¿A quién le clavamos el bigote de Serpa?
Desaparece temporalmente uno de los iconos de la política colombiana: el bigote cenizo de Horacio Serpa, quien acaba de cumplir su promesa de quitarse el mostacho que lució durante décadas. ¿Quiénes serían los herederos ideales de la tercera ceja del ex candidato presidencial y hoy senador de la República? Una experta en estilismo y asesoría de imagen propone 5 candidatos.
Coincidiendo con el mes del “no-shave november” (en el que los hombres deciden dejarse la barba lo más larga posible por solidaridad con los enfermos de cáncer de próstata), Serpa se rasuró el bigote, luego de apostarlo en un programa de farándula en el que prometió que, de no ganar Rafael Pardo la Alcaldía de Bogotá, se despediría de su escobilla del labio superior.
Preparé este top 5 con los personajes que quizá mejorarían su aspecto físico y su roce social con el afamado mostacho.
1. Rafael Pardo:
Ex candidato a la Alcaldía de Bogotá y nuevo Ministro del Posconflicto. El primer postulante a heredar el bigote de Serpa no podía ser otro que el perdedor de las pasadas elecciones y causante de la famosa apuesta. Los dos se quedaron con los crespos hechos y, como premio de consolación, consideramos que Pardo debería ser, por derecho natural, el heredero principal del preciado vello facial, pues este le daría el toque de simpatía que tanta falta le hace al inexpresivo y para muchos desabrido político bogotano.
2. Gustavo Petro:
Al alcalde saliente, tan hábil con la retórica y la victimización, pero tan poco diestro a la hora de administrar la capital, lo postulamos para recibir el mostacho de don Horacio a ver si un cambio de look nos hace desviar la atención de lo realmente importante en cuanto a su gestión urbana y nos concentramos mejor en la reinvención estética del burgomaestre.
3. Radamel Falcao:
Ex crack (dicen algunos comentaristas deportivos) del fútbol profesional colombiano. Sus continuas lesiones han hecho que sus compatriotas empiecen a perderle la fe. Quienes primero lo alababan, ahora ruegan para que Pekerman no lo ponga a jugar en los partidos de la selección. Esta escobilla gris bajo su nariz le daría una apariencia de veterano, experimentado y sabio maestro de las nuevas generaciones del balompié. Con este detalle de coquetería fina se retiraría tranquilo y a tiempo de las canchas.
4. Padre Chucho:
Reconocido embajador criollo de Dios en la Tierra y famoso por sus dotes de showman en la televisión colombiana. Hace poco fue atacado por una banda de fieles creyentes de Gokú, que interrumpieron su misa para golpearlo. El bigote le ayudaría a aparentar autoridad y respeto frente a las turbas de ateos que forman parte de las nuevas generaciones.
5. Alejandro Ordóñez:
Reverendo Procurador General de la Nación. Extremista y devoto de sus más recalcitrantes doctrinas. Opositor acérrimo del matrimonio igualitario, de la adopción por parte de la comunidad LGBTI y de la legalización de la marihuana, a Ordóñez le caería de perlas la elegante mota gris de Serpa, que le serviría para hacer ostentación de la virilidad y masculinidad que su voz meliflua no le ayuda a proyectar.
