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Los chicos también le pegan al roller derby

Siempre asociado a la práctica femenina, este deporte de agilidad mental y física ha encontrado en los últimos años muchos adeptos entre los hombres, tanto que a mediados de octubre se celebró el Primer Torneo Nacional Masculino de Roller Derby. Radiografía de una disciplina le apuesta a una Selección Colombia que vaya al mundial de Barcelona, en 2018.

Diana Martínez

El roller derby le salvó la carrera deportiva a Camilo Torres. Bogotano y graduado en Licenciatura en Deportes de la Universidad Pedagógica Nacional, Camilo encontró en esta disciplina la posibilidad de evolucionar y triunfar negada por otros deportes. “Yo jugué hockey vasco por muchos años, pero nunca pude entrar a la Selección Colombia porque había mucha rosca. Intenté con otros deportes pero por mi contextura tampoco fui aceptado. Un día vi a las chicas de la universidad entrenando roller derby, me gustó y me enteré que había equipo masculino. Desde ese momento empecé a jugar y lo haré hasta que tenga 80 años”, afirma Camilo, jugador del equipo capitalino La Máquina del Mal.

Para nadie es un secreto que, en general, la participación femenina en muchos deportes ha estado relegada a una posición casi invisible, pero en cuanto al roller derby los papeles se invirtieron gracias a un proceso de fundación, construcción y consolidación que tiene a las chicas como protagonistas (lea también Las reinas del roller derby). Pero esto no ha sido un impedimento para que los manes, como Camilo, se hayan integrado en los últimos seis años a la práctica de este deporte, un proceso que no ha sido fácil ni rápido pero que va por buen camino.

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En 2012 el bichito del roller picó a un caleño que vivía en Bogotá, quién se acercó a las chicas de Bogotá Bonebreakers BX3 con la idea de crear el primer equipo masculino, que se llamaría Rhynos. La idea nunca se materializó y no fue hasta 2013, con la fundación de Combativos en Bogotá y Caverniquads en Palmira, que todo el cuento empezó a rodar. Tiempo después fue apareciendo la cuota deportiva de otras ciudades del país: Mafios (Armenia), Makiabellas (Armenia), Pain Dealers (Ibagué), Cabros (Bucaramanga), Falcons (Medellín), Silver Backs (Cali), y Caverniquads (Palmira). También Bogotá, la ciudad que más equipos tiene, vio el nacimiento de La Máquina del Mal, Legión Roller y Kings Roller.

En un principio, el rol de muchos de estos chicos se limitó a ser acompañantes, árbitros o entrenadores. Ahora, atraídos por la rudeza y exigencia mental y física de la disciplina, decidieron dar un paso adelante y conquistar un espacio como jugadores. “Creo que todo comenzó al ver a las mujeres practicar este deporte y ver la rudeza del mismo, ¿si ellas pueden por qué nosotros no?”, se empezó a preguntar Camilo.

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Además, al roller derby se le reconoce el hecho de ser un deporte inclusivo, por donde se le mire: permite que cualquier persona, sin importar su contextura física, orientación sexual, historial deportivo, sexo o edad pueda construir una carrera deportiva exitosa. “Se vuelve una alternativa interesante para la gente que aparentemente ya no puede practicar un deporte profesionalmente; si lo comparamos con el fútbol, uno a los 30 años ya es un veterano. Aquí hay gente de todas las edades, además, tiene una cantidad de posiciones dentro de la pista que aceptan todo tipo de contexturas físicas”, afirma Julián Moya, fundador de Máquina del Mal. 

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El pasado 14 de octubre se llevó a cabo el Instinto Derby: Primer Torneo Nacional Masculino de Roller Derby, que tuvo lugar en Armenia y contó con la participación de seis equipos: Combativos, Caverniquads, Cabros, Legión Roller, Falcons y la Máquina del Mal. La Máquina del Mal se llevó el título, seguidos por Caverniquads y en tercer lugar, Combativos. Este encuentro dejó varias conclusiones frente al panorama actual de la rama masculina en el país, pues además de reafirmar el dominio de Bogotá, permitió evidenciar los retos a los que se enfrenta la iniciativa, que son al mismo tiempo la respuesta de por qué hasta después de seis años se llevó a cabo este primer encuentro. 

“Si comparas femenino y masculino, la cantidad de personas que entran a femenino es mucho más grande, puede ser una proporción de 5 a 1. Nosotros hacemos la convocatoria abierta y nos llegan 10 correos de chicas y un chico pregunta y no vuelve”, afirma Julián. El primer problema es, entonces, la convocatoria. Según Juan David, jammer (anotador) de los Falcons, esto va ligado a la precaria publicidad que ha tenido el deporte, sobre todo entre los hombres, y a la extrañeza que produce en la gente por sus movimientos, en su mayoría fuertes y aparentemente provocadores de lesiones graves. A eso se suma el hecho de estar asociado a una disciplina exclusiva para mujeres.

Por otro lado está el tema económico. En deportes de alta demanda como el fútbol o el baloncesto no es necesaria una gran inversión de dinero para poder empezar a entrenar y jugar, pero en el roller derby es otro cuento. Desde el principio hay que comprarse unos buenos patines, que no cuestan menos de $500.000, y sumarles las protecciones de codos, rodillas y cabeza. Así, la primera inversión puede ser de $800.000 para arriba. Por esta razón, los manes que llegan a preguntar por los entrenamientos lo piensan dos veces antes de meterse la mano al bolsillo, pues el apoyo privado o estatal es prácticamente nulo.

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A nivel mundial, el roller derby está regulado por dos organizaciones privadas, lo cual lo excluye de ser un deporte federado u olímpico: Women’s Flat Track Derby Association de Estados Unidos y la Men’s Roller Derby Association. En Colombia está organizado en mesas de trabajo locales y una a nivel nacional, las cuales no tienen una relacion directa con el IDRD, en Bogotá, o a Coldeportes, pues desde la llegada del deporte al país se han presentado dificultades que han trancado el proceso de afiliación del roller a la estructura oficial deportiva. En Fedepatín, aunque no se reconoce como una modalidad, sí se creó una comisión técnica para agrupar a la comunidad interesada en este deporte.

“Se ha luchado mucho para crear una estructura jurídica que nos dé una base para conseguir mejores espacios, paralelo al trabajo que hacen las federaciones, o con ellas. El problema es que no hemos encontrado un punto de equilibrio. Básicamente uno esperaría que al abrirse las puertas de la federación el panorama mejore y tengamos mejores espacios, pero lo que vemos que sucede y que lo vemos en otras modalidades, es que no es así: los deportistas que van a los mundiales tienen que hacer unos esfuerzos grandísimos y pagar una cantidad de cosas, por esas razones se ha tratado de hacer una estructura paralela independiente. Ha sido un proceso de casi 5 años y no se ha logrado nada”, afirma Julián. 

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Dentro de las dificultades aparece una que se ha ido resolviendo. Según algunos jugadores como Fabián Ceballos, jammer de Caverniquads, la principal batalla que tuvieron que enfrentar fue la de llegar a un espacio que estaba ganado -muy merecidamente- por las chicas, pues hubo una especie de recelo con el que tuvieron que luchar para entrar en la movida, algo en lo que concuerda Daniel Castillo, jugador de Pain Dealers. Sin embargo, el sentimiento de familia y comunidad que caracteriza al roller derby pudo derrumbar esa barrera, y permitir la consolidación y el crecimiento contínuo del deporte en el país.

Algo que también se ve reflejado en el esfuerzo generalizado por fortalecer la región de occidente, conformada por ciudades como Medellín, Palmira e Ibagué, entre otras, donde el proceso ha sido más lento por el reducido número de equipos masculinos, pues hay ciudades dónde solo existe uno y las posibilidades de fogueo son inexistentes a menos que sea con las chicas. Es por esto que a lo largo del año se realizan encuentros no oficiales, con la finalidad de reunir a todos los equipos del país, sean masculinos o femeninos, para que se enfrenten con sus pares y haya un crecimiento equitativo. 

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El 14 de marzo de 2014 se llevó a cabo el primer Campeonato Mundial de Roller Derby Masculino en Inglaterra y dos años después se realizó en Canadá. Colombia no fue a ningúno. Al primero porque no se contempló la posibilidad de conformar un seleccionado nacional, y en el segundo, a pesar de haberse iniciado un proceso de convocatoría con la participación de 30 patinadores, la falta de representación jurídica impidió la entrada de los jugadores al país norteamericano. 

Ahora, para el tercer mundial que se realizará en Barcelona, España, el próximo año, los chicos van con toda: la creación del la Selección Colombia de roller derby masculino. Esta iniciativa, que comenzó motivada por la pasión y el amor al deporte, se está convirtiendo en una realidad de la que hacen parte representantes de diferentes ciudades, quienes quieren mostrarle al mundo un estilo de juego diferente, que como afirma Julían, se caracteriza por poner a la habilidad por encima de la fuerza. Entonces, la cosa va viento en popa y llegar a Barcelona es la apuesta más emocionante que tienen para 2018.
 

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