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El arte urbano con hilo y telas de Villanart
Mezclando arte indígena mexicano y cultura pop occidental, esta artista deja un mensaje de femenidad rebelde y simbiosis cultural con las imágenes que interviene. En las paredes de Londres está gran parte de su obra, retratos de mujeres del común víctimas de problemáticas sociales, pero también figuras icónicas como Frida Kahlo Amy Winehouse, Prince o David Bowie.
Para Victoria Villasana la revelación llegó hace un año, en Londrés, cuando vio a un hombre pegando miniaturas en la calle donde vivía. Aunque nunca habló con él, la curiosidad la hizo acercarse a una de las piezas que dejaba, teniendo así su primer acercamiento real al arte urbano. En ese momento esta diseñadora mexicana realizaba styling y piezas para revistas de moda, pero no se hallaba a sí misma y buscaba darle un giro a su arte. “Empecé interviniendo retratos de revistas y dije ‘bueno, puedo salir a pegar esto en la calle’. Siempre me había gustado el street art, pero no me veía haciéndolo. Al ver a este tipo [después descubriría que era el artista Pablo Delgado, también mexicano] pegando su propuesta en la calle pensé en hacerlo”.
El siguiente fin de semana Villanart empacó sus obras y las pegó por todo Londres, sin saber nada de street art. Poco a poco, las imágenes pegadas como carteles paste up captaron la atención de los londinenses gracias al elemento tridimensional que ella les imprimía utilizando collage y bordados de hilo y lana, además de manipulación fotográfica. Con esas características su arte empezó a ser reconocido y sus intervenciones urbanas se volvieron tendencia en las redes sociales, especialmente en Instagram.
Pero ella no se queda en eso, en lo estéticamente agradable que resulta apreciar sus obras; lo que la motiva a crear es representar con su arte a la humanidad, y llevar un mensaje acerca de la condición humana y la manera en que vivimos social y políticamente. “Es una manera de conectar con todos y mostrar tu rechazo, tu inconformidad hacia el sistema’’, dice esta artista de 33 años.
Una de las bases de su trabajo es la curiosidad, por encima de la rutina: los horarios, los lugares comunes y las acciones repetitivas la aburren. Tampoco le gusta partir desde un boceto, ni mucho menos controlar lo que va a plasmar, le gusta dejarse llevar. Por eso, esta artista nacida en Guadalajara decidió cambiar la moda por un trabajo más individual, donde su propuesta tuviera voz propia. ‘‘Nunca sentí al 100% que encajara en ese ambiente. Al principio fue excitante ir al London Fashion Week y ver toda esa creatividad. También me gustaba, pero nunca me gustó ese lado de presumir ni de consumismo. Nunca he creído en la idea de que seis meses después tienes que tirar tu abrigo porque ya pasó la colección. Todos estos rollos van en contra de mis valores’’, comenta.
Lejos de esos ideales consumistas, Villanart ha trabajado temas cargados de tinte social: la crisis de refugiados sirios, los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, el activismo feminista y, recientemente, la resistencia en contra de las políticas de Donald Trump. Precisamente, uno de sus últimos trabajos se titula America is Every Colour, consistente en un retrato de la cantante afroamericana Erykah Badu, decorado con hilos de colores y una bandera de Estados Unidos. También lo ha hecho con mujeres del común. Su interés es visibilizar a los invisibles, la gente que está olvidada en nuestra sociedad. “A mí me interesa tomar estas personas, individualizarlas y humanizarlas por medio del color y del bordado. Hacerlas reales. Aunque vemos millones de imágenes de gente sufriendo, que la está pasando muy mal, no hacemos nada”, dice.
Pero no solo se ha decidido por mostrar lo invisible. Su obra está llena de íconos de la cultura pop: los rostros de Tupac, Muhammad Ali, Jimmy Hendrix, Amy Winehouse, Marylin Monroe, Frida Kahlo, Prince o David Bowie han sido objeto de su intervención. A este último le dedicó un tributo en septiembre del año pasado, interviniendo una imagen de Ziggy Stardust, el alter ego andrógino del cantante británico, acompañado de la frase “Love is key”. A ellos se suman los rostros de mujeres importantes para la causa activista o reconocidas en el mundo de la moda como Angela Davis o Iris Apfel. Con estos últimos, refuerza el concepto de feminidad rebelde, que desarrolla también en frases como “Girls are light, women are heroes”.
Después de una década viviendo en Londres, Villanart se devolvió hace poco a México para continuar desde allí con su proceso creativo y para que su hijo tuviera contacto con la cultura del país azteca. También es una manera de profundizar en su propuesta artística, en esa mezcla entre el arte indígena mexicano y el arte occidental, lo que ella denomina como una “simbiosis de culturas”, un elemento que ha aportado a su creatividad. “Las sociedades multiculturales son más ricas, debemos trabajar por formas efectivas de integración cultural, por supuesto que va a haber retos pero si mantenemos nuestras mentes y corazones abiertos es un proceso natural y positivo que no debemos estar en contra” dice. A esto le suma ser inquieta y curiosa, no comportarse como una máquina sino como un ser humano que se tiene que llenar. “Tienes que salir con tus amigos, leer, ir a una exhibición, ir a caminar en el bosque…”, dice.
Desde su país natal, Villanart quiere continuar con sus intervenciones en otros países y representando otras causas, además de fortalecer las colaboraciones con otros artistas urbanos, entre los que se encuentran el canadiense Zola y el colombomexicano Stinkfish, con quien realizó un retrato en marzo del año pasado, en Londres. Desde donde esté, sea en México o en Londres, Villanart seguirá desarrollando un arte que levanta la voz contra los estereotipos, a favor de la resistencia y en contra del imaginario según el cual las mujeres no pueden trabajar cuando son mamás.
Si quiere conocer más de la obra esta artista, no deje de visitar su portafolio.