‘Esto sí es arte’: Franco y Skore999 les meten grafiti a obras de Caravaggio, Da Vinci y otros clásicos
Con caps, tatuajes y otros elementos característicos del arte urbano, estos dos grafiteros bogotanos curtidos en el bombing quieren cuestionar lo que se entiende como arte a partir plantear una defensa del grafiti. Serán 11 obras intervenidas con toques de sátira y sobre superficies de fibra de vidrio, y que podrán verse en La Aldea Arde a partir del 11 de octubre y hasta el 24 del mismo mes.
Es jueves en la noche, cuando la oscuridad crea el momento ideal para que muchos grafiteros de la ciudad alisten sus latas y se tomen las paredes bogotanas, llenándolas de tags o throw ups. Es lo que han hecho cientos de noches Franco y Skore999, dos de los grafiteros que más saben de azotar una ciudad con intervenciones sin permiso. Pero esta vez la rutina es diferente para ellos: están encerrados en un estudio, con pincel en mano, explorando un campo nunca antes visto en su obra. La dupla del crew APC, un parche con más de 50 miembros y cuyo origen se remonta a 2005, está reinterpretando las obras de René Magritte, Caravaggio, Leonardo da Vinci, Diego Velázquez y Francisco de Goya con elementos característicos del arte urbano como caps, tatuajes, stickers y mucha pintura. La razón de Franco y Skore para guardarse en un estudio desde hace dos meses es que a partir del próximo 11 de octubre inaugurarán la exposición ‘Esto sí es arte’.
Esta dupla se conoció en 2005, cuando Franco organizó un evento y entre los participantes debutó Skore999. “Desde ese momento se generó un respeto que luego pasó a ser amistad —recuerda Skore999—. Hay artistas con los que uno siente más empatía hablando de creación de obra; con todos uno se lleva bien pero no con todos se trabaja fluidamente. Con Franco encontré esa fluidez, siempre aportamos y es un equilibrio bacano”. Constantemente han pintado juntos, sea alguna pared o un barrio entero, como hicieron el año pasado en el barrio Buenavista (al norte de Bogotá) cuando intervinieron 551 casas durante dos meses con la ayuda del ecuatoriano Ache y el mexicano Exolus. En varias ocasiones ambos también se han salido de las calles para exponer en las galerías, herramienta ideal para llegar a otro público, pero esta será la primera exposición exclusivamente de los dos.
Fotos de Daniel Triana.
El concepto de la muestra surgió hace unos meses, entre salidas de la dupla a pintar. El nombre que le dieron alude a esa afirmación empleada por expertos e inexpertos cuando se topan con algo que resulta de su agrado. “La gente pasa y si lo ve pintado a uno con colores dice que eso sí es arte. Es un factor común entre todos los que pintamos —comenta Skore999—. A partir de esa frase estamos creando esta obra como un cuestionamiento satírico sin asegurar nada, dejándolo al libre albedrío de la gente”. Por eso el “sí” de la exposición está tachado, haciendo alusión a ese rayón chorreado que los grafiteros trazan en el trabajo de otro para mostrar su descontento.
Y es que el término “arte” es muy complejo. El Diccionario de la Lengua Española (DLE) da unas definiciones un tanto vagas: “Capacidad, habilidad para hacer algo” o “Manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”. Ahora nadie le quita esta etiqueta a Las meninas, de Velázquez, o a La dama de armiño, de da Vinci, pero al hablar de grafiti las opiniones se dividen y algunos se niegan rotundamente a considerarlo, mientras otros pagan cientos de millones de dólares por un cuadro de Jean-Michel Basquiat o despegan sin permiso las paredes de madera o cemento intervenidas por Banksy para subastarlas, tratar de donarlas a museos de arte moderno o exhibirlas.
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Para la selección de obras a intervenir, Franco y Skore999 escogieron no solo a aquellos que admiraran, sino que fueran fácilmente reconocibles y cuyas posiciones o elementos se prestaran para integrarlas con el mundo del grafiti. Mientras hablábamos con ellos, Skore999 pintaba la manzana verde de El hijo del hombre, de Magritte, junto a una bolsa de D1 con una botella de vino, según él, una cosa que no puede faltar cuando sale con su parche a rayar. Franco, por su parte, le agregó un balde con pintura al ángel de La inspiración de San Mateo, la obra hecha por Caravaggio en 1602. “En todo siempre hay un polo opuesto. En este caso el ángel representa a los artistas urbanos. El man de abajo [San Mateo] es el Estado, la policía, la opresión, y el ángel llega desde arriba a echarle un baldado como burla o castigo —explica Franco—. En realidad es una protesta porque uno no niega que a veces le gustaría echarle un poco de pintura a un tombo para que no joda. Es algo moralmente atropellante pero que [físicamente] no lo va a dañar”.
En total serán 11 obras, dos de esas originales de los expositores, que tendrán un título similar pero con su toque de sátira. El día de la inauguración los develarán. Los personajes serán modificados con indumentaria característica de los grafiteros y los escenarios recrearán las calles bogotanas, nocturnas y con tags colegas de la calle como Stinkfish, Ospen y Pez. Las superficies son hechas en fibra de vidrio y se alejarán del lienzo para asemejar las paredes de ladrillo. Pintar en estas paredes falsas fue quizás el mayor reto, pues ambos tienen formación como pintores y en sus ratos libres también pintan cuadros, sea para ellos o para exponer en alguna galería colombiana o internacional.
'Esto sí es arte' une dos expresiones totalmente opuestas y a su vez critica a todos aquellos que le dan o le quitan la categoría de arte a algún trabajo. “Definir ‘arte’ es muy subjetivo: cualquier persona es un mundo y tendrá su propia respuesta. A veces me pregunto quién lo define, porque hay cosas re artísticas que cuestan miles de millones de dólares y no me transmiten nada —dice Skore999—. Hay unos cuadros que son un lienzo blanco, con un puntico y ya. Toca leerse cinco páginas para entenderlo o de lo contrario no, entonces ahí pierde el sentido”.
Por el contrario, y sin meterse en la labor de llamarlo o no arte, defienden el grafiti en todas sus formas, pues un trabajo en gran formato gusta a la mayoría por su tamaño, diversidad de colores, realismo, o por incluir elementos fáciles de digerir como animales o indígenas. Con las intervenciones más rápidas, como pintar una valla, solo los que hacen parte de la escena entienden ese sentimiento. “La gente no comprende cómo hicieron los pelados para llegar hasta allá, cuánto tiempo estudiaron para hacerlo porque no es decir ‘subamos’ y ya. Se debe subir, bajar, hay candados y cerraduras”, agrega Franco.
Esto sí es arte cuenta con el apoyo de la Fundación Cartel Urbano y su plataforma Creadores Criollos, y estará del 11 al 24 de octubre en La Aldea Arde (Calle 17 # 2 – 77). Para más información sobre este y otros eventos visite nuestra agenda cultural.