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Consumidores bogotanos podrán participar en la Primera Encuesta Cannábica

Desde el 26 de marzo y hasta el 2 de mayo se podrá llenar la encuesta que busca caracterizar a usuarios, emprendedores, investigadores y empresarios del cannabis en la ciudad. ¿Qué beneficios puede traer esta caracterización a la ciudadanía cannábica?

Daniel Fandiño / @sinsecuencia

En 2012, durante el gobierno Santos, se estableció que una persona que portara 20 gramos de marihuana o menos no sería procesada por la ley del país. Seis años más tarde Iván Duque firmó un decreto que señalaba que la policía podía confiscar incluso pequeñas cantidades de marihuana, aunque fueran para consumo personal. Ese vaivén de posturas frente a la política de drogas, y en particular de la marihuana, ha dejado mal parado al país aun teniendo todo para convertirse en una potencia productora de cannabis psicoactivo (THC) y no psicoactivo (CBD).

En términos industriales y de consumo, la legislación del cannabis en Colombia está muy bien en relación a la de otros países de la región. Sin embargo, la burocracia en el caso de industria, ha hecho que los trámites no avancen al ritmo que deberían. Esta es una de las razones por las que se hace menester entender esta industria, ver quienes se mueven alrededor de la misma y pensar de qué manera se puede sacar provecho económico y social.

Frente a esta problemática entendida como un asunto de salud pública, desde la Mesa Distrital Cannábica surgió la idea de llevar a cabo la Primera Encuesta Cannábica de Bogotá, un ejercicio que contó desde el primer momento con el acompañamiento técnico de la Subsecretaría de Gestión Territorial, Participación y Servicio a la Ciudadanía de la Secretaría Distrital de Salud.

“El objetivo es caracterizar a los ciudadanos y ciudadanas que realizan uso del cannabis, sea de manera recreativa, medicinal, ancestral, pero también a los empresarios que hoy están interesados en el negocio”, cuenta Julián Orjuela, subsecretario de Gestión Territorial, Participación y Servicio a la Ciudadanía.

Además de obtener información que permita caracterizar a los usuarios de cannabis en Bogotá y sus alrededores, la encuesta busca indagar sobre el tipo de consumo que se realiza, la frecuencia de consumo, los lugares en los que se proveen los consumidores y los sitios donde suelen consumir los encuestados.

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Para Vannesa Morris, directora de Échele Cabeza cuando se de en la cabeza, proyecto que hace parte de la Mesa Distrital Cannábica, esta encuesta es un primer paso para una futura reforma de la política de drogas.

(Conozca ‘El activismo psicoactivo de Julián Quintero, el fundador de Échele cabeza’)

“Nos parece muy necesario porque estamos seguros que los resultados mostrarán que existe una ciudadanía cannábica muy diferente al estigma y el estereotipo prejuicioso con el que hasta hoy han sido estigmatizadas las personas usuarias de cannabis. Es la primera vez que esto se hace entre el sector público y la comunidad. Por un lado, se está motivando la participación ciudadana y por otro lado hacer este tipo de caracterizaciones permite hacer políticas más ajustadas a la realidad y no solo desde los supuestos”, explica Vannesa.

Por otro lado, y teniendo en cuenta la complejidad que tiene para un consumidor cohabitar las calles con sectores institucionales como la Policía Nacional, esta encuesta puede llevar a que se entienda mejor el consumo y de esta manera disminuir en cierta medida el estigma y la criminalización que recae sobre quien consume.

“Es evidente el maltrato y abuso de la fuerza pública contra los consumidores y esto tiene que ver mucho con ese decreto populista y punitivo de Iván Duque, el cual fue descalificado por la Corte Constitucional y el Consejo de Estado. Yo creo que hacer este tipo de caracterización hará presión para que cambie también la manera como la fuerza pública debe relacionarse con las personas consumidoras”, dice Vannesa.

La encuesta además incluye preguntas sobre activismo, emprendimiento, participación y temas de interés para esta comunidad, como la relación con la policía, reducción de daños, tratamientos, prevención del consumo y pedagogía. 

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Si bien es sabido que en Colombia el potencial de exportación del cannabis es mayor al de otros sectores como el del café, las flores, el carbón o la extracción petrolera, la del cannabis ha sido una industria que los gobiernos han preferido ver de lejos motivados por distintos intereses. Como lo han demostrado Uruguay o Estados Unidos, países que le han sacado provecho a esta industria usando sus impuestos para alimentar otras carteras como la educación o la salud, los beneficios de la regulación del cannabis en cuanto a consumo son muy altos.

Iniciativas como la Mesa Distrital Cannábica –un parche conformado por varias organizaciones en 2020 con el interés de que el tema del cannabis se regule en todos sus espectros en Bogotá y en el país– trabajan hoy para acabar con la estigmatización hacia consumidores y productores, un primer paso en la construcción de una industria. Cannabis Derechos Civiles, El Museo del Cannabis, Red de Mujeres Cannábicas de Colombia, República Cannábica, Sativa Free y Marcha Cultural Cannábica, son algunas de las organizaciones que hacen parte de la mesa. 

“El tema de los juicios no nos pertenece a nosotros como instituciones; a nosotros nos pertenece es garantizar derechos y todas las políticas que permitan la mayor protección de la salud”, dice Julián Ortega. Agrega el subsecretario que quienes están detrás de la iniciativa están convencidos de la importancia de reconocer la industria, la cual es producto del cambio que supuso la recomendación de la OMS de reconocer los atributos medicinales y cosméticos del cannabis. 

(Lea ‘¿Cómo se vive el consumo de sustancias en tiempos de cuarentena?’)

Ante la pregunta sobre si esta caracterización de la ciudadanía cannábica puede jugarle en contra a los consumidores muchas veces estigmatizados, Vanessa Morris afirma que la información siempre puede ser susceptible de ser interpretada, sobre todo cuando se tocan estos temas sensibles como el del consumo y comercialización del cannabis. “Yo creo que la institucionalidad en este caso tiene una responsabilidad muy grande en cómo presentará estos resultados de manera que beneficie a la comunidad y no la estigmatice. Me parece muy importante que la ciudad conozca y transforme su imaginario de quienes son las personas usuarias de cannabis: doctores, médicas, profesionales, estudiantes, artistas, señoras de casa, madres de cabeza de familia y no los “chirris” como nos han dicho toda la vida”, dice. 

Ejercicios como éste son el testimonio del trabajo de diversos sectores de la ciudadanía cannábica que durante años se han dedicado a difundir la agenda de la regulación y la no estigmatización, un camino en el que sin duda han sabido ganarse el apoyo de las entidades del estado. Así mismo, son la prueba de que darle más largas a la regulación del consumo y de la producción del cannabis es seguir apoyando la guerra de las drogas. Entender que la política de la prohibición está mandada a recoger desde hace rato es un paso fundamental para el progreso del sector. 


Acá le dejamos el link para que se anime a llenar y a rotar la encuesta.

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