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El retorno del casete a la escena musical

El resurgimiento de este formato aún es sigiloso en Colombia. No obstante, en el país hay gente produciendo álbumes en casete y grupos como Reencarnación, Neurosis y Sobibor (e incluso el rapero N.Hardem) que les están apostando a la cinta y al antiguo rebobinado con lapicero.

Andrés J. López / @vicclon

Hace años que las nuevas generaciones entramos en una extraña onda retro, y nos encantan las vainas que fueron populares hace tres, cuatro o cinco décadas. Es inevitable sentir la (a veces prestada) nostalgia de los cómics de DC del siglo pasado, de Betty Boop, de los vinilos.

A este resurgimiento del amor por lo antiguo ahora se le suma el casete, esa pequeña caja de plástico que entre las décadas de los 60 y 80 tuvo la misma función que Soundcloud, Spotify, iTunes o Deezer en la actualidad.

La gran diferencia, además de las ventajas y desventajas que presenta el sonido digital de nuestro tiempo, es que la distribución en aquella época se hacía por medio de tiendas o mano a mano.

Este renacer de la cinta ha incrementado exponencialmente el precio de distintos trabajos musicales. En ebay, por ejemplo, se encuentran rarezas como el primer demo de Tool o un promo de tres tracks de Rage Against the Machine que cuestan 4 millones y medio y 9 millones de pesos, respectivamente. Aunque no lo crea, hay un vendedor que pide 900 mil dólares por un casete de Brian McKnight y Chris Willis.

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Relanzamiento del Verdun 1916 de Neurosis

 

 

En Colombia la fiebre del casete también se siente, aunque de una manera un poco más underground. A pesar de que este formato fue descatalogado (es decir, que no se fabrica más) por sellos y casas disqueras como Sony, CD Systems y Discos Fuentes hace más de diez años, los fabricantes independientes se las arreglan para sacar por su cuenta material nuevo o relanzar trabajos viejos.

Pero lo más difícil de trabajar en Colombia con este formato es conseguirlo: “A veces vamos a San Andresito y encontramos bodegas con cajas llenas de casetes viejos y en mal estado —comenta Leduen Benavides, dueño de la tienda y fábrica de música Ultrametal Productions—. Luego tenemos que ser pacientes para negociar con los dueños. Algunos acceden a vender de una y a buen precio, pero otros quieren cobrar carísimo por un artículo que muchas está en mal estado. Después de eso tenemos que seleccionar solo los que estén buenos”.

(Es posible que también le interese leer sobre una fábrica colombiana de vinilos capaz de prensar más de 14.400 discos de 180 gramos a la semana)

A Leduen también le llegan los casetes desde Chile y Argentina, ya sea por envío directo o porque las bandas que están de gira por esos lados se los traen. “En ocasiones les hacemos encargos a conocidos en las fronteras con Venezuela y Ecuador”.

Otros comerciantes usan compañías internacionales como sus proveedores. Yesid Osorio, dueño del sello South American Records (uno de los responsables de relanzar los trabajos de Reencarnación, Neurosis, Sobibor, entre otras bandas), trae los “casetos” desde la National Audio Company, la manufacturera de casetes más grande de Estados Unidos.

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Relanzamientos de Reencarnación en casete

 

 

Aunque a veces también los busca por ebay: “Cuando encuentro subastas de lotes de casetes veo la condición [en la que se encuentran] y si el color es adecuado para el trabajo que pensamos lanzar”.

El proceso de grabación varía según el fabricante. La mayoría de ellos copia la música desde un master tape a varias cintas simultáneamente por medio de decks o copiadoras profesionales. De esta forma se pueden hacer unos diez casetes por minuto.

Leduen, por el contrario, graba en tiempo real, esto quiere decir que si el trabajo dura 45 minutos, la copia se hará en este mismo tiempo. “Así se mantiene intacta la calidad del trabajo”, explica.

Luego, el casete se marca a través de un proceso llamado tampografía. Aunque no siempre es así: por economía algunos optan por las calcomanías. Las portadas se hacen según las especificaciones de cada fabricante y pueden tener varios pliegues o encajes, que son imágenes, tarjetas, etc.

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The Infestation Madness, de Cockroach Click. Este casete está marcado con tampografía

 

 

¿Quiénes están lanzando música en casete?

Cada vez son más los músicos de distintos géneros que presentan sus álbumes en cinta. El DJ Ecks Mdc le apostó a este formato y sus tres trabajos (…on Decks, Time y también el In memoriam) los ha publicado exclusivamente en casete.

“Quise hacer mis trabajos de esta manera porque mi especialidad son los mixtapes, y no tiene sentido decirle así a un CD —aclara Ecks—. La idea es que la gente vuelva a interesarse por lo que el casete tiene para ofrecer”.

Ecks Mdc es uno de los dueños de Viniloyalty, una tienda especializada en vinilos de hip hop que también fabrica casetes, incluidos los suyos. Cockroach Click, N. Hardem, Los Druids y Ruzto son algunos de los artistas que han publicado sus trabajos en casete con la ayuda de este Dj.

(Escuche también esta entrevista rapeada con N.Hardem)

“La idea es darle cierta exclusividad a estos trabajos —asegura Ecks—, por eso algunos incluyen remixes o instrumentales que no están en ningún otro formato”.

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In Memoriam, producción más reciente de Ecks Mdc

 

 

Daniel Paz, guitarrista y bajista de la banda de brutal death metal Amputated Genitals, también está lanzando sus álbumes en casete, aunque no por exclusividad sino por probar un mercado nuevo.

“Quiero ver cómo es la aceptación hacia este formato —afirma Paz—. La nostalgia, sumada a lo llamativo que es ver un disco en esta presentación, es lo que hace que la gente esté adquiriendo casetes nuevamente”.

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Daniel Paz con los trabajos de Amputated Genitals en casete: Human Meat Gluttony y Family Bloodbath

 

 

Morbid Macabre, el proyecto alterno de Alex Okendo (vocalista de Masacre), también está lanzando sus álbumes de esta manera: “Formatos como el casete hacen que la gente aprecie más la experiencia de escuchar música, por eso están regresando con tanta fuerza. Lo digital volvió la música un producto sintético y sin gracia”.

 

¿Hay ganancia al producir casetes?

El precio de un casete suele ser mucho más bajo que el de un vinilo o un CD, por eso muchas bandas continúan publicando de esta forma. Pero la verdad la ganancia para los fabricantes es bastante baja, a veces nula.

“Seguimos haciendo casetes porque queremos continuar con la tradición de un formato que nos apasiona por su presentación y sonido —comenta Jorge Hkb88, propietario del sello Sturm-B88 Propaganda—, pero el dinero es muy poco para todo el trabajo que implica hacer un álbum de esta forma. Además se le deben enviar las regalías a la banda, que puede ser entre 15% o 20% de la mercancía o del dinero”.

Los casetes ya no tienen la producción masiva de hace décadas, en especial por la poca demanda que tiene el formato. De cada trabajo se sacan, máximo, 300 ejemplares, incluso unos apenas llegan a los 30.

Para unos esta moda es pasajera y representa un simple intento fallido por alcanzar la popularidad del LP. Para otros, los amantes de la cinta, las caseteras y el rebobinado a punta de esfero, el tape es una tradición musical que lucha por no desaparecer.

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