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Ya son siete años de la fiesta freaky

Desde que empezó a sonar en los bares de la capital, el Freaky ha pasado de armar fiestas en Chapinero a poner a bailar presos de una cárcel en Isla Reunión, en África. Recordamos con sus integrantes lo que han sido estos siete años: festivales, giras internacionales, disco propio, y claro, puro baile al ritmo de moombathon, global bass, champeta y otros ritmos.

Juan Andrés Rodríguez / @juandepapel

La gente de El Freaky tiene claro que cuando empezó todo, por allá en 2009, el crossover mandaba en la rumba bogotana. Los sonidos del moombathon y el global bass, mezclados con cumbia y ritmos afro, no tenían un espacio. Entre Kmmy Ranks, Mike Style y Andrés Shaq se propusieron llenar ese vacío. Y en mayo de ese año montaron Freaky Friday, la primera fiesta en dónde el bailoteo era a punta de tropical bass.

Para la primera fiesta imprimieron cientos de flyers. Pero se equivocaron: confundieron la calle con la carrera. Debieron imprimir calcomanías para corregir los datos y que la gente llegara a la T, no a Fontibón. En todo caso, el error no comprometió el éxito de la fiesta, que en su tercera versión vio como otro miembro se unía: Fat Suggar Daddy, quien llegó después de coincidir con Kmmy Ranks en un funeral.

El cuarteto empezó a moverse por la noche capitalina bajo un lema que Fat Suggar detestaba: El primer viernes de cada mes, los mejores se reúnen. Cada uno tomó un mando dentro del parche: Fat se dedicó a la imagen de El Freaky y a hacer de VJ, Shaq se encargó de la producción de la fiesta, mientras que Kmmy y Mike se pusieron a darle a las tornamesas.

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Foto: David Micolta

 

 

 

Cuando dejó de ser una fiesta y empezaron a tocar en otras ciudades, su nombre cogió más color: El Freaky Colectivo. Más que una banda, era un parche preocupado por tener una puesta en escena brutal. Y les llegó el primer gran toque, abriéndole a Calle 13 en la Fiesta de Locos en Guaymaral, por allá en un galpón a la salida de Bogotá.

Con esto, se les abrieron las puertas y arrancaron la primera gira internacional en 2011. Pasaron por Nueva York y Washington, entre otras ciudades gringas. Desde ese mini tour, Estados Unidos se volvió una parada anual fija. Después, Europa. Fue en 2012 en el Festival GénéRiq de Francia, en dónde realizaron cuatro presentaciones moviéndose con otros grupos, como las chicas de Maracuyeah, que mostraban un nuevo género: el alterlatino.


Los del Colectivo se acostumbraron a guerrearla cuando toca. Para ir al SXSW de este año viajaron en auto desde Florida hasta Texas durante 30 horas.


Todo ese auge hizo que su segundo aniversario en Latora 4 Brazos se llenara hasta reventar. “A las 8 de la noche ya no dejábamos entrar a nadie”, asegura Fat. Ese día temieron que la casa se cayera.

En 2013 publicaron El Sabroso, un disco que contó con la colaboración de grandes figuras como Charles King y Alfredo Gutiérrez. La producción estuvo a cargo de Benny Bajo, que ha trabajado con Tres Coronas y Jiggy Drama, y la masterización fue de la Clínica Records de Miami, que colabora con artistas como Major Lazer y Calle 13.

El disco fue un éxito: más de 30 mil copias se movieron en todo el país junto a una edición de Shock.

En radio se podía escuchar ‘La pongo’ y ‘La barracuda’, aunque hoy piensan que ‘El Sabroso’, tema grabado junto a Alfredo Gutiérrez, debió ser el más sonado. “Pudieron pasar más cosas con ‘El Sabroso’, queríamos abarcar mucho con él y no nos enfocamos para que hiciera más ruido”, dice Fat.

Pero fue 2014 el año en el que reventaron. Carlos Vives los invitó a su gira nacional y a dos toques en el extranjero. Estuvieron en Estéreo Picnic, sonaron en el Vive Latino, fueron teloneros de One Direction y la sacaron del estadio en Rock al Parque. “Vamos sin complejos a todo lugar” asegura Fat, a pesar de la actitud hater que han percibido en diferentes festivales nacionales.

 

 

“Hay gente que tiene una actitud racista con la música. Piensan que el ‘negro del fútbol es dios, pero el negro de la banda es un hp’, como si su trabajo no contara”, reflexiona Kmmy, que siente que la gente toma más en serio una propuesta musical cuando hace ruido en el exterior. “La champeta está bien cuando la bailan los gomelos de Bogotá, pero está mal en la costa y la prohíben”.

Su presentación en el Festival Kaloo Bang de Isla Reunión, cerca de Madagascar en el Océano Índico, la recuerdan como su aventura más memorable. La travesía fue de tres días viajando y, ya en la isla, se presentaron en la cárcel de allí como parte de los requerimientos del festival, que pedía una actividad cultural de cada grupo invitado.

 

 

“Todos –los asistentes– estaban en la misma cárcel pero en diferentes alas”, recuerda Kmmy. Para poder ver a El Freaky, los internos debían tener un permiso de los psicólogos del precinto, en el que aseguraban su buen comportamiento.

Kmmy, Fat, Shaq y Mike tenían prohibido incitar a los presos a bailar. Fue la música y la iniciativa de uno de los hombres de allí lo que motivó la danza. Las mujeres, sentadas en otra sección, gritaban de alegría, como incitando más al baile; y los más jóvenes, entre los 16 y 17 años, solo miraban. Sin proponerlo rompieron la compostura del sitio.

Los del Colectivo se acostumbraron a guerrearla cuando toca. Para ir al SXSW de este año viajaron en auto desde Florida hasta Texas durante 30 horas. Todo por presentarse de nuevo allí y decir con orgullo que son el primer show colombiano que repite en dos ediciones consecutivas. Su espectáculo fue considerado como uno de los diez mejores del festival, según The New York Times.

De ese calibre esperan que sean sus fiestas de aniversario, el 10 de junio en Bogotá y el 11 en Medellín. Contarán con la participación de artistas internacionales como El Dusty, DJ Lucha Libre, Crew Peligrosos, entre otros. Igual de bien esperan que sea recibido su segundo disco, que ya tiene un tema confirmado con Kafu Banton para este año.

Esperan seguir sonando juntos mucho tiempo porque, luego de las extenuantes giras y largos recorridos, llegan a Bogotá para tomarse un tiempo y descansar, recargarse cada uno a su manera.

Kmmy se va a tocar en otros lugares y le dedica tiempo a la cocina –es chef–; Shaq mueve Ando Suelta Como Gabete y el Jump Fest; Mike Style se dedica a su bar en Soacha, Def Jamaica; y Fat regresa a dar clases de historia del arte a la Universidad Central. Respiran, descansan y regresan a los escenarios como amigos. Como el fin de año pasado cuando recibieron el 2016 juntos en la costa con una cena hecha por Ranks. “Es la única vez que nos cocinó” asegura Fat.


Empiece a prepararse para el aniversario con esta playlist hecha por El Freaky

 

 

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