Cuando arrancaron el proyecto nadie les quiso presar dinero para editar textos que abordan la historia de los movimientos estudiantiles y guerrilleros, y ponen el foco en personajes como Camilo Torres y el Che Guevara. Por eso optaron por la autogestión, trazando un camino corto en el tiempo pero que les ha permitido publicar libros como Al Calor del Tropel y los de la la Colección Antiprincesas. “Nuestros lectores por lo general son de izquierdas, con una crítica social y política integrada en su forma de pensamiento”.