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Una charla con Kinder Malo y Pimp Flaco, los hermanos que desafían la movida hip hop con su trap provocador

Después de iniciarse en el rap, estos artistas urbanos nacidos en Badalona, España, decidieron llenarse de aire fresco y jalarle al trap, dando el brinco a un género siempre discutido. Esto les ha dejado enemigos en la escena hopper, pero también los llevó a una presentación en el Sónar 2017 de Barcelona y un reciente tour latinoamericano, en medio del cual aprovechamos para preguntarles por sus temas más recurrentes: la burla a los raperos, las chicas y el dinero fácil.

Julián Guerrero

Críticos del rap que se venía haciendo en España, estos hermanos catalanes se dedicaron a componer canciones que contaban su vida tal y como era, dejando de lado la apariencia gánster con que se ataviaron otros artistas urbanos de su generación. Hijos del grafiti y de íconos musicales como Camarón de la Isla y Mucho Muchacho, Teo y Dani, mejor conocidos como Kinder Malo y Pimp Flaco, llevan tres años trabajando independientemente con su sello Dora Black, caracterizándose por canciones provocadoras y de tono burlón que, entre amistades y enemistades, los han llevado a la cima del trap.

_dsc0526_0.jpgPimp Flaco

Moviéndose en ese subgénero del hip hop que se popularizó por sus letras agresivas y sus tonos bajos, y que está desplazando cada vez más al rap y al reggaetón en todas las latitudes donde suena, Kinder Malo, de 27 años, y Pimp Flaco, de 24 años, le han dado la vuelta al trap y a la música urbana en español. Gracias a sus proyectos individuales y la música que producen juntos, como el disco Terremoto Turquesa (2017), han logrado tarima en espacios como el Sonar 2017 de Barcelona.

_dsc0506.jpgA la derecha, Kinder Malo charlando con su mánager.

Su apuesta musical adopta estilos y ritmos principalmente de Estados Unidos, y que eran poco populares en España cuando comenzaron, renovando así las tendencias locales. Pimp Flaco fue un fenómeno mediático cuando lanzó su remix de 'Sorry' de Justin Bieber, cantándola en castellano y con ciertos arreglos. Aunque recibió muchas críticas, ‘Lo siento’ se lanzó en un momento en que nadie hacía esto en España, iniciando una práctica muy popular hoy en día. Por su parte, Kinder Malo se ha caracterizado por sus canciones de amor melancólico y llenas de picante, así como por su estilo novedoso cargado de letras sarcásticas.

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Durante las últimas semanas, Kinder Malo y Pimp Flaco han estado de gira por Latinoamérica, con paradas en Chile, México, Argentina y Colombia, países donde el trap es igual de alabado que detestado, pero que se consolida cada vez más en la región después de haber conquistado Estados Unidos y Europa. Antes del concierto que dieron en Bogotá la semana pasada, nos sentamos a charlar con los hermanos que, hoy por hoy, son los reyes del trap en nuestro idioma.

(No deje de leer Una charla con Steffi Crown, la reina callejera del trap caleño)

En Colombia es común ver que los artistas migren del rap al trap, que es lo que más está pegando y genera más dinero. Desde España ustedes son precursores de esta migración y están encabezando las listas del género en español. ¿Qué pasó con el rap? ¿Qué tiene el rap que los repele y qué los atrae del trap?

Pimp Flaco: A nosotros el rap no nos repele. A nosotros el rap nos gusta y tenemos algunos temas de rap, pero el trap es lo que más nos llena. Llevamos toda la vida escuchando rap, desde los 10 años, y el trap fue como aire fresco, como algo nuevo.

Kinder Malo: Algo nuevo, sí. Que apetecía más. El sonido nos llamaba más la atención, pero el rap nos encanta. Somos raperos también.

En una entrevista anterior ustedes hablaron del rap como algo ya viejo…

KM: Nos referíamos a la generación anterior a nosotros en España, que hacía rap, y la nueva generación, nosotros, que ya empezó con el trap directamente. Hubo un cambio generacional, pero no era en contra del rap, ni su música, sino que se trató de un cambio. O sea, ahora estamos nosotros y los otros son los de antes.

 

 

En sus letras han manifestado una postura crítica frente al rap. Me refiero a letras como “Si quiero ver raperos yo solo miro pa’l suelo” o “la propina que le dan a los raperos que fracasaron y ahora son camareros”.

PF: Con eso nos referimos a que somos los mejores.

KM: Cuando yo digo que “solo miro pa’l suelo” es que estoy por encima de ellos. Si yo hiciera rap lo tendría más fácil. Yo estoy cogiendo el camino difícil. En España el que rapea tiene más visitas que yo. A la gente le gusta el rap. La gente no entiende y te llama vendido si cantas una canción tipo indie, así. Pero yo no soy un vendido. Yo le haría un flaco favor a la música si no hago lo que siento, ¿entiendes? Yo hago lo que yo siento. Hice un tema que se llama ‘A veces’, que me encanta, y lo hice porque lo sentía así. Lo habría hecho rapeado y la gente habría dicho: “mejor así”. Pero no lo voy a hacer así.

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Cuando uno escucha sus canciones percibe en las letras un trap burlón, desafiante con los que hacen música por plata, o los sex symbols del reggaetón que solo hablan de drogas y pistolas. La propuesta de ustedes oscila entre lo cómico y lo serio y con todo se han lucrado y beneficiado con la música que producen ¿No creen que de alguna manera están también alimentando los estereotipos y el mismo sistema que critican?

Yo no puedo alimentar nada de lo que no hablo

 

KM: Yo no puedo alimentar nada de lo que no hablo. Yo no hablo de drogas ni de pistolas. Jamás en una canción voy a decirle a nadie que se drogue ni que haga algo de eso. Yo en mis canciones hablo de mi o de mis estados mentales. O puedo bromear y decir que en un concierto gano más dinero que trabajando un año. La música es para eso, para reírse y para vacilar.

PF: Es para llorar, pa’ desahogarte. De todas maneras, al principio nosotros sí que estábamos más en contra de las armas y drogas, pero cada vez menos. Cada uno que diga lo que quiera. Y nosotros no estábamos en contra de las armas ni de las drogas, nosotros estábamos en contra de que la gente dijera mentiras, porque la gente estaba diciendo que tenía pistolas y era mentira. En España es mentira, nadie tiene pistolas. Tiene mafiosos que no hacen trap, están en otras cosas. Entonces lo que criticábamos nosotros era que cuatro chicos de barrio se pusieran a decir que vendían kilos de cocaína o que tenían pistolas cuando todo era mentira. Yo criticaba eso. Yo no critico al que venda droga, que haga cada uno lo que quiera. Y cada vez critico menos al que se droga porque cada vez los entiendo más y la droga si la sabes utilizar está bien, lo que pasa es que la gente no sabe utilizar la droga.

KM: La droga hay que saber utilizarla. Tanto pintores como músicos la han sabido utilizar cuando la tienen que utilizar. Y la gente utiliza la droga cuando sale de fiesta y para mí, respetando a todo el mundo, eso es de idiotas. La droga es como el dinero, el dinero no está para gastárselo.

El dinero, otra temática recurrente en sus canciones…

KM: El dinero es la peor mierda que hay… A mí el dinero no me gusta nada, pero acepto que en el mundo en el que he nacido hay dinero y no me queda más que jugar con dinero. Si fuera un animal, un caballo, viviría en la montaña y pasaría de todo. Pero como soy un ser humano de mierda… odio el dinero, te lo digo enserio.

PF: El dinero es el culpable de que haya gente pobre…

KM: Te lo digo así. Estoy en Colombia, veo una desigualdad que me rompe los cojones porque es un país precioso, la gente es preciosa, mujeres increíbles y hay una desigualdad increíble. Y eso no debería ser así. Y por eso odio el dinero o bueno, no odio el dinero, odio al hombre que maneja el dinero porque tiene al país así, tiene el mundo así.

 

 

El rap ha sido siempre un género dominado por hombres y machista, y parece que el trap no es la excepción. En canciones como ‘Chemtrails’ hay letras muy rudas en las que la mujer siempre es un trofeo: “En verdad no son tan putas como tú te habías pensao’. Te las follas cuatro veces y piensas que os habéis casao”. ¿No creen que esto podría fomentar dinámicas machistas y malos tratos contra la mujer?

PF: Mira, yo he dicho frases como esa y he dicho frases como “si te vas me muero”, “eres mi vida” o “no es más ni menos una chica que un chico”. Al final hay que decir de todos los temas…

KM: Vivimos en un mundo hipócrita, en el que un chico en una discoteca que ve a una chica y piensa: “me la follaría”, pero como está la novia o una amiga al lado no lo dice. Vivimos en un mundo con demasiados tabúes. Todos somos putos y todos somos putas. Al final follar es algo mal visto, pero es algo natural y yo follaría con mucha gente y todos lo haríamos. Allá afuera hay veinte chicas y tú follarías con ellas y ellas follarían contigo y no pasa nada. Es algo bonito. Vivimos con miedo a decir cosas aunque todos lo sabemos. No creo que sea machista para nada. Si yo he dicho “puta” en algún momento, puede que no esté bien. No te voy a decir que me siento orgulloso de decir “puta”. Pero todos lo decimos.

PF: ¿Sabes lo que es machista de verdad? Que en un equipo de fútbol como el Barcelona no haya chicas. En los máximos exponentes no hay chicas. Que empiecen los de arriba a demostrar que somos iguales. Que pongan a jugar al lado de Messi a una chica. Es de locos ¿Me van a decir a mí que he dicho una palabrita “puta”? Vayan a donde está el problema.

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Claro tienen letras menos crudas pero muchas veces, en sus letras, la mujer es un trofeo que se debate entre raperos, entre quién es mejor…

PF: Es que es un juego al final, una competición. Si no hay competición por ser el mejor no hay calidad de música porque no hay lucha. Carreras con un coche no existen. Para que vas a correr tu sólo, no tiene sentido…

KM: Es una carrera, es un circuito. Aunque todos estamos corriendo en círculos, porque esta mierda de vida es así, yo necesito que alguien me adelante, porque si no me adelanta nadie yo voy a pasar de correr a caminar y de caminar a parar y decir: “bueno, aquí no viene nadie”. La música es una competición. Claro, todas las canciones. Hay canciones personales, que sacan lo que tú tienes.

Hasta cierto punto su trap trata temas diferentes a los usuales en el rap, sobre todo del rap norteamericano, pero sigue habiendo presencia de temas como la prostitución y el dinero fácil. ¿No les preocupa que en su público haya gente que, influenciada por esto, quiera tomar el camino de la plata fácil y la vagancia, el machismo, que se proyecta en algunas canciones?

PF: Bueno yo te digo una cosa, tu ves una película de Brad Pitt y el tipo está pegando tiros con una escopeta y matando gente y no te vas a sentir influenciado por eso. Tú sabes que es una película. Yo digo lo que me apetece en ese momento y ya. Al final es lo que estoy viviendo yo. Tu no vives esa vida, no quieras vivir eso, porque tú nos vas a ganar en media hora un dinero ni vas a follarte tías que te pidan una foto. Tú no vives mi vida y si quieres vivir mi vida, pues gánatela.

KM: Prefiero que intenten hacer música a que trabajen como esclavos. La vida está para intentarlo. El dinero fácil no existe, yo me lo he trabajado. Todas las mañanas escribo. Para fracasar siempre estás a tiempo, pero trabajar repartiendo o como taxista es trabajo de esclavos, hay que ser creativo. Yo quiero que la gente lo intente. Hay gente mejor que yo, pero tienen miedo y no se lo creen. Conozco gente con una voz increíble que dicen: “Ya está este ¿por qué voy a salir yo?”

PF: Y lo de sentirse influenciado bueno, no es lo que nosotros buscamos pero si lo hacemos no nos preocupa porque no estamos hablando de drogas ni de nada malo. Ganar dinero fácil es buenísimo, lo que es una mierda es estar todo el día trabajando.

KM: Si el día de mañana me vienen tres chicos o chicas, como ahora ha venido una chica que me ha dicho que hace trap, y me dicen: “Yo ahora vivo de esto”, mejor o peor, pero vive de esto, yo encantado de la vida. La música son altibajos. Yo hay meses que gano mucho y meses que no gano nada, pero soy libre, yo mando en mi hambre, soy el dueño de mi hambre.

 

 

Siendo el trap uno de esos géneros de temporada, que surgen por dinero y moda, que suenan un rato y después desaparecen sin que nos demos cuenta, ¿cuál es el futuro de Pimp Flaco y Kinder Malo?

PF: La verdad es que no pensamos en eso. Esto puede durar dos meses como durar quince años. Todo esto puede derivar en otra cosa luego. No se sabe. Nosotros hacemos lo que nos apetece y en verdad que ha cambiado, desde que empezamos a hacer música ya no somos los mismos. Aunque la gente no lo sepa yo ya no pienso igual que antes, yo no veo la vida igual, y por eso te digo que yo ya no sé cómo voy a acabar…

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Pero siempre hacia la música…

KM: Bueno, sí. Música o lo que sea. A mí me gustaría hacer cine, a mí me gustaría hacer todo. No soy astronauta porque es mentira todo eso, sino también lo sería…

 

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