¿Los antitaurinos de Bogotá están perdiendo la batalla?
A finales del año pasado se cayó la posibilidad de realizar una consulta antitaurina. En cambio el Consejo de Estado exigió que regresaran las corridas de toros a la Plaza de Toros La Santamaría. Peñalosa está en desacuerdo con las corridas, pero no va a ir en contravía de esa decisión.
2015 no terminó de la mejor manera para los amigos de los toros. La consulta popular que había convocado Gustavo Petro para acabar con las corridas de toros, avalada en agosto por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, fue rechazada por el Consejo de Estado.
La ilusión apenas duró un mes. El ex alcalde esperaba que los bogotanos dijeran sí o no a la tauromaquia el 25 de octubre, durante las elecciones regionales, pero al final todo se volvió en contra: el máximo tribunal administrativo no solo fulminó dicha iniciativa, sino que también decretó el regreso de la fiesta brava a la Plaza de Toros La Santamaría, la cual el mismo Petro había dispuesto desde 2012 como un espacio dedicado a distintos tipos de actividades culturales.
"Los toros van a regresar a la Santamaría. Por el momento, es poco lo que se puede hacer. Quizás en 20 años, luego de un cambio generacional, lograremos erradicar definitivamente la tauromaquia": líder antitaurino
El Consejo de Estado señaló que el ex alcalde, al proponer una consulta antitaurina, violó el derecho fundamental al debido proceso de los accionantes, a lo cual Petro respondió: “Sociedades que se divierten con muerte de animales también lo hacen con muerte de humanos”.
Actualmente, la Plaza de Toros está siendo remodelada. Felipe Negret, presidente de la Corporación Taurina de Bogotá, se quejó a finales del año pasado de supuestas maniobras dilatorias por parte de la Alcaldía de Bogotá, encargada de los arreglos. Ante esto, la Corte Constitucional se pronunció afirmando que la plaza debe estar lista el 17 de agosto de 2016.
El regreso de las corridas de toros es inminente. Emiliano Castro, que tiene 57 años y es líder de Antitaurinos Prea Colombia, nos dijo en una entrevista que el panorama actual es complicado. “Los toros van a regresar a la Santamaría. Por el momento, es poco lo que se puede hacer. Quizás en 20 años, luego de un cambio generacional, lograremos erradicar definitivamente la tauromaquia. Ya no depende de que haya una ley que prohíba la fiesta brava, sino de que haya un verdadera conciencia al respecto”.
Los esfuerzos de Emiliano ahora están dirigidos a la provincia. Según dice, la estrategia de los aficionados a la fiesta brava en este momento se basa en convocar a jóvenes a través de una especie de turismo taurino. “Para evitar esto, no basta con que lleguemos a los municipios a protestar —comenta—. Se ha vuelto necesario ir hasta las veredas”. Su próxima parada será Caquezá (Cundinamarca). Castro evita difundir por las redes sociales el cómo, cuándo y dónde de sus acciones de protesta, ya que en más de una ocasión ha sido saboteado por taurinos.
A diferencia de Emiliano, Natalia Parra, otra importante líder animalista bogotana, ha sido mucho más reactiva frente al fallo del Consejo de Estado. Por medio de ¡ALTO!, plataforma de la cual es directora, ha dicho que al revocar la consulta antitaurina tampoco se tuvieron en cuenta los argumentos de los animalistas, quienes antes de que Gustavo Petro propusiera esta iniciativa ya habían planteado la misma. “Bogotá no puede retroceder éticamente en el tema de las corridas de toros”, dijo Parra en una entrevista a El Diario Bogotano.
¡ALTO! radicó una acción de nulidad contra el fallo que impide realizar la consulta antitaurina, pero todavía se desconoce la respuesta del Consejo de Estado.
Para los taurinos se ha vuelto costumbre rodear y vigilar la Plaza de Toros para evitar dilaciones, y esperan que la temporada 2017 se lleve a cabo. Mientras tanto, reconocidos personajes devotamente taurinos, como Francisco Santos y Alejandro Ordóñez, han disfrutado en La Plaza de Toros Marruecos, en Subachoque. La revista Jet-Set los captó disfrutando de estocadas y verónicas.
A Peñalosa no le gustan las corridas, pero…
A finales de octubre del año pasado se supo que el alcalde Enrique Peñalosa seguiría la misma línea de su predecesor Gustavo Petro: no más corridas de toros.
“La Corte Constitucional dice que no se pueden prohibir los toros pero yo creo que el Distrito sí puede decidir cómo se utiliza la Plaza porque es un inmueble que le pertenece a todos los bogotanos —dijo Peñalosa—. Dentro de los ciudadanos de Bogotá hay un consenso muy amplio de que no se quieren más toros en Bogotá”.
"Peñalosa se lavó las manos tal y como lo hizo en 1999, durante su primera administración"
Más adelante, a principios de enero, repitió que no estaba de acuerdo con que se realicen corridas de toros en la Santamaría. Sin embargo, añadió que respetaría el fallo del Consejo de Estado, el cual ordenó devolverles el espacio a los taurinos.
“Yo seré el primero en salir a marchar de manera respetuosa y democrática para protestar contra el hecho de que se llegue a usar la Santamaría para corridas —dijo el actual alcalde—. A mí me parece sorprendente el fallo porque no solamente dice que deben permitirse las corridas sino que obliga a la administración a que utilice una estructura que le pertenece a todos los ciudadanos”.
Para Emiliano Castro, la de Peñalosa fue una salida fácil y política. “Se lavó las manos tal y como lo hizo en 1999, durante su primera administración —afirma Castro—. En ese año, las corridas de toros estuvieron a punto de acabarse, pero al final la Corporación Taurina de Bogotá logró un contrato con el IDRD que hacia posible la realización de espectáculos taurinos en la Santamaría”.
Emiliano, junto con otros animalistas, le enviaron una carta a Peñalosa. Nunca hubo respuesta.
El fallo del Consejo de Estado casi coincide con la ley proferida a principios de este año por el presidente Juan Manuel Santos que castiga a los agresores de los animales con multas e incluso cárcel. Esta, sin embargo, no interfiere en esas llamadas expresiones culturales, como corridas de toros, peleas de gallos y corralejas.