Murales para preservar la cultura en San Basilio de Palenque

El año pasado, Javier Almirón, un artista oriundo de Mar del Plata (Argentina), volvió a esta ciudad costera después de pasar siete meses en Lima (Perú) haciendo murales a cambio de hospedaje. Una vez en su lugar de origen, se dedicó a trabajar en las zonas y barrios más vulnerables de Mar del Plata. “Cuando volví, el Club Atlético Aldosivi había ascendido a la A —primera categoría del fútbol profesional— después de mucho tiempo y los barristas que viven cerca de mi casa pintaron las paredes de la esquina en donde se la pasan con los colores del equipo. Este sitio es muy peligroso y feo, por lo que se me ocurrió hacer algo con estos jóvenes”, recuerda Javier sobre la primera pintada con el proyecto Atrapasueños. Junto a los barristas hizo dos murales, uno de estos con el personaje con cuerpo de pescador y cabeza de gaviota creado por él y una frase que mostrara los deseos de los hinchas del equipo.

Luego del trabajo con los hinchas de Aldosivi, más gente dejó que Javier pintara sus muros y mostrara los sueños de la población, pero él también le dejó claro a esta que hay que luchar por cumplirlos; la función de Atrapasueños es servir de guía. Después regresó a pintar a Perú y en mayo Javier llegó a Colombia, donde había estado en 2015 durante la exposición de arte urbano Lavamoatumbá. Allí conoció a Jahir Dimaté, de Bogotá Graffiti, quien lo convenció de radicarse en el país con su proyecto. Jahir entró a formar parte de Atrapasueños y ambos continuaron con la idea de ir a poblaciones marginales, así terminaron pintando en La Mesa (Cundinamarca) y varios colegios en barrios de Bogotá.

De los proyectos en los que Atrapasueños ha participado en nuestro país, el que más trascendencia ha tenido es Vacile Creativo, organizado por Iván Chaparro, profesor de la facultad de Artes y Diseño de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Este proyecto se realizó el año pasado en San Basilio de Palenque (Bolívar), gracias a un trabajo en conjunto entre La Salle College de Barranquilla, la Tadeo y el colectivo Resoundcity con la idea de que los habitantes se apropien de estas actividades y las sigan desarrollando. Entre todos planearon un laboratorio enfocado en la solución de conflictos y la construcción de paz. Iván eligió este corregimiento del departamento de Bolívar por su historia de emancipación e independencia: “A pesar de que este lugar es tan pequeño y a simple vista puede no diferenciarse de otros pueblos, ellos han luchado por ser fieles a sus creencias”.

En total, 15 estudiantes de la Tadeo, alumnos de Iván, estuvieron durante un mes diseñando cartografías, instrumentos musicales, máscaras y disfraces con materiales reciclados; también hicieron torneos de fútbol y jornadas de intercambio no monetizadas. Javier, por su parte, intervino cuatro murales durante dos semanas junto a Taty Gómez, una artista invitada. Aunque en esta población no es común ver paredes pintadas, la gente los recibió con los brazos abiertos.

“Allá todos están en proceso de mantener su lengua nativa, principalmente en los niños. Los distintos medios de comunicación alcanzan a distorsionar la parte cultural de los jóvenes y por eso las frases que pusimos en los muros las hicimos en palenquero”, explica Taty, quien agrega que la idea con esto es preservar la cultura ancestral de San Basilio de Palenque. El impacto de este proyecto ha sido tal que Roberto López, un músico colombiano radicado en Canadá, usó uno de los murales como portada de su más reciente disco Criollo Electrik.

“Luego de la visita de la gente de Atrapasueños y la Tadeo, los pelados quedaron muy interesados en seguir con el muralismo, pero acá es muy complicado encontrar los elementos necesarios. Mientras tanto seguimos dictando talleres para resaltar nuestros derechos como comunidad y usarlos como tema en próximos murales”, cuenta Luis Hender, líder comunitario y miembro del Colectivo de Comunicaciones Narradores y Narradoras de la Memoria Kucha Sutó. Estos trabajos también se convirtieron en un atractivo turístico para la región.

El proyecto en San Basilio de Palenque fue un piloto y entre el 5 de junio y 5 de julio de este año Atrapasueños regresará. Esta vez Javier estará más tiempo, y dictará unos talleres para enseñarles a los habitantes a pintar y así hacer los murales entre todos. También tiene en mente un mural interactivo: “Durante la Semana de los Sueños de Belén, que la organizamos en agosto del año pasado en Bogotá, hicimos una intervención en donde la gente tocaba algunas frutas o verduras y cada una tenía un sonido distinto, bien fuera una entrevista o un instrumento musical. Queremos repetirlo porque en esta parte del país todos son muy musicales”, explica Javier.

Atrapasueños ya está gestionando proyectos en sectores bogotanos como Suba, Restrepo y Cazucá, invitando a otros artistas consagrados, pero su intención es que los grafiteros emergentes también se apunten para cambiar, por medio del muralismo, estos entornos olvidados: “En una de las charlas que hicimos en la Tadeo, una muchacha se nos acercó y nos dijo que desde que pintamos en el barrio Quiroga no ha vuelto a haber robos en la zona, sino que los chicos están usando este espacio para hacer actividades culturales como proyección de películas”, dice Javier.