La unión del metal paisa retratada por un brasileño

La historia del metal en Colombia no se entiende sin el auge y la consolidación que este género tuvo en Medellín, gracias a personajes como Víctor Raúl Jaramillo, Alex Okendo o Elkin Ramírez. Pero sorpresivamente, y aunque bastantes cintas hechas en esta ciudad llegaron hasta los recónditos montes de Noruega, en las inmediaciones de nuestro país muchos metaleros desconocían lo hecho por Reencarnación, Parabellum, Typhon y otros referentes de la música extrema nacional. Por esta razón, Daniel Motta, un diseñador gráfico de Sao Paulo, Brasil, y fanático del metal, se llevó una gran sorpresa al llegar a la capital antioqueña a inicios de 2017. Daniel, de 37 años, descubrió en Medallo una movida muy viva, diferente y llena de bandas que desconocía por completo y que lo engancharon.

“Crecí en los noventa y en esa época no había Internet. Era súper difícil conseguir un disco o escuchar algo que no fuera de las grandes bandas de metal”, comenta. En Brasil, durante toda esa década, el impacto que generó lo hecho por Sepultura, una banda que se trasladó de Belo Horizonte a Sao Paulo y obtuvo reconocimiento mundial, llevó a que los jóvenes metaleros brasileños se enfocaran principalmente en lo hecho por las agrupaciones del país.

Pero una vez se instaló en Medellín, Daniel conoció historias como la del intercambio de cartas entre Mauricio “Bull Metal” Montoya (ex baterista de Masacre) y Euronymus (ex guitarrista de Mayhem) y quiso ahondar más en la escena metalera de la ciudad. Desde entonces, con su cámara siempre a la mano, ha ido a toques de Inquisition, Mordaz, Reencarnación, Test, de Brasil o  Satanic Warmaster, de Finlandia. También se ha internado en bares, tiendas, ensayaderos, casas de músicos y coleccionistas, o simplemente le toma fotos a cualquier metalero que se encuentra en la calle o en algún pogo. “Me interesa conocer a las personas más importantes, como Víctor Raúl Jaramillo y Román González (uno de los mayores coleccionistas de la ciudad), pero también tengo interés en hacer registro de los anónimos, de esas personas desconocidas que también son entusiastas del metal”, explica.

Durante el tiempo que lleva este proyecto, al que llamó Los metaleros de Medellín, Daniel se hizo fanático de Reencarnación y Organismos, y ha evidenciado que la oferta de conciertos internacionales es muy baja en comparación con su ciudad natal, donde puede ver una banda de talla mundial cada 15 días. Eso sí, en Medellín se ha dado cuenta de la unión que existe entre los metaleros paisas y su interés por hacer música de ellos y para ellos. “Sepultura subió el nivel y después de ellos todos querían grabar con productores internacionales, cantar en inglés y llegar al mercado de Europa o Estados Unidos. Acá es lo contrario y todos se sienten orgullosos de ser de Medellín, cantan en español y protegen la escena. Es como un club exclusivo”, explica.

Aunque en la página oficial del proyecto se pueden ver varias de las fotos tomadas hasta ahora, este brasileño lanzará el próximo 16 de febrero el primer número de un zine, con el mismo nombre del proyecto, en Villamil Ossian Bar (Calle 67 # 55 – 57). Para él, hacer este impreso y regalarlo es una oportunidad para conectarse con los metaleros. Esta primera entrega será muy general y Daniel hablará sobre su llegada a Medellín y el impacto que la música de la ciudad tuvo en él, luego planea dividirlo por temas, sea las mujeres en el metal, el black metal, o en otros subgéneos. Su idea es publicar un nuevo número cada seis meses.

Si usted no está en Medellín y quiere una copia de Los metaleros en Medellín, puede ponerse en contacto con Daniel por Facebook. Mientras tanto le dejamos algunas imágenes de este proyecto.