
Extrañas electivas de las universidades bogotanas II
Desde una clase de física para los presidentes del futuro, hasta conocer los mejores bares de Usaquén, estas son algunas de las electivas más bizarras incluidas en los planes de estudio universitarios.
Ya arrancó (o está por arrancar) el semestre universitario y los estudiantes tienen preparado el horario de sus nuevas materias, entre esas, la electiva que los aleja un poco del pénsum y sirve para darse un respiro. En este listado, usted podrá encontrar lo más raro y curioso entre la oferta de electivas de las diferentes universidades, tal y como lo hicimos en un listado anterior. Échele un ojo.
Física para futuros presidentes
Es normal que se le haga raro el nombre de este curso pues hasta a Yenny Rocío Hernández, la profesora que lo dicta, la sorprende. A los estudiantes uniandinos que llegan preguntándose para qué carajos un presidente necesitaría la física para tomar una decisión, Yenny les tiene la respuesta: la materia no es solo para futuros presidentes sino también para futuros líderes.
“En el curso se habla de temas como física nuclear, física cuántica y cambio climático. Para explicar conceptos tan básicos como el campo eléctrico y el campo magnético, llevamos experimentos demostrativos que hay en la universidad para este fin”, explica la profe. El curso, que existe desde 2011, ofrece las herramientas para que un futuro líder pueda escribir, asumir su posición y tomar decisiones bien informadas o hasta participar con criterio en los almuerzos familiares, como le sucedió a una de las alumnas de Yenny.
Tecnología de Ironman
El curso, dictado en los Andes, estudia los avances tecnológicos del famoso personaje de ciencia ficción y la manera en la que este individuo relaciona la tecnología con la sociedad y cómo esto puede impactar de manera positiva o negativa los aspectos sociales, técnicos y éticos. Siempre a través de Ironman.
El objetivo de esta materias es que los estudiantes reflexionen sobre la transformación que pueden generar los desarrollos tecnológicos hacia la humanidad y cómo comportarse, desde diferentes disciplinas, frente a estos cambios. De paso, tienen un grupo de Facebook en el que comparten sus actividades y hasta se les ve usando partes del atuendo del personaje.
Enología (Universidad del Rosario)
Ironía puede ser que el nuevo Código de Policía imponga una multa de $393.440 si alguien consume alcohol en un centro educativo y que al tiempo exista una materia de cata de vinos en el Rosario. Desde el semestre pasado la universidad abrió una electiva para aquellos que quieran conocer más del mundo del vino.
“En este curso se combina la parte teórica con la práctica de la cata y las recomendaciones de consumo en cuanto a protocolos de servicio y armonización con los alimentos”, explica Catalina Rugeles, la profesora del curso. También dice que esto es una oportunidad para que los estudiantes tengan más moderación en el consumo de trago.
Si lo suyo son las reuniones, esta materia lo puede convertir en un duro de la interacción social. “Muchas de las reuniones laborales y negociaciones comerciales transcurren en escenarios como restaurantes y cócteles y qué mejor que dominar el arte de elegir la bebida y beber correctamente”, explica Catalina.
El arte de ser padre
Para aquellos que metieron la pata, o de pronto planean tener un hijo, en los Andes (asidua de estos listados) existe una materia que le enseña a los estudiantes a asumir el hecho de haber traído un ser vivo al mundo. Durante esta electiva, el estudiante podrá reconocer el valor que significa ser padre o madre y qué factores pueden influir la crianza de un hijo.
No solamente se basa en instruir cómo ser un buen padre, también abordan el problema de por qué los organismos (animales y humanos) se convierten en padres y de cómo se desarrolla la tarea de la maternidad y la paternidad en diversas especies y en diversas culturas.
Usaquén: territorio de rumba, ensueños y héroes urbanos
Los estudiantes de este curso hacen un recorrido por diferentes partes de la localidad con el fin de identificar la arquitectura tradicional que aún mantiene ciertos lugares, las actividades culturales y las zonas de bares y restaurantes de Usaquén. “La materia consiste en conocer la historia del lugar desde la colonia y de cómo éste pasó de ser un pueblo de indios a ser uno de blancos”, explica Pablo Fajardo, profesor rosarista encargado de la materia.
Por eso de andar entre bares y tanto restaurante, la electiva se convirtió en una fábrica de nuevas parejas entre los rosaristas. “Habían actividades de recorrer los bares de la localidad y pues no faltó la pareja que se armó realizando el trabajo de campo. Me hacían saber que son novios gracias a eso”, recuerda Fajardo.