La presencia y la plata de Querubín Rebelde

Son las 8 de la noche del 31 de diciembre de 2015. A pesar de los 20 y pico grados centígrados que se sienten en Ibagué, el taxista que me lleva hacia el barrio La Francia dice que la de hoy es “una noche fresca”. La calle en la que vive el hombre que ando buscando no está en el mejor estado pero nos resulta fácil encontrar la dirección. Reconozco la fachada de la casa porque la he visto varias veces en los videos que Hernando Vélez Ortiz (mejor conocido en redes sociales como Querubín Rebelde) sube a su canal de YouTube, el cual ya tiene más de 16 mil suscriptores.

Pregunto por él frente a la entrada de la casa y una voz me responde desde adentro que no está; no tengo tiempo ni de presentarme. Casi de inmediato llega Querubín Rebelde con su pelo y uñas largas, vistiendo una pinta colorida. Se baja de un Peugeot 505 SRI y me saluda. Le ayudo a bajar 4 canastas de cerveza del carro. Ya se siente la fiesta dentro del hogar del “bambino”, como le dicen sus vecinos de toda la vida.

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Por lo general no madruga. Querubín se despierta entrada la mañana, coge su teléfono, hace un videito levantándose –si está de actitud– para sus redes sociales y se prepara una pócima con sábila y naranjas para limpiar el organismo y estar saludable. Lo que sigue es un buen baño que lo deja listo para sentarse a admirarse frente al espejo de la sala por el resto de la mañana. Después de un sueñito, “motoso” o “pisquita”, sale en su camioneta Peugeot y transporta a sus hermanas porque él es, además de un fenómeno viral de Internet, el conductor elegido de la familia.

Los videitos que cuelga en su fan page (que ya reúne más de 16 mil likes) y en YouTube, muy buscados por los internautas, son por lo general saludos a sus fans, búsquedas de esposa, serenatas o monólogos que hablan de su propia belleza y perfección física; en ocasiones ha dicho que es más “pintoso” que Jared Leto y más adinerado que Bill Gates. En muchos de estos clips predica la armonía espiritual y el ‘Movimiento Amor’, creado por él.

Es normal escuchar a Hernando hablar de Querubín en tercera persona mientras se mira al espejo: “lo que ustedes ven es que tiene unas cejas pobladas y lindas, una nariz recta, unos ojos café, una barba imberbe y muy sensual (…) Presencia y plata hijueputa (…) Vean su color de piel, que es trigueña. Sus dientes son unos dientes parejos y su cuerpo es torneado”. Aunque hay mucha gente que no piensa lo mismo. Describe a su alter ego como un ser arrogante y holgazán colmado de armonía espiritual y como un personaje de ficción a quien interpreta en YouTube basado en el texto bíblico Ezequiel 28.

Sin embargo, me doy cuenta de que Hernando y Querubín son realmente uno solo, que usa las mismas palabras si está grabando un video o hablando con un amigo.

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El árbol de navidad, decorado únicamente con bolas doradas y plateadas, se ve imponente en la esquina de la sala, la cual, aunque es un poco angosta, recibirá a unos 20 miembros de la familia de Querubín Rebelde esta noche. Es necesario mover algunos muebles hacia el garaje y colaboro en la tarea. Mientras lo hago, noto que el sofá es caqui y naranja y que combina a la perfección con las cortinas de esta casa, en la cual hay un equipo de sonido a todo volumen con una inacabable canción navideña reproduciéndose y los gritos de los locutores.

Aunque me presento, los familiares que van llegando a la casa me miran con ojos extraños. Hernando ha insistido en llamarme Camilo y me siento la miss universo Ariadna a la que le dicen Adriana. Mientras se acercan las campanadas del año nuevo, entre canciones de Billo’s Caracas Boys y Los Melódicos, Querubín Rebelde me confiesa que no solo se mantiene económicamente con sus virales en redes.

–Yo vivo de hacer mis videitos… pero los periodistas que me entrevistan me dejan la liguita –me dice tranquilamente y de inmediato recuerdo que Hernando me ha pedido 20 mil pesos por cada entrevista que le he hecho para este reportaje (y al fotógrafo también le exigió la misma “liguita”)–. Fuera de eso mi familia es maravillosa. Tengo una hermana que es Magistrada de la República y un hermano escritor, y como no tienen hijos yo soy el hijo bobo de ellos: me quieren tanto que me manifiestan un centavito para poder vivir tranquilo.

A Querubín lo paran en las calles para que se tome fotos con otras personas y también cobra la “liguita” por mandar saludos a través de videos. Su figura pública se ha hecho tan común que incluso lo he visto involucrado en chismes mediáticos: hace poco, varios medios de comunicación publicaron noticias que aseguraban que lo habían asesinado.

–La verdad no tengo novia pero sí una señora, una amiguita de unos 55 años que es madura y me da lo que necesito, sexo, placer y por ahí los centavitos para que me alimente bien. No soy un ángel malo, soy un ángel que cayó del cielo y ahora estoy con todos ustedes en la tierra. Por eso querámonos, amémonos, apoderémonos de la tierra y creemos un ejército impresionante.

Hernando ha leído la biblia desde niño y me dice que en la teología se considera a los humanos como ángeles, por eso desde muy pequeño se ha mirado en el espejo y se ha encontrado con su propio ser y que, además, se hizo un psicoanálisis y ha potencializado su personalidad.

De repente, Querubín hace una pausa porque el plato principal de la noche, una lechona para 80 personas, ya llegó. Lo ayudo a llevarla a la cocina.

–Va sobrar hasta para darle a los vecinos –me dice.

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Aprovecho que Hernando atiende a un vecino para hablar con Celmirita, la mamá del querubín, quien sufre de Alzheimer pero, me dicen, está controlada.

–Él es como muy obediente, me cuida. Yo le digo haga tal cosa o quiero tal cosa (cosas del hogar) y él me dice “bueno gordita”, porque es que yo era gorda y se acostumbraron a decirme así –cuenta la mujer–. En un principio lo del querubín a mí no me pareció, entonces le dije que no se metiera en esas cosas, le decía “¿a usted no le da pena estar por allá en esos videos molestando?”, y él me decía que no, que por qué. Yo le dije que hiciera lo que se le diera la gana, pero también oraba: padre celestial guarda a este muchacho, ilumínelo, que todo le salga bien, que todo lo que haga sea para honra y gloria de Dios.

Cuando Querubín Rebelde se da cuenta de que estoy hablando con su mamá se me acerca y dice que “es maravilloso tener a este ser querido a mi lado”. El ruido dentro de la casa se hace insoportable, suenan algunos pitos en la calle, los niños gritan y voladores revientan en el cielo tolimense. La sala está llena y al parecer ya no soy un extraño en la familia.

Este fenómeno de las redes sociales tuvo problemas con drogas y algunos asuntos legales. El tipo es una caja de sorpresas. Estudió todo sobre motores en el Centro Tecnológico San José y conoce a fondo sensores TPS y sensores de inyección electrónica. Aunque suene increíble, Hernando hizo parte de las fuerzas militares: fue estafeta del general Rito Alejo Del Río cuando estaba Tapias Stanley y el comandante Mora Rangel era quinto en la división. Querubín también estudió un semestre de música en conservatorio.

Con 41 años y tras 15 sin consumir drogas ni beber alcohol, sigue viviendo en el hogar materno junto a algunos de sus 8 hermanos y un cuñado. A esta casa ha llegado gente famosa buscándolo, como los motociclistas extremos Tatán Mejía y Renzo Piera, los humoristas Piroberta y Triquitraque, los integrantes de la agrupación Consulado Popular, y hasta J Balvin, quien grabó un video imitándolo:

Últimamente también ha dado números de la suerte y más de uno asegura haber ganado el chance gracias a él. Su actual éxito en redes sociales es tal que está a punto de sacar una nueva canción con una composición totalmente suya, esta vez en ritmo reggaetón para que sea más comercial. También está definiendo una propuesta cinematográfica para el filme ‘Cesó la horrible noche’, del realizador colombiano Sifu Alexander Sánchez.

No soy un ángel malo, soy un ángel que cayó del cielo y ahora estoy con todos ustedes en la tierra

Suena el típico “faltan cinco pa’ las doce” y algunos se ponen nostálgicos en la casa de Querubín Rebelde. La música se combina con el estruendo de los voladores y con las canciones de los otros equipos de sonido del barrio La Francia. Suenan los campanazos, el final está cerca.

Cinco, cuatro, tres, dos…

Todos se enredan en un solo abrazo. Justo después del “¡Feliz añoooo!” Querubín Rebelde revela en voz alta su deseo para este año nuevo.

–Que cada persona que llegue a mi movimiento, todo el que llegue a esta filosofía, se quiera y se acepte con defectos y virtudes. Empezamos por amarnos a nosotros mismos, después a la familia y de ahí empezamos a ser sociedad. Hernando Vélez Ortiz, movimiento amor 2016, Microsoft Word en el mundo del sistema, máxima plus más, Querubín Rebelde, 10 4 soccer catch, cambio bye bye.