Gurmeet se califica, en su cuenta de Twitter, como director de cine, escritor, cantante y actor. Cabe resaltar que hace un mes estrenó su película El mensajero, una cinta autobiográfica en la que se destacan los “dones” que Dios le ha concedido para realizar milagros.

La investigación a la que está siendo sometido reveló que en el templo de la organización que lidera, situada en Sirsa, Haryana, se realizaron pequeños procedimientos quirúrgicos para retirar los testículos de algunos hombres que querían, por medio de la esterilización, acercarse a Dios. Según Hans Raj Chauhan, primera víctima de este singular mensajero divino, las castraciones vienen haciéndose desde el año 2000. “El líder religioso dijo que solo aquellos que se castraran podrían conocer a Dios”, asegura Navkiran Singh, abogado de Chauhan, víctima del gurú.

Por otra parte, Gurmeet afronta cargos de conspiración por el asesinato del Editor de Poora Sach, quien había intentado realizar una investigación sobre las castraciones y otros cargos imputados por explotación sexual.

En India, los gurús son una suerte de maestros intocables. De hecho, gran parte de la población cree en esos “poderes divinos” otorgados por Dios. De alguna manera, esta es la razón de las grandes fortunas que acumulan usando la fe ciega.

Fuente: The Independent