Ud se encuentra aquí INICIO Rexistencia Igz Rap Minguero De La Loma

IGZ: Rap Minguero de La Loma

Pasan los años, las modas, los géneros urbanos,  y la agrupación IGZ  se mantiene firme con sus líricas de libertad y resistencia en la Comuna 20,  un espacio marginado y estigmatizado por gran parte de la ciudadanía caleña.

El Zudaca

Cada persona construye su propia ciudad desde la subjetividad, desde su forma de transitar el espacio, de hacer uso de lo público, de identificarse con aquello que cree propio, y en Colombia desde hace más de 30 años los jóvenes de los sectores populares se identificaron con la cultura Hip Hop,  en permanente movimiento por su extraña mezcla de ideas, fuerzas sónicas, visuales y cinéticas que ha alcanzado cientos de puntos en el planeta, entre ellos Cali, y su entrañable loma rebelde: La Comuna 20, incrustada en la parte occidental de la ciudad, entre la avenida los cerros, los Farallones, y los cerros Bataclán y Cristo Rey.

La legendaria zona de ladera,  territorio de cultura viva comunitaria que resiste a través del tiempo. Una comuna entretejida por 11 barrios entre ellos Siloé, Cortijo, Belén, Tierra Blanca, Brisas, La Sultana, cuando las primeras familias mineras del viejo Caldas llegaron en 1920 para asentarse en esa zona montañosa donde antes predominaba la explotación carbonifera en terrenos de alquiler, un ecosistema donde llegaron cientos de familias desplazadas por la violencia política en el Cauca,  Nariño y el Pacífico sur; y que con sus propias manos y en clave de minga levantaron sus ranchos, los servicios públicos, y se adaptaron a los vaivenes de la naturaleza. Un lugar donde sobreviven memorias campesinas, mineras, agrícolas, insurgentes y rebeldes que  levantaron la loma,  se apropiaron del territorio, de ese pesebre urbano que todos miramos desde abajo pero que muy pocos conocen sus códigos, historias y personajes. 

Un paisaje aleta de barrio parado en la raya,  donde la poesía habita los callejones,  la consigna es popular y libertaria, un lienzo donde el graffiti se representa como arte político, ilegal y gratuito y se asoma sin miseria por sus calles empinadas y laberínticas, el breakdance se dibuja en el pavimento de las canchas de fútbol, mientras la estrella y su mirador iluminan  los sonidos  mutantes que se fabrican en la guarida creativa de IGZ Producciones en el barrio Lleras Camargo. Allí, en el segundo piso de la casa se percibe la espiritualidad callejera y solidaridad comunitaria del Hip Hop. Dos MCs,  Anthony y el Loco, cuentan  su versión de la historia de un movimiento artístico relacionado con conocimiento, sabiduría, entendimiento, paz, unidad, amor y diversión en la periferia de Siloco y sus alrededores.  

“Me dicen  el loco desde que bailaba salsa”, dice Alexander Ríos, conocido también como LocoMC.  “Nací en Lleras Camargo en 1970, mi papá de Medellín y mi mamá de Risaralda ( Caldas)  y  soy más viejo que el mismo hip hop  pues he vivido todo el proceso desde que mi hermano bailaba breakdance y lo mataron en el oriente. Luego vino la primera película, “Beat Street” en el Teatro El Cid,  y al final de la película se presentó la Rock steady crew, allí estaba el B-boy Crazy Legs.  Vi cuando Mario Wize y el mudo pintaron el primer grafitti de Cali en el puente peatonal del Club Noel, yo iba al parche de la ciclovía de la novena  bailando salto bajo …”, recuerda como quien añora esos días donde la cultura del hip hop era una novedad en su vida.

Anthony Fernández, la otra mitad de IGZ, dice, no tiene chapa, no tiene alias. “Nací en Siloé  pero mi familia es oriunda del Cauca, y también desplazada por la violencia política como el 90% de quienes llegaron aquí. Mi abuelo dirigió el sindicato de Eternit, y  mi papá fue líder sindical mucho tiempo, e hizo parte del M-19 y realizaba asambleas en el barrio, y eso tuvo que ver con mi acercamiento al rap. Todo el tiempo me echaron de los colegios públicos por peleón”, cuenta. Dice también que fue en un colegio en el barrio Sucre donde le llegó un casette de Vico C  y junto con unos amigos se vieron fascinados y armaron un grupo de rap.

igz.jpg

Ambos relatos biográficos hacen parte de la historia colectiva del rap en los años 90,  caracterizada por una prolífica creatividad callejera comunicada a través del freestyle en la ciclovía de la novena, y quedó documentada en programas de televisión como Sin visaje, del canal regional Tele Pacífico, donde “El Loco” hizo parte del equipo de producción, y luego, junto a Anthony, iniciando el siglo XXI estuvieron en la dirección del programa radial La Hora del rap, en el barrio Brisas, bombeando rap nacional e internacional.

***

IGZ nace en 2003 pero su origen primigenio se remonta a las ráfagas líricales de tres grupos de la loma: Intocables, Gesta y Zenxurados los cuales ya venían trabajando tiempo atrás, desde inicios de la primera década del siglo XXI con propuestas de  revolución artística popular a través del Hip Hop, y conscientemente decidieron articular fuerzas creativas bajo la sigla IGZ,  mezclando saberes y estéticas sonoras de rap underground  construidas en permanente tensión con el sistema dominante del neoliberalismo económico, utilizadas a veces a manera de resistencia y defensa, algunas a manera de franca oposición al espiral de violencias cotidianas del barrio,  y otras más como alternativa de vida y propuesta de una nueva sociedad, a través de la multiplicación de escuelas de hip hop pensadas como procesos de aprendizaje colectivo mediado por el intercambio de experiencias y saberes que dan vida a nuevas músicas, cantares y estéticas populares en la comuna.

 

Al principio, en 2003, fueron 6 los integrantes del grupo: Profeta, Monky, Latino, el finadito Ruñy, Anthony y el Loco. Para el 2010 más de 10 personas conformaban el colectivo IGZ, con parcerxs que los apoyaban en las artes escénicas y visuales, muy característica de un performance influenciado en algún momento por el colectivo francés de hip hop Saian Supa Crew. Por estos días, el colectivo lo conforman Anthony y “El Loco”, pero la esencia sigue firme con el rap real y combativo, con las letras explícitas de sus canciones, inspiradas en sus vivencias y experiencias que cuestionan a los gobiernos autoritarios, el abuso policial, el imperialismo norteamericano. temáticas que han quedado plasmadas en canciones como “Fuera de control”, “Rompiendo esquemas”,  “Cincuenta años de historia”, “Caos”, “Eme” e “ Independencia”, entre otras.

 

Sus acciones sonoras son ampliamente respetadas y acogidas  por un público que recoge no solo a la comunidad hip hop, sino a movimientos sociales, activistas, universitarios de todas las izquierdas posibles, e investigadores de las culturas urbanas que aplauden su postura autónoma y feroz creatividad en cada presentación.

Una propuesta  marcada por un pensamiento político comunitario  que se traducen en tres discos: Resistiendo, Rap de la loma y Krudo Hard Core, y decenas de canciones, cientos de presentaciones en festivales barriales, locales, nacionales e internacionales como la gira realizada a Cuba en 2015. Le han apostado a la formación de escuelas de hip hop en la comuna, aportando todos sus conocimientos técnicos y teóricos a las personas que estén dispuestas a trabajar con la cultura, tanto a nivel artístico como en la parte técnica, pues desde niños han sido autodidactas y  curiosos con los medios de comunicación alternativa, tanto en la parte audiovisual y  radial, como en las artes gráficas.

igz_0.jpg

“El hip hop en Cali estuvo muy presente en el paro, con dos de sus elementos: el rap y el grafiti.  Vi muchos raperos comprometidos como activistas, todo el tiempo en los puntos de resistencia, transmitiendo en vivo en sus redes, movilizando cosas,  y áspero que el hip hop se toma los espacios de forma minguera, como en el proceso de la olla comunitaria; y el grafitti con los murales, que pintaron  en la quinta con quinta a pesar que los borraban los volvían a pintar, ellos prácticamente no dormían por estar pintando”, dijo Loco MC durante el Foro Las calles resurgen y el Hip Hop perdura, celebrado el 19 de octubre en el Teatro Domus de Cali. Allí se sentó a debatir sobre la incidencia del hip hop como cultura de resistencia durante el Paro Nacional. “En el caso de Siloé, fue el punto de resistencia donde más hubo muertos durante el paro, hablamos de 14 pelados asesinados por la policía y cuando se levanta el paro, más de 30 pelados muertos. La rotonda de Siloé fue  el único sitio donde llegó la policía con dos tanquetas y helicópteros disparando. Hubo policías heridos y muertos pero los medios no dijeron eso. El hip hop me blindó y pude entrar a todos los territorios”, recuerda una de las mitades actuales de IGZ.

Ese contexto violento y conflictivo ha sido habitual para El Loco, desde niño ha conocido la guerra, pues Siloé fue un campamento guerrillero del M-19 , “en diciembre del 85, hubo enfrentamientos toda la noche, murió mucha gente, muchos vecinos inocentes. Nunca se me olvida que uno salía y  había un muerto, y éramos 20 niños, viendo un muerto a tiro de fusil. Crecimos viendo esa violencia, y muchos de quienes crecieron conmigo fueron los peores asesinos, otros están pagando cárcel todavía, Eso era bravo, porque después de cada tropel …,  a las seis nos entraban, me decían ‘anda pa la casa marica’, y  eso son cosas que lo marcan a uno”.

IGZ producciones  con todo su acervo acumulado se suma al laboratorio Rexistencia Hip Hop  para seguir  impulsando y fortaleciendo las escuelas de formación, más allá de la noción de capacitación e instrucción sobre técnicas específicas de la gráfica, la música, el canto y el baile, los MCS de IGZ buscan brindar herramientas que posibiliten la construcción de sujetos críticos y autónomos, capaces de aportar en la transformación de su comuna, aunque “ahora la dinámica social está fracturada porque hay bandas de todo tipo, uno no puede andar por todo lado , no se puede habitar de manera natural como debe ser, aunque nosotros como raperos se nos abren ciertas fronteras”, cuenta Anthony, quien alterna sus estudios de Licenciatura en educación popular en la Universidad del Valle, con  su trabajo como obrero ruso de construcción y los ensayos con el grupo.  También hizo parte del Programa de formación en folklore urbano con énfasis en Hip Hop,  una experiencia pedagógica pionera en Colombia organizada por el Instituto Popular de Cultura y la escena del movimiento caleño,  por eso considera que “el rap debe estar dialogando con otros espacios políticos, y el estallido social me golpeó profundamente por la desaparición de compañeros que murieron por estar frenteando el paro, además de  las dinámicas que se suscitaron en el barrio fueron muy complejas”,  analiza Anthony tras seis meses y medio de inicio del Paro Nacional que cambió la historia de este país en abril del 2021. 

Las respuestas  frente a las dinámicas de barbarie y violencia institucional siguen allí, repletas de incertidumbre, pues hace muchos años fueron amenazados por correos electrónicos, y la respuesta fue la misma que ahora, seguir firmes con el hip hop, porque 

dentro de la escena caleña, la agrupación IGZ siempre se ha caracterizado por su compromiso y activismo político explícito tanto en sus presentaciones como en diferentes procesos comunitarios, con una puesta en escena que utiliza elementos teatrales, visuales y discursivos, lo cual hace que su propuesta musical sea una experiencia completa y críticamente anti hegemónica, lo cual permite dialogar con mucha más gente que  se interesa por esta manifestación artística integral, donde el rap es una herramienta de transformación social a partir de sus vivencias y experiencias como raperos y gestores culturales del underground, de la periferia, de la ladera,  donde IGZ siempre está en el área de la comunicación popular, alternativa, disidente e insurgente.

“Entre rimas y rap nuestras voces buscan solo la verdad

Entre rimas y el barrio nuestras voces trascienden cualquier escenario

Entre rimas y la vida nuestras voces decidieron no estar escondidas

Entre rimas y la lucha nuestras voces se unen en una sola escucha”

 Loco y Anthony - IGZ

cierre_9.jpg


No le pierda la pista a IGZ y síganlos en su cuenta de Instagram. 

Rexistencia Hip Hop es un laboratorio de formación y creación artística para el fortalecimiento de proyectos musicales con incidencia social y comunitaria. Es una iniciativa creada en conjunto entre la Fundación Cartel Urbano y el ICTJ para visibilizar los procesos y proyectos musicales que encuentran en el Hip Hop una herramienta de cambio para sus comunidades y una oportunidad para seguir promoviendo el pensamiento crítico y la libertad de expresión.

Comentar con facebook

contenido relacionado