SOLO VELCRO Y CREMALLERAS
La koumpounofobia describe el asco y repulsión hacia los botones. Aunque inusual, se volvió ‘chic’ después de que Steve Jobs revelara al Wall Street Journal que la padecía; así fue, también, que muchos entendieron el porqué de las reiteradas pintas con cuello tortuga negro del cofundador de Apple.

El Huffington Post entrevistó en 2012 a Hannah Matthews, una inglesa de 21 años, quien señaló: “Sé que es irracional y es obvio que un botón no me va a hacer daño, pero algo sobre su forma y textura me enloquecen”.

Y para que vea que no es un asunto menor, Kompouno, blog que se dedica a reseñar información concerniente al miedo a los botones, realizó una encuesta en la que se estableció que quienes padecen esta condición: deben lavarse compulsivamente las manos después de tocarlos, hay más casos registrados de mujeres que de hombres y los miedos son más recurrentes con los botones nacarados que con los metálicos.

Por otra parte Coraline y Buttoned, son dos películas que abordaron los puntos centrales de este mal. Así que si le dan culillo los ‘botones asesinos’, mejor no vea este tráiler:

PERIÓDICOS NI EN EL TELEVISOR
Medios británicos registraron en enero pasado el testimonio de Diane Freelove, madre de 49 años, quien hace 25 no toca un periódico ya que es fóbica a ellos. Su condición, mejor conocida como chloephobia, puede ser confundida con el miedo al papel o a los libros, pero según Phobia Source, los tres temores son distintos.

Diane ni siquiera puede ver los periódicos en televisión y su olor le repugna. “Cuando voy a la tienda me alejo completamente del quiosco. Antes podía tocarlos porque sabía que al rato me iba a lavar las manos, ahora ni eso”, le aseguró al Mirror.

Expertos explican que estas y otras fobias normalmente se dan por traumas generados durante la infancia. Y así parece explicarlo el testimonio de Diane: “Cuando era niña, mi madre me golpeó cariñosamente con un periódico y desde ahí quede preocupada”, sostuvo.

LA TEMIBLE BANDA DE LA RANA RENÉ Y PLAZA SÉSAMO
En octubre del año pasado el Daily Mail habló con Lindsay Broom, de 37 años, quien no soporta a los Muppets ni al elenco de Plaza Sésamo. “Mi hija puede escoger los juguetes que quiera, por supuesto… Pero me aterra la idea de que escoja a la Rana René, porque no sé si voy a ser capaz de vivir con ello”, explicó.

El nombre con el que se denomina este mal es automatonofobia, que de acuerdo con Phobia Source, “es el miedo irracional a los muñecos ventrílocuos y a las marionetas”.

Lindsay se dio cuenta de que la padecía cuando tenía 18 años, pero sospecha que todo inició a los cinco. En esa época, su mamá la dejó sola en casa con una aterradora mujer mayor que gemía como la pareja de ancianos que aparecían en los Muppets.

Imagínese un resuello amoroso entre Peggy y la rana René, su eterno enamorado, para que pueda entender a Lindsay.

FRANCISCO I NI EN PINTURA
Papafobia no es el temor al tubérculo sino a la cabeza de la Iglesia Católica. Buzzfeed, The Telegraph y el Huffington Post han anotado que este miedo nació en este siglo, época en que la gente es más irritable. Los síntomas que caracterizan a los papafóbicos son: ritmo cardiaco irregular, sudoración y náuseas. Por supuesto, se activa ante cualquier imagen del Sumo Pontífice.

Phobia Source resalta que la papafobia está relacionada con la hagiofobia (miedo a los santos y elementos religiosos), sin embargo, aclara, son dos miedos diferentes. El Phobia Fear Release cuenta que hay varios tratamientos para enfrentar este y otros padecimientos similares; uno de ellos es la hipnoterapia para reprogramar el subconsciente.

GADEJO
Fobofobia no son ganas de joder, pero pareciera. Esta es la fobia a las fobias, una condición que Phobia Source describe como la angustia de tener cualquiera de las anteriores condiciones, o alguna de los siguientes bonus tracks:

Nomatofobia: temor a los nombres.

Peladofobia: temor a los calvos.

Lacanofobia: temor a los vegetales.

Nefofobia: temor a las nubes.

Allodoxafobia: temor a las opiniones.