Entre la ciencia ficción y el paramilitarismo: 6 cómics colombianos publicados en 2018

La Palizúa: Ustedes no saben cómo ha sido esta lucha 

y Sin mascar palabra: Por los caminos de Tulapa

Por Pablo Guerra, Camilo Aguirre y Camilo Vieco

El Centro Nacional de Memoria Histórica le apostó al cómic como medio de divulgación de información y, más importante aún, de los testimonios de las víctimas de las diferentes formas de violencia que ha sufrido el país. La historia de La Palizúa (ilustrado por Camilo Aguirre) incluye los relatos de habitantes del departamento del Magdalena, específicamente de los municipios de Chibolo, Sabanas de Ángel y Plato. Sin mascar palabra (ilustrado por Camilo Vieco), por su parte, se centra en la experiencia de campesinos de tres municipios del Urabá antioqueño: Necoclí, San Pedro de Urabá y Turbo. Estas dos historias, que cuentan con el guión de Pablo Guerra, ofrecen un merecido espacio a la voz de los campesinos que han perdido sus hogares debido al conflicto armado y al robo de tierras por parte de los grupos armados ilegales, especialmente por los paramilitares. 

La lectura de estas historietas requiere ubicarse con soltura en el mapa de Colombia e identificar los municipios en los cuales se desarrolla la narración, logrando ampliar el reconocimiento geográfico del público que no está familiarizado con este sector del territorio nacional. Gracias a la manera en la que están construidas estas narraciones se pueden percibir los personajes —esos campesinos protagonistas— como seres humanos enterados perfectamente de los factores que hay detrás del desplazamiento forzado al cual fueron sometidos, como es el caso de la apropiación ilegal de las tierras que les solían pertenecer para ser usadas  principalmente para la ganadería, y esta característica es primordial en las obras ya que por lo general —y de manera errada— los campesinos son representados como seres ignorantes que están por debajo del nivel de la gente de ciudad. 

Viñeta de Palizúa.

Las mujeres y los hombres de las dos historias escritas por Guerra y dibujadas a una sola tinta, construyeron con sus propias manos sus antiguos hogares y los pueblos en los que vivían. Se organizaron territorial y socialmente, sin embargo, los proyectos paramilitares de la casa Castaño y de Jorge 40 les arrebataron sus territorios, trabajos y vidas. A pesar de los procesos adelantados por los campesinos ante el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA), la titulación de las tierras nunca se produjo, facilitando la apropiación de estos terrenos por parte de los grupos armados ilegales. A pesar de que algunos campesinos pudieron volver a sus antiguos hogares, las poblaciones que habían construido son apenas una sombra de lo que habían logrado con esfuerzo y dedicación. Los cómics hacen un recuento de la historia de las comunidades, pasando por la década del 80 y del 90 hasta la actualidad, observando cómo el pasado se mantiene en dinámica con el presente. Asimismo, los campesinos manifiestan la importancia que ellos les dan a su historia propia y a la tarea de no olvidar lo ocurrido en sus territorios. 

El abandono estatal, que es latente en estos territorios, hace que el trabajo de mantener unas comunidades sostenibles y con todos los recursos necesarios para vivir dignamente, sea una labor titánica. Sin embargo los protagonistas se caracterizan por su resiliencia, por esa capacidad de sobreponerse a su pasado violento y a su presente con obstáculos duros. Trabajan para ver la unidad, la calma y la labor comunitaria que recuerdan de los años anteriores a la llegada de la violencia que mencionan en sus relatos.

Viñeta de Palizúa.

Camilo Aguirre y Pablo Guerra ya tenían experiencia produciendo cómic con contenido histórico. Ambos colaboraron en Caminos condenados, historieta acerca de la apropiación ilegal de tierras y agua en la región de Montes de María. Aguirre también había publicado Ciervos de bronce, obra que explora varias anécdotas de sindicalistas que fueron víctimas tanto de grupos armados como del Estado a partir de la década del 70. 

La Palizúa y Sin mascar palabra le brindan al lector la posibilidad de acercarse a una parte de la historia del país que no se discute de manera frecuente y que lo medios de comunicación tradicionales tocan de manera muy superficial. Existen muchas investigaciones interesantes, complejas y precisas por parte de historiadores y otros profesionales afines, pero este contenido se limita a circular dentro del mismo gremio. 

Viñeta de Sin mascar palabra.

(No deje de leer 'Cómics, historia y política nacional: una alternativa a la visión superficial y veloz de los noticieros')

Con cómics como La Palizúa y Sin mascar palabra se abre la posibilidad de un acercamiento por parte de la gente que no está familiarizada con estos contenidos y que no tienden a leer informes como los publicados por el Centro de Memoria Histórica Nacional. Si bien no son relatos integrales o universales, ofrecen una historia alternativa que puede generar curiosidad por explorar más a fondo estos temas fundamentales para entender la historia de Colombia y el elemento alrededor del cual ha girado la mayor parte del conflicto del país: la tierra. 

Estas historietas son recomendadas principalmente para las personas que disfrutan de cómics con contenido histórico como Maus de Art Spiegelman o Palestine de Joe Sacco. También para los lectores que quieran saber más acerca de la historia de Colombia. Asimismo es recomendado al público que esté interesado en conocer formar alternativas de leer y escribir la historia.

Aquí puede descargar La Palizúa de manera gratuita y aquí Sin mascar palabra.

 

El resplandor de la noche

Por Zhaken

Ganador de la Beca Novela Gráfica de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño. En esta historieta podemos pasear por el centro de Bogotá y sus sectores aledaños en diferentes épocas: la actualidad, pasando por El Cartucho en los 80, por el Bogotazo en 1948 y hasta por los primeros encuentros entre un español y un indígena. En el cómic predomina el blanco y el negro, sin embargo el color azul es usado en momentos clave: resalta la sangre, las heridas y los seres ancestrales que tienen protagonismo en la historia. La Bogotá de El resplandor de la noche cuenta con centros comerciales, centros de negocios y avenidas propias de las metrópolis, también está inundada de pobreza, desigualdad, suciedad y delincuencia, muy fiel a la realidad y, asimismo, al mejor estilo de Ciudad Gótica. 

En este cómic Bogotá es protagonista. Las calles y los edificios del centro sobresalen, están ilustrados con varios detalles que el lector bogotano (por nacimiento o por adopción) puede reconocer. Esto crea una sensación de familiaridad que cautiva. Por medio de un viaje en el tiempo caótico, que podría evocar a la genial novela Matadero Cinco de Kurt Voneguth, se explora la vida de un indigente de la capital que está condenado a repetir un momento trágico debido a un crimen pasado.  

Es inevitable percibir la evolución de Zhaken como autor de cómic, quien en este mismo medio ha publicado viñetas que hacen crítica a los comportamientos sociales, además, El resplandor de la noche es una increíble sorpresa para quien viene siguiendo su trabajo en redes sociales. Este es un cómic recomendado para quienes disfrutan de historietas como Sin City o Tales From the Crypt. 

 

Crónicas de la resiliencia

Guión de Andrés Barragán, Juliana Ramírez, Juan Mikán, Martha Marín y Guillermo Torres Carreño. Ilustración de Guillermo Torres Carreño

Para los fanáticos y estudiosos del cómic es muy emocionante ver cómo las instituciones nacionales se están percatando del valor y de la capacidad de este formato como herramienta pedagógica y didáctica. Crónicas de la resiliencia, publicado por el Instituto Humbolt, fue el lenguaje elegido para construir una historia con elementos de ciencia ficción en la cual se exploran temas como la valiosa biodiversidad de Colombia y el peligro que el humano representa para el planeta.

Es el año 2100 y tan solo sobreviven unos pocos humanos y otros seres vivos, todo gracias a los “petrojunkies”, nombre que el cómic le da a los seres humanos adictos al petróleo que se originaron en la Revolución Industrial y tuvieron su apogeo en los siglos XX y XXI. Los protagonistas de la historia viven en Aguamarina, una pequeña colonia que existe en el Caribe colombiano en la cual gracias a diferentes inventos y avances científicos los últimos humanos, junto a pocos especímenes animales y vegetales, han logrado sobrevivir.

El protagonista de este cómic, Ceiba Stelis, es un científico y uno de los líderes de Aguamarina. Él y sus hijas Kelonia, Kelindra y Aurora tienen la clave para salvar su colonia y el destino de la humanidad. Sobresale la elección de los autores por hacer a los personajes personas afro. Por desgracia la representación de los negros en los medios, como pasó durante muchos años en el cómic, se limitó al papel de seres ingenuos o a la cuota de comedia entre otros desafortunados estereotipos raciales.

Se puede hacer un paralelo entre Stelis y Jor-El, padre biológico de Superman en la mitología de este superhéroe. Al igual que la mayoría de versiones de Jor-El, Stelis es un científico, ambos le anuncian a sus colegas, a los líderes de sus comunidades, que su hogar está en un peligro inminente. En ambos casos Stelis y Jor-El deciden actuar por cuenta propia después de que son ignorados. Ambos personajes incluyen a sus hijos en los planes que tenían en caso de no ser escuchados. 

Kelonia, Kelindra y Aurora son quienes podrán salvar a Aguamarina, además del pasado y el futuro del planeta. Algo que llama la atención de esta historia es la importancia que se le otorga a la empatía. Gracias a un invento científico de los habitantes de Aguamarina, es posible acceder a una gran red que conecta a todos los organismos vivos. Debido a esto se puede experimentar la existencia desde el punto de vista de otros animales. En esta conexión se encuentra el secreto para cambiar el rumbo de la humanidad, para corregir los errores de los “petrojunkies”.  Crónicas de la resiliencia plantea que solo saliendo de nuestro microuniverso personal y entendiendo que hay otras formas de vida que también merecen respeto y una existencia digna, podremos empezar a generar un cambio en nuestra cotidianidad que potencialmente pueda contribuir a transformar el rumbo de la humanidad. 

En cuanto a los elementos visuales, sobresale la paleta de colores elegida para representar los momentos que suceden en Aguamarina en el año 2100. En estas viñetas y páginas contrastan un tono rojo y azul “ácidos” que evocan la toxicidad del mundo en ese momento. Mientras que en el pasado predomina el verde, el amarillo y un azul más cálido. Estas diferencias hacen que sea mucho más amable para el lector ubicarse temporalmente a medida que la historia avanza. 

A pesar de ser un producto que tiene ciertos propósitos institucionales, los autores lograron crear una historia sólida y unos personajes lo suficientemente interesantes como para generar expectativa para la posible continuación de Crónicas de la resiliencia. El plan secreto de la familia Stelis es un elemento importante para lo anterior haciendo a la narración igual de llamativa y sobresaliente a las geniales ilustraciones de Guillermo Torres Carreño. 

Este es un cómic recomendado especialmente para los fanáticos de la ciencia ficción, de las historias contextualizadas en distopías y los viajes en el tiempo. 

Se puede descargar de manera gratuita aquí.

 

María Colora

Por Said Atala y Andrés Santamaría

Aunque fue publicado en el año 2012 en formato digital, María Colora finalmente se lanzó en físico este 2018 durante la Feria del Libro de Bogotá. Tener María Colora en las manos es otra cosa, la experiencia de lectura es mucho más agradable. Por supuesto en esto influye que se hicieron varios ajustes y adiciones a la versión impresa. Entre estos cambios está el genial prólogo de Alan Grant, guionista de cómic escocés reconocido por su trabajo en títulos emblemáticos como Judge Dredd y Batman. El formato vertical que los autores eligieron es una de las características que hacen a esta historieta llamativa. 

Esta historia de ficción y fantasía aterrizada en un contexto rural colombiano es protagonizada por María Colora, una niña que no tiene miedo de enfrentarse a nadie para proteger a los más débiles. La narración comienza cuando ella debe mudarse de la ciudad a Ruralito para vivir con su abuela después de una tragedia familiar. Said Atala dice que Ruralito “está basado en cualquier pueblo de tierra templada-fría de la zona Andina”.Tanto María Colora como Doña Arcoíris, su abuela, son personajes complejos y hacen que la narrativa sea liderada por protagonistas femeninas que se desarrollan de una manera muy interesante. “A mí me criaron mujeres, fuertes, berracas y tercas como ninguna —asegura Atala—, y quise hacerle un pequeño homenaje a todas ellas”. 

El cómic está dividido en dos: la historia principal que está en tiempo presente, cuando María Colora llega a Ruralito y empieza a hacer nuevos amigos y enemigos, y una narración paralela que se dispone como un pasado que a medida que el lector avanza en las páginas, se percata de su influencia y relevancia en la vida de María Colora. La manera en la cual los personajes discuten ese pasado tiene unas características fantásticas o mitológicas que muestran la relación estrecha entre Ruralito y la historia de la familia de la protagonista. Tanto el lector como María Colora notarán que los adultos no siempre dicen la verdad por diferentes razones, creando incertidumbre y desconfianza en el ambiente. 

El lector se encontrará con un cómic tan emotivo como divertido. Lo que en un principio podría parecer un cuento o una narración para niños se convierte en una historia cautivadora que toma un rumbo inesperado. En este cómic los autores logran crear un universo propio en el cual sobresalen los juegos de poder, la devoción ciega que se puede tener hacia ciertas tradiciones y el misterio que despierta el campo en los habitantes de las ciudades. 

Este cómic es recomendado particularmente a los lectores que disfruten de las historias tipo  Coming-of-age (como es el caso de Paper Girls de Brian K. Vaughan y Cliff Chiang), en las cuales uno o varios niños deben enfrentarse a situaciones y personajes excepcionales que cambiarán sus vidas para siempre.  

Para conseguir este cómic puede escribir a la página de Facebook de Editorial Bocadillo.

 

Espectaculares Héroes Colombianos

Por Juan Pablo Silva

En el universo de Espectaculares Héroes Colombianos los superhéroes criollos cambiaron varios hechos históricos del país: rescataron a Omaira, la niña que murió trágicamente después de la avalancha ocasionada por el volcán Nevado del Ruíz en Armero en 1985; salvaron a Ana Elvira Cortés, la víctima del infame collar bomba en 1999; por otro lado, un inusual, como le llaman a quienes tienen habilidades sobrehumanas, fue quien asesinó a Jorge Eliecer Gaitán, ocasionando el Bogotazo (esto último no aparece en esta edición pero se puede leer en esta pequeña historia del universo de los Espectaculares Héroes Colombianos). Los protagonistas del cómic pueden nacer con sus poderes como los mutantes de Marvel o usar el entrenamiento físico y la tecnología a su favor como Batman.

Inspirado por cómics como los diferentes títulos de los X-Men, Juan Pablo Silva creó Espectaculares Héroes Colombianos usando elementos propios de este tipo de historietas como las peleas épicas entre los personajes y sus súper poderes. Silva creó una historia consistente y creíble dentro del marco del género y del contexto colombiano.  El cómic está acompañado de recortes de periódicos y revistas de este universo que le dan pistas al lector acerca del origen de algunos protagonistas y de la manera en la cual la existencia de estos seres ha afectado la historia de Colombia. 

Entre los héroes colombianos están Capax y Kid, los dos son guiños a destacados personajes colombianos reales. Capax está inspirado en Alberto Lesmes Rojas, mejor conocido como Kapax, un nadador nacido en Putumayo que además de sus hazañas deportivas ha sido vocero del cuidado del medio ambiente. Kid es el héroe boxeador entrenado por el mismo Antonio Cervantes, alias Kid Pambelé, una de las glorias nacionales del boxeo, un deporte en el cual varios colombianos se han destacado a nivel mundial. 

De este cómic sobresale que Karin, una mujer indígena que pertenece al equipo de los Espectaculares, es sin duda uno de los personajes más poderosos de esta historia y además tiene un papel esencial al momento de enfrentarse al misterioso enemigo principal de los héroes. Así como en Crónicas de la resiliencia,  Espectaculares Héroes Colombianos le da protagonismo a alguien que pertenece a un grupo de seres humanos que ha sido reducido a ser representado principalmente de dos manera: como el buen salvaje ignorante o como un salvaje violento e ignorante.  

Espectaculares Héroes Colombianos es un cómic con una historia entretenida donde sobresale la parte gráfica al mejor estilo de las historietas gringas. La narrativa mantiene el suspenso que hace que el lector quiera saber quien está detrás de los estragos que un grupo de inusuales está ocasionando en todo el país, poniendo en apuros a los héroes más poderosos de Colombia. 

Este cómic es recomendado especialmente para los entusiastas de los superhéroes y de los personajes de acción, también para quienes están interesados en las realidades alternativas o ucronías en las que diferentes hechos históricos se desarrollan de otra manera.

Lea las primeras páginas aquí. Y si se antojó, puede comprar este cómic en la tienda virtual de la editorial Go Up Comics.

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*María Camila es historiadora. En su canal de YouTube Los cómics son buenos se dedica a investigar sobre cómic y a analizar la relación que sostienen las historietas y novelas gráficas con la Historia.