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Ilustraciones de Soma Difusa

En ‘El Convite de los Animales’ Jorge Velosa le da voz al campo y sus especies

El proyecto que Jorge Velosa ha trabajado por más de 40 años cogió forma en medio de la pandemia gracias a la Editorial Monigote y las ilustraciones de Soma Difusa. Este libro de coplas es una invitación a la reconciliación con las personas, los animales y la tierra.

Daniel Fandiño / @sinsecuencia

En 1970, cuando estudiaba Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional, Jorge Velosa le dio rienda suelta a este libro. A puño y letra escribió una primera versión de este texto sin tener muy claro cuál era el objetivo del mismo, versión que se embolataría un día en medio del ajetreo del transporte público capitalino. 

Esa idea que nació hace varias décadas, empezó a tomar un rumbo más claro cuando en 2014, Velosa conoció a Mauricio Gaviria por un libro sobre La Cucharita que se estaba gestando por esa época entre la Editorial Monigote y el periodista Germán Izquierdo. Dos años más tarde mutuos pareceres y propósitos los reunieron y de ese nuevo encuentro surgió la idea de publicar El Convite de los Animales, un libro que según Velosa, más que tenerlo lo que vale es leerlo.

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Para Mauricio, editor de este proyecto y para Editorial Monigote, el camello empezó una tarde de finales de 2019 cuando, con mucha generosidad, como dice Mauricio, Jorge Velosa les compartió el manuscrito. “Bastó leer las primeras diez páginas para saber que este libro era especial. Hacía temblar de emoción, hacía reír, el drama de algunos animales hacía llorar, hacía tener ganas de cantarlo, de representarlo, de aprendérselo de memoria”, comenta.

Culebras, mirlas, morrocoyes, vacas y ovejas, son algunos de los animales que habitan en este libro. Un ejercicio en el que Velosa le da vida a Juan Torbellino, un sabedor popular, amante de la palabra, de la canta y de la fiesta, que en sus andares se topa con un centenar de animales y es convidado por ellos a departir en medio del bosque.

Las historias que se crean a partir de cada uno de los más de cien animales que comparten en este convite proyectan en sus voces lo bueno y lo malo de lo que somos. “Este libro es la voz de la carranga, es la voz del campo, es la sabiduría de todo un pueblo, es la alegría y la tristeza de lo que vivimos a diario, es la conciencia ecológica de un país”, dice el docente universitario y escritor Adrián Freja de la Hoz en el prólogo. 

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La encargada de complementar la narrativa del libro fue la ilustradora y muralista bogotana Soma Difusa, una artista cuyo interés gráfico en los últimos años ha radicado en explorar el gesto sutil que existe en las labores manuales, evocando de esa manera los oficios artesanales y populares. 

(Le puede interesar: ‘El muralismo comunitario, viajero y en gran formato de Soma Difusa’)

Justamente la cercanía con las tradiciones es el punto de encuentro entre las obras de Soma y Velosa, que desembocó en un ejercicio editorial que hace cantar y hablar tanto a los animales como a Torbellino a punta de versos y rimas.

Las ilustraciones de Soma en El Convite de los Animales son, como ella misma dice, “un universo desde los puntos de vista de cada animal y sus particularidades. Con realidades que se sienten cercanas representadas por medio de colores y lugares”.

Para este proyecto, Soma fue contactada por Mauricio Gaviria. En plena cuarentena y durante las largas llamadas telefónicas entre Gaviria, Soma y Jorge Velosa, se fue construyendo este ejercicio creativo del que resultaron las imágenes que acompañan los versos del carranguero. 

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Para Soma fue muy evocador escuchar hablar a Velosa de los lugares y los animales. Cuenta que en medio de la creación gráfica hubo varios momentos en los que la artista no encontraba mayor información en internet por lo que, en más de una ocasión, le tocó recurrir a la memoria y la palabra del maestro para a partir del diálogo crear estos personajes.

“El libro se trata de animales y la idea era que fueran fieles representaciones de los animales a pesar de que tienen un carácter fantástico. En muchos casos eran animales que nombramos en forma distinta en la ciudad a como se nombran en el campo. Finalmente recurrimos a la descripción, era un ejercicio de representar gráficamente a través de las palabras y la memoria del maestro”, asegura Soma.

Para la artista lo que hizo único cada uno de los encuentros para hablar del proyecto con Velosa y la editorial, fue la manera en que, en medio de las reuniones de trabajo, al cantautor se le venían a la cabeza rimas y coplas con base en lo que estaban hablando. Eso, explica Soma, da cuenta de la cantidad de tiempo que le había invertido a este proyecto a lo largo de su vida artística.

Dentro de los referentes que tuvo Soma para la gráfica hubo algunas láminas científicas a través de las cuales buscó representar correctamente cada especie. Para complementar esa atmósfera fantástica que quería incluir en cada una de las ilustraciones, la creadora tuvo en cuenta el trabajo de las ilustradoras Melissa Castrillón y Núria Tamarit.

El universo del libro condensa el saber popular, un saber que los animales representan por medio de las anécdotas propias de cada uno, muchas veces situaciones a las que se enfrenta la gente en las zonas rurales del país como, por ejemplo, la violencia.  

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“Juan Torbellino es el personaje que estaba con los animales en el momento del libro. Él representa el saber popular y aparece por partes. No tiene un rostro porque en eso fui muy persistente; no quería que tomara protagonismo. Siempre está cargando una florecita de papa porque la flor representa mucho el brotar, las ideas y la misma alma”, afirma Soma.

Además del maestro, Soma y la editorial, vale la pena destacar la labor de la diseñadora y diagramadora Martha Cadena, quien acompañó este convite desde el primer momento.

Como el mismo Velosa explica, este libro está cargado de muchos pasajes de nuestras vidas narrados en coplas o cantas. Cada animal tiene sus propias vivencias y conflictos relacionados con temas como la destrucción del territorio o con algún hecho que los obligue a desplazarse, asuntos que son más que cercanos para muchos colombianos.

En este libro los animales son personajes y también metáforas. En ellos se reflejan las vicisitudes del país, pero también la vida del campo y los oficios de un territorio cargado de memorias que ha encontrado en la copla el tono ideal para narrarse. 

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El libro que tiene un costo de 60.000 pesos, lo pueden pedir directamente a Editorial Monigote escribiendo al Whatsapp 3157415885 o a [email protected], y se los hacen llegar sin costo a su casa.

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