La risa, dicen, es un remedio infalible, y bandas como Odio a Botero, Genitallica y Sinergía han atragantado a sus seguidores con altas dosis de humor. Pero no son las únicas. Desde los primeros acordes de Botellita de Jerez, hasta los sonidos poco convencionales de los Balde Boys, la irreverencia se ha puesto al servicio del rock para hacer denuncia social, crítica política y burlarse de los puristas.