Los intentos por hacer arte en Colombia terminan muchas veces asfixiados, tanto en el centro del país como en las provincias, por los requisitos enfermizos y la burocracia.
En una de las zonas más “calientes” de Bogotá funciona una tienda que ha visto “salir del clóset” a cientos de hombres que, tras el nudo de la corbata, esconden a una Claudia, a una Valentina o a una Marisol. “Llegué aquí para transformarme, para vestirme de mujer”, dice uno de los clientes de Tranxtienda.
Desde que Felipe creó Eternamente Efímeros, su proyecto de grado, supo que el grabado, la xilografía y la mezcla entre las figuras orgánicas y geométricas, iban a ser su camino artístico. Hoy hace parte de Taller Trez, uno de los estudios más representativos de la nueva escena artística de la capital.