“Somos el sello que cura y suena la grasa, el sebo, la raspa, el bazuco”: Paria Records
Un ente curador de expresiones artísticas subvaloradas que pretende generar campos de difusión para contenidos cargados de lenguajes explícitos, vulgares, grotescos y disidentes que suelen ser silenciados por su naturaleza precaria.
En Colombia existe gran variedad de géneros y expresiones musicales, algunos de creación netamente autóctona y otros nacidos de la influencia de diferentes regiones del mundo y del mestizaje cultural que conforma nuestra historia. La cumbia, el vallenato y la champeta son algunos de lo más reconocidos y sobre todo bien aceptados dentro de la tradición musical del país. Pero en lo más profundo de las raíces que estructuran el legado musical colombiano descansan, marginados, algunos otros géneros que son subvalorados muchas veces por razones de índole moral. La censura de otros lenguajes y la negación de la diversidad son los velos tras los cuales se ha querido ocultar esta otra cara de la música que habla de vivencias y situaciones a través de estéticas “impresentables” para quienes ostentan el papel de jueces y dueños de la industria y que operan bajo ciertos cánones y juicios de valor preestablecidos a conveniencia.
El gueto, la periferia y la calle en sus más crudas expresiones son cunas en las que se gestan muchas de estas expresiones musicales populares disidentes, desconocidas e invisibles para muchos y que hablan desde su propia realidad. Este underground exige un espacio dentro de la industria en el que pueda entrar a competir en igualdad de condiciones sin ver comprometida su esencia, la eterna condición para lograr pertenecer.
Conformado por Bclip, y A.C. (Alejandro Cardona) en asocio con AMALGAMA en la parte audiovisual, Mateo Rivano y Maniatic como creadores de la estética inicial y logos, nace en 2017 Paria Records, un sello discográfico y de curaduría musical que incursiona en el medio precisamente buscando la descentralización de la música a través de la inserción de las manifestaciones artísticas musicales creadas en y por la periferia. Este año se fortaleció y empezó a trabajar con más fuerza en Medellín.
Como Bclip, Boom Full Meke, Dj Pantera, Luchin Perreo, Pulpo Perreo, el mexicano Dj Shadow Mix, los dominicanos Tali, Goya y Shelow Shaq entre otros, han alimentado el sello con sus producciones. Adicionalmente, Paria también ha gestionado los booking para artistas como Big Boy, Dj Dever y MC Bin Laden.
Además, ha hecho presencia en festivales como el Kuir Bog Fest, Traición en Ciudad de México y fiestas en Terminal Club Antisocial (también en el D.F.y donde harán una nueva versión virtual del evento el próximo 29 de mayo). Hicieron un showcase de Paria Records en Yavería y otro en Vídeoclub. Allí contaron con dj sets y presentaciones de Ynfynyt Scroll de USA y Puppy Sierna la reina de la guaracha, entre otros.
“Representando la música paria, somos el sello que cura y suena la grasa, el sebo, la raspa, el bazuco. Ráfaga sin veto, sonido precario y auténtico” es la frase con la que sus creadores definen el proyecto, agregando que su principal interés con Paria es que la música disidente colombiana logre “acaparar” el mundo entero.
Paria Records es el ente curador de expresiones artísticas subvaloradas que pretende generar campos de difusión para contenidos cargados de lenguajes explícitos, vulgares, grotescos y disidentes que suelen ser silenciados por su naturaleza precaria, explica Bclip. También es una plataforma que reclama visibilización para todas las manifestaciones artísticas marginadas de carácter propositivo y futurista. Este reclamo se establece a través de la búsqueda de acceso a diferentes espacios culturales y fuentes de lucro, procurando además que exista igualdad de condiciones, para así llegar a eliminar los juicios preestablecidos frente a estos lenguajes crudos.
Chris González es el nombre detrás del seudónimo del Dj, curador y productor barranquillero Bclip. Con una amplia carrera y mucho reconocimiento en el circuito de Djs colombianos, Bclip se presenta como “activista del gueto, apasionado por las estéticas explícitas producto de la calle y su sonido estridente y crudo”.
Cuenta que él mismo es el resultado del influjo de muy diversas corrientes que transitan entre el black metal, guarapo, champeta, reguetón, plena, mode up, trap, ghetto hard house, funk carioca, máquina, changa, trapbow, aleteo, soukous, afrobeat y la influencia picotera —el soundsystem colombiano por excelencia— que según explica, configura una propuesta sonora de vanguardia, un crossover explícito que no está lejos de las raíces caribeñas sin caer en los clichés seudotropicales impuestos por múltiples parámetros foráneos. Se denomina curador del talento y el sonido no reconocido por la élite artística. Se dedica al rastreo de la espontaneidad y originalidad de la música nacida en la precariedad y es también, en sus palabras, un fiel activista de la expansión del real underground colombiano.
Su cometido está cimentado en el deseo de designar Paria Records como la representación de la periferia sin mantenerla ahí, es decir, “la locación por estrategia no se encuentra precisamente ubicada en la periferia sino que más bien hace presente la periferia en el centro de la ciudad”, explica Bclip. Es sacar eso que incomoda de la cloaca que se le ha destinado como único espacio para existir y llevarlo directamente al núcleo del elitismo cultural.
Los “sonidos de cosecha propia”, como definen estos ritmos que confluyen en Paria, no se reducen únicamente a ser de procedencia colombiana sino que, además de eso, se busca que sean sonidos propositivos sonoramente y de manera acorde a la cosmogonía y estéticas propias. Esto no quiere decir que no puedan estar influenciados e incluso basados parcial o totalmente en ritmos traídos de afuera, sino que en sus entrañas debe permanecer indeleble la esencia y la identidad colombiana propia de estos círculos marginales de donde provienen y, por supuesto, deben ser cosechas que prescinden de la necesidad de aprobación externa para su creación, ejecución, o procedencia.
Algunos de los géneros que hacen parte de este concepto guía para la curaduría del sello —sin hablar de representantes— son el gueto house, el kuduro, el funk carioca, el bultrón panameño, el guarapo barranquillero, el vogue y otras muchas manifestaciones que han abierto camino a formas disidentes de concepción creativa. “En mi opinión —dice Bclip—, géneros como el guarapo, la paipa, la salsa choque, el hip hop explícito con timbres vocales basados en slang y contexto local, el modeup isleño, y la Guaracha son manifestaciones creativas espontáneas que merecen denominarse como cosecha propia”.
También cuenta Bclip que el aporte de Paria al entramado de sonidos subterráneos consiste en la pretensión del sello de expandirlo y evolucionarlo sin condición alguna más allá de encajar en el concepto de “cosecha propia”. El propósito es que el underground se incluya y se produzca en los niveles más altos de la industria artística sin sacrificar su naturaleza ruda y explícita. “Que la precariedad no sea un limitante para sobrepasar lo ya visto en la industria comercial del arte. Hacer prevalecer siempre el arte contestatario, revolucionario y disidente”.
Así mismo, otro de los objetivos de este sello discográfico independiente apunta hacia lo que ellos llaman “la reivindicación de las estéticas marginales”. Insisten en que cuando se habla del gueto no sólo se hace referencia a la imagen clásica y kitsch del hip hop de barrio, sino que se habla también de todo lo que ha sido marginado y que ha dado lugar a la génesis de estéticas disidentes. Cuando se habla de reivindicación se habla de darle voz al origen, a la propia raíz de la disidencia y de la marginalidad en todo su esplendor.
Por último, dice Bclip que “El gueto sólo crea”, refiriéndose a que la creación que allí ocurre debe ser orgánica y por ningún motivo debe verse condicionada a obedecer a los intereses o requerimientos de una disquera que exija cambios en sus formas para existir comercialmente.
Explica que acorde a la naturaleza y carácter del sello, no consideran que su labor sea propiamente la de condenar letras o temas problemáticos que incluyan manifestaciones misóginas, sexistas o conductas que inciten a la violencia o la delincuencia, pero son enfáticos al decir que tampoco las promueven. La postura que toman ante este panorama –que es por cierto inevitable en una sociedad como la colombiana que cría a muchos de sus coterráneos en escenarios de violencia y desigualdad–, es la de mediadores entre la delgada línea que separa la libertad de creación y expresión explícita, de contenidos que hagan apología a dichos tipos inaceptables de violencia. “Paria promueve una dirección creativa que respete las formas y permita crear contenidos explícitos guiándolos hacia temas que por ningún motivo denigren a las mujeres o inciten a la violencia”, puntualiza Bclip.
El pasado 16 de mayo Paria Records lanzó un álbum digital crossover futurista y grasoso de nombre GVLA el cual se puede descargar a través de este link de bandcamp. “GVLA: ansias de manteca directa a la arteria, puro cebo aglomerado y grasa desmedida con instinto asesino que solo teme a sonar light. Suena a marquesina en thunderdome, a crossover y2k, a rave precario del tercer mundo” es la descripción de este nuevo contenido. Sin duda alguna un gran ejemplo y demostración de los conceptos pilares y en general de la propuesta de Paria Records.
Sígales la pista en redes sociales a Paria Records y a las mentes detrás del proyecto: Bclip, A.C., Mateo Rivano y Maniatic.