
5 obras literarias para entender la moda y sus contextos sociales
Plumas como la de Virginia Woolf han desarrollado las tendencias como símbolos de liberación femenina o, como en el caso de Scott Fitzgerald, las han visto como una muestra de poder social. Hablamos con Vanessa Rosales, historiadora y escritora especializada en moda, para que nos recomendara libros de ficción que sí o sí debe leer quien quiera conocer, de verdad, lo que es la moda.
Entender el mundo de la moda no es solo pararles bolas a las prendas de vestir que marcan tendencia, comprar los accesorios fancy que las revistas pautan como el último grito, o fijarse en los modelos más apetecidos en las pasarelas europeas. Entender el mundo de la moda requiere, en mayor medida, realizar un acercamiento a los gustos y costumbres de las personas, y al contexto social en el que se definen los estilos.
Vanessa Rosales, cartagenera de 33 años, historiadora y escritora especializada en moda, encuentra muchas formas en para aproximarse a este mundo. Una de ellas, su predilecta, es a través de la literatura, un área en la que Truman Capote, con Desayuno en Tiffany's, es un referente obligado. ‘‘Cuando uno quiere estudiar la moda, la literatura suele ser una fuente significativa para el historiador que desea adentrarse en los hábitos de vestimenta de un contexto particular’’, explica la autora de Mujeres Vestidas (Editorial Cúpula). En este libro, su estreno literario lanzado en febrero de este año, Vanessa evalúa en 13 ensayos la moda y el estilo a partir de la Historia y la teoría.}
En esta ocasión, alejándonos de la teoría y la academia, le pedimos a Vanessa que nos recomendara cinco obras literarias de ficción -entre las que coló un magazine de época- para comprender mejor por qué la moda es clave para entender fenómenos sociales en torno al estilo y las tendencias (le puede interesar también Libros para entender eso que llaman “el universo de la moda”).
El vestido nuevo de Virginia Woolf
Novelista y cuentista, esta británica fue uno de los personajes más influyentes del siglo XX gracias a su obra, marcada por su postura feminista. Criada en una familia rica y rodeada de intelectuales, luchó por la igualdad e independencia de las mujeres, pidiendo para ellas un reconocimiento intelectual.
En El vestido nuevo, cuento publicado por primera vez en 1927 en la revista neoyorquina The Forum, y más adelante incluido en su libro La casa encantada, se evidencia la necesidad de la por encajar en la sociedad de esa época. A través de Mabel, una mujer insegura con su imagen y el vestido con el que asiste a una fiesta, Woolf muestra cómo la mujer no se siente parte de las personas que la rodean. A pesar de que es un vestido diferente, es esta diferencia la que la hace sentir incómoda, pretendiendo entonces la validación, que se convierte en algo necesario para ella.
‘‘Es el retrato de la psiquis de una mujer que se siente mal vestida en una fiesta. Es impresionante porque Woolf fue muy femenina en su manera de entender y filtrar el mundo. El cuento es maravillosamente relevante y conserva una fuerza tan significativa porque muchas mujeres se pueden identificar con esas sensaciones que describe tan sensacionalmente Woolf”, explica Vanessa.
Tony Takitani de Haruki Murakami
Este japonés, por medio de sus letras, les regala imágenes mentales a sus lectores, alcanzando una gran tangibilidad en sus historias. En 1983, publicó su libro Sauce ciego, mujer dormida, una recopilación de 24 relatos donde refleja la cotidianidad.
Uno de esos relatos, Tony Takinati, narra la historia de un hombre que se casa con una compradora compulsiva, un problema que llega al punto de afectar la relación de la pareja. La mujer, por voluntad propia, decide devolver los vestidos comprados, pero en medio de su psicosis, una vez ha devuelto los vestidos, se accidenta en un carro y muere. Él queda con la memoria de ella materializada en todas esas prendas hermosas, y llega a buscar una asistente que tenga las mismas medidas de la esposa para que lleve la ropa de la difunta.
“Es fantástico porque está la moda como compulsión, como una obsesión ligada a la muerte. Uno de los temas difíciles del fallecimiento de alguien es lo que sucede con su ropa, pues no hay un cuerpo que habite esas ropas. También el armario de una persona puede ser una especie de biografía, y una vida en sí misma’’, analiza Vanessa sobre este cuento.
Retrato de una dama de Henry James
Al igual que el cuento de Woolf, esta obra fue publicada primero en revistas las The Atlantic Monthy y Macmillan's Magazine, entre 1880 y 1881.
El escritor, novelista y crítico literario expone una novela que le permite al lector conocer todas las partes del personaje a través de su psicología. Retrato de una dama es la historia de Isabel Archer, una mujer con ideales propios que deja Estados Unidos para irse a Inglaterra. En este país le cambia la vida al heredar una fortuna, y comienza a vivir en un mundo diferente en el que debe enfrentarse a perder su libertad cuando se enamora, poniendo en riesgo sus ideales de independencia.
Para Vanessa, la moda en esta obra se puede apreciar en las descripciones que construye este escritor especificando lo que sucede en ambos mundos de los protagonistas, el interno y el externo. ‘‘Henry James, por ejemplo, era famoso por sus descripciones de sus personajes femeninos ambientados en esa atmósfera de la alta costura de su época’’.
El gran Gatsby de Scott Fitzgeral
Las fiestas a las que asistía Fitzgerald en Long Island le permitieron creanarse su obra maestra, publicada en 1925.
Esta historia retrata el estilo de vida, las fiestas, el exceso de los años 20, cuando el jazz estaba en pleno furor. La vestimenta también se convierte en un elemento esencial, ya que era el reflejo del poder y dinero de algunos. En El gran Gatsby se cuenta la historia del enigmático Jay Gatsby, quien realiza fiestas extravagantes con continuidad sin asistir a estas, pero su amor por Daisy Buchanan termina saliendo a flote.
‘‘Hay escritores que puntualmente fueron muy enfáticos en como caracterizaban a sus personajes, usando también sus hábitos de vestimenta como un reflejo del fuero interno. Hay casos más conspicuos que otros, como por ejemplo Scott Fitzgerald en El gran Gatsby. Sus descripciones de tu vestimenta son muy minuciosas’’, asegura Vanessa, haciendo referencia a los trajes caros y limpios y los vestidos de arandelas que eran símbolos de distinción.
La Dernière mode de Stéphane Mallarmé
En esta selección realizada por Vanessa Rosales también entra un Magazín del siglo XIX que fue creado por el poeta simbolista Stéphane Mallarmé. La Dernière Mode (La última moda) fue publicado en París, sin duda una de las ciudades más representativas de la moda.
Mallarmé se encargó de diseñar, escribir y organizar todo lo relacionado con esta revista que estuvo en vigencia durante un tiempo no muy extenso. ‘‘Él tomaba seudónimos femeninos –Miss Satin o Margarte de Ponty, entre otros- y cubría moda, accesorios, eventos, teatro, recetas, consejos y, además, siempre se publicaba un poema y un cuento de alguna gran pluma del momento’’, comenta Rosales sobre este autor, quien hacía lo mismo que las mujeres escritoras de la época: debían firmar sus textos con seudónimos masculinos para que sus textos fueran aceptados.