Mariquismo Juvenil, el superhéroe gay del cómic colombiano
Zallary Cardona es la pluma detrás de este divertido cómic digital en el que La Zay, un chico gay de Medellín, es el protagonista. Gracias al humor negro que le imprime se ha ganado adeptos y enemigos con sus historias, que ponen el dedo en la llaga sobre temas como el feminismo, la diversidad sexual y las prácticas de la escena LGBTI.
La Zay deambula por las calles y bares de Medellín con plataformas de 15 centímetros y una cartera en la que lleva sus armas de superhéroe encubierto: flechas de cupido para ligar, máquina de condones para que no lo cojan mal parado, abanico de señora para los momentos incómodos, una poción anti sexista y un rayo homosexualizador contra los homofóbicos. Estos accesorios los complementa con mallas y maquillaje, de las cuales es fanático.
Episodio 3, Súper poder
Como una especie de Tyler Durden en el Club de la pelea, La Zay es el alter ego de Zallary Cardona, es un personaje que lo proyecta a sí mismo y que protagoniza las tiras cómicas de Mariquismo Juvenil. Lo que empezó como un pasatiempo basado en las experiencias cotidianas de este joven de 22 años, se convirtió en un proyecto viral en redes sociales que combina el humor, a veces pasado, con el activismo de los derechos LGBTI. “Soy consciente de mi homosexualidad desde muy pequeño pero lo vine a aceptar como tal cuando estaba grande. Desde los 16 hasta los 20 años estuve en una búsqueda de mí mismo. Un día, cuando ya me sentía completamente seguro conmigo, casi de manera espontánea me levanté y me inventé Mariquismo Juvenil”, cuenta.
Antes y ahora, partes 1 y 2
Zay, como le dicen sus amigos, plasma en este cómic sus influencias más variadas: la estética de los cartoons de las series animadas de Disney de los años 30, y otras como Sakura Card Captors, Pokemón y Sailor Moon; personajes del cine creados por John Waters como Divine (Pink Flamingos) y Bom Alaska (Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón) de Pedro Almodóvar; el new wave ochentero y la actitud de Fredy Mercury, entre otros. Aunque su mayor interés es la animación, Zay, que estudió Diseño Gráfico en la Colegiatura Colombiana después de probar sin éxito con la Publicidad, ha encontrado en el humor una herramienta pedagógica y política: detrás de la cómicas anécdotas de La Zay con sus amigos, su gato o sus machuques, Mariquismo juvenil pone el dedo en la llaga sobre las aristas más conservadoras de la sociedad colombiana.
Episodio 4, Liberando la marica, perdón, la marina
Pero el humor de sus cómics no se refiere solo a situaciones cotidianas, también a la actualidad política nacional en relación con los derechos LGBTI. La Zay estuvo pendiente de las negociaciones entre el Gobierno y las Farc, principalmente en lo relativo al enfoque de género, y tras el resultado del plebiscito, que terminó modificando el contenido de este punto, publicó un cómic en El Espectador haciendo frente a las gestiones de los sectores más conservadores para eliminar el reconocimiento de la comunidad LGBTI como víctima del conflicto.
Episodio 19. Dilemas de un homófobo contemporáneo
Como se puede deducir de su nombre, La Zay es todo un marica: rosa, fetichista, amanerado, pop, amante y víctima de la moda. El mismo nombre del cómic acuñado por La Zay es una reivindicación de las otras formas de sexualidad y género, una reapropiación de un insulto, tal como hicieron algunos feminismos surgidos a principios de los 90 como la teoría queer, que en inglés se usaba despectivamente para los gays, las lesbianas, trans y aquellos que se salieran de la norma.
Más allá de la censura de distinta índole que ha recibido, Zallary es consciente de la importancia de seguir con Mariquismo Juvenil, no solo por ser un proyecto que le apasiona, también por el diálogo que genera en torno a él. “Me he dado cuenta de que muchos se sienten identificados y además impulsados a expresarse más, a hablar más de sí mismos, a crear más y a hablar abiertamente de estos temas. Generar debate e interacciones es otro de los intereses de la página”, dice.
Episodio 8, Uber-cornio
Por lo pronto, Zallary está trabajando en la creación de otros personajes que complementen el universo de Mariquismo Juvenil, el merchandising de la página y la idea de pasar de los cómics a la animación para que La Zay tenga un espacio más amplio en la web, además de otros proyectos personales relacionados con la moda y el diseño gráfico.
Para seguir las divertidas y políticamente incorrectas historias de La Zay pinche aquí.