Cuatro días para pensar el país desde la crítica cinematográfica

La nueva Cinemateca Distrital, ese sueño prometido hace ya bastante tiempo, por fin vio la luz el pasado 12 de junio. El edificio ubicado en el sector de las Aguas reemplazó a la antigua sala, aquella por la que miles de colombianos y películas pasaron y que en los últimos meses seguía trabajado en medio de las ruinosas obras que se adelantan hace tiempo sobre la carrera séptima, en el centro de Bogotá.

El proyecto anunciado en mayo de 2016 y que finalizó durante la alcaldía de Enrique Peñalosa, venía trabajándose ya durante la administración de Gustavo Petro, durante la cual se ideó el proyecto y los primeros diseños, además de armarse y adjudicarse la licitación para su construcción. El esfuerzo conjunto de ambas alcaldías y la inversión de un capital de 54.000 millones de pesos, pero también la insistencia y el apoyo de la gente de cine, llevaron a cabo esta iniciativa que en los últimos días ha sido uno de los lugares más frecuentados por los bogotanos.

El Encuentro Cátedra Cinemateca que se celebra desde hoy y hasta el 6 de julio es una de las actividades inaugurales de esta nueva sede. Este evento reunirá a críticos, académicos y realizadores colombianos y a dos invitados internacionales en torno a una institución tan importante como la Cinemateca y al oficio del crítico y realizador en América Latina.

Como señala el periodista y crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga —uno de los invitados al evento—, la institución cinemateca desde que nació en los años cuarenta del siglo XX ha sido fundamental para la crítica, pues supone otra forma de ver el cine. Ya no como un bien de consumo inmediato, sino como una experiencia consciente de su propia historia. La posibilidad de ver películas de distintos momentos del cine, señala Pedro, es uno de las características esenciales de la Cinemateca, pues genera conciencia sobre la tradición y permite compararla, algo esencial para la crítica.

Entre los invitados colombianos se encuentran nombres como Carol Ann, Diana Cuellar, Ramiro Arbeláez, Yamid Galindo, Armando Russi, Oswaldo Osorio, Mauricio Durán Castro, Luis Ospina, entre otros. La cuota internacional la cumplen la crítica peruana Mónica Delgado y el crítico argentino Roger Koza.

Según cuenta Pedro, la construcción de la Cinemateca hace cuarenta años abrió para los críticos el espectro sobre el cine colombiano, transformando su visión y sus opiniones sobre este. “La primera programación fue fundamental para escribir la historia del cine colombiano —dice—. Con esta Nueva Cinemateca está pasando algo parecido. El público está teniendo otra relación con el cine latinoamericano y con el cine colombiano y la Cinemateca se está volviendo, por lo menos en estos días de su temporada inaugural, un lugar de encuentro en donde vemos a quienes hacen las películas teniendo diálogos enriquecedores con productores, actores y a los críticos eso nos alimenta el trabajo”.

Entre los eventos que componen este encuentro están conversatorios como 'Secuencia crítica del cine colombiano, un documento para la historia', 'Perspectivas de género en la crítica y las culturas audiovisuales latinoamericanas', 'El cine y la radio en la era digital' y un conversatorio sobre la investigación en Colombia. Las charlas magistrales abrirán el espectro para mirar la crítica por fuera de Colombia, pero también para incentivar un análisis de los ejercicios locales. Roger Koza hablará del surgimiento, desarrollo y estado actual de la cinefilia en América Latina. Mónica Delgado revisará el rol de la mujer y su representación en el cine y la crítica de cine peruana. Juan Carlos Arias hablará de la representación de la violencia en el cine colombiano. Por último, Pedro Adrián Zuluaga propondrá una revisión de los discursos dominantes en la crítica y la posibilidad de escritura de un corpus cinematográfico.

“Desde cierta noción del cine como industria, el público es una cifra cualquiera. Pero lo que estamos viendo es que el público que va a la Cinemateca tiene otro tipo de expectativas porque quiere otro tipo de experiencias y un consumo distinto que no está vinculado a la tendencia o a la película de moda necesariamente; no se trata del cine como función social ni como ritual social, sino que inaugura otro tipo de sociabilidad. Esa noción de públicos distintos, de consumos diferenciados y de públicos con otras expectativas se ve reflejado acá como respuesta a la necesidad de un consumo distinto”, comenta Pedro.

Aunque para este crítico Colombia sigue siendo un país con un fuerte centralismo —un detalle que también afecta la oferta cultural—, ejemplos como el de la Cinemateca Distrital son modelos para otras instituciones como la Cinemateca de Medellín, la Cinemateca de la Tertulia de Cali o la Cinemateca del Caribe y actividades como ésta son el punto de partida para la consolidación de una red de cinematecas que fomente la exhibición de un cine diverso, abierto y crítico con la tradición cinematográfica del país y con el país mismo.