Para algunos artistas urbanos y grafiteros bogotanos la pintada con la que amaneció un bus de Transmilenio el pasado 22 de marzo es volver a las raíces de esta práctica: dejar un mensaje contundente, anónimo y que busca generar impacto al manifestar un incorformismo. Otra pintada se repitió hoy, 17 de agosto, con un biarticulado que llegó al Portal El Tunal.